La diferencia en la forma de los cráneos humanos modernos y los neandertales extintos refleja cambios evolutivos en los tamaños de las estructuras del cerebro.

Los cráneos humanos modernos tienen una forma ‘globular’ (redonda) única, mientras que nuestros primos más cercanos, los neandertales extintos hace mucho tiempo, tenían los cráneos alargados que son típicos de la mayoría de los primates.

Un estudio dirigido por el paleoantropólogo Philipp Gunz (del Instituto de Psicolinguística Max Planck, en Leipzig, Alemania) y los genetistas Simon Fisher y Amanda Tilot (del Instituto de Psicolinguística Max Planck, en Nimega, Países Bajos), ha investigado este asunto.

Para centrar su búsqueda, aprovecharon el hecho de que los humanos vivos con ancestros europeos llevan fragmentos raros de ADN neandertal enterrados en sus genomas, como resultado del cruce entre los neandertales y los ancestros de los europeos modernos. Diferentes personas portan distintos fragmentos, que están dispersos por el genoma.

Los científicos decidieron determinar el grado de ‘globularidad’ de miles de humanos sanos en la actualidad, utilizando datos de imágenes de resonancia magnética y encontraron diferencias considerables en la ‘globularidad’ entre los participantes. También, estudiaron los genomas de alrededor de 4500 de los participantes para identificar los fragmentos de ADN neandertal que cada persona llevaba.

“El potencial de los vínculos entre los cambios evolutivos en la ‘globularidad’ del cerebro y los mecanismos que afectan los ganglios basales y el cerebelo es intrigante”, ha dicho el paleoantropólogo alemán, Philipp Gunz.

Según el equipo de investigación, este descubrimiento genera hipótesis que se pueden probar con nuevos experimentos, por ejemplo, utilizando tejido neuronal humano que se puede cultivar en el laboratorio.

Gunz y Fisher ahora están ampliando el enfoque para realizar investigaciones en muestras más grandes como el Biobanco del Reino Unido. Anticipan que los futuros estudios de detección del genoma revelarán genes adicionales asociados con la ‘globularidad’, además de indicar cómo este rasgo fascinante está vinculado a otros aspectos de la biología humana.

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