Esta mañana, nuestra Agencia Internacional de Noticias Pressenza ha llevado adelante un taller, dentro del II Foro sobre las Violencias Urbanas y Educación para la Convivencia y la Paz, sobre el rol del periodismo como sujeto activo en la construcción de una cultura de paz y noviolencia.

El taller ha comenzado con un intercambio entre los participantes sobre qué idea tenía cada uno acerca del papel del periodismo y del periodista en este momento y qué entendía por violencia. Quedaba claro para todos que no existe la llamada ‘objetividad’ en la información y que el papel del periodismo en la construcción de una cultura de paz es fundamental.

Tony Robinson, co-director de la Agencia, ha explicado el sentido y el nacimiento de Pressenza: surge inspirada en el Nuevo Humanismo del pensador Mario Rodríguez Cobos (Silo) para cubrir la Primera Marcha Mundial por la Paz y la Noviolencia, que recorrió el planeta durante cien días y terminó en enero del 2010; ha recordado sus diez años de historia, la publicación en siete lenguas, el trabajo voluntario de sus profesionales y la no dependencia económica.

Robinson siguió contando lo aprendido en esta década y que sintetizó en 12 principios para la comunicación desde una óptica de paz y noviolencia, entre los que podemos destacar: la información como bien social, la inaceptabilidad de la violencia, la necesidad de explicitar el punto de vista de quien informa –ya que la información siempre es subjetiva-, la influencia del periodista en el medio del que informa y la influencia del medio sobre el informante, la intencionalidad y, por tanto, la implicación del periodista en una actitud transformadora, alentar el diálogo y la reconciliación, identificar estructuras de opresión sistémica, o encuadrar la información ayudando a elevar el punto de vista sobre una temática, entre otros.

Después presentó algunas herramientas para dicha comunicación, relacionadas con la misma selección de noticias, el cuidado en el lenguaje  –- que sea positivo, no degradatorio-, mostrar modelos humanizadores existentes, desnaturalizar creencias negativas como “el ser humano tiene una naturaleza violenta” o “las cosas son así”, o resaltar la posibilidad de transformación positiva de una situación a futuro.

El taller terminó con una puesta en común de cómo podría ponerse en marcha una agenda que se apoye en tantas y variadas noticias positivas que ocurren en todo el planeta y que quedan sepultadas bajo los titulares –en su mayoría violentos y desalentadores- de los grandes medios. Agenda que llegue a las poblaciones para que las personas puedan tener distintos puntos de vista y conozcan que hay otra realidad positiva, que se nos oculta pero que va tomando cuerpo poco a poco en los distintos continentes. Una realidad que abre el futuro de la gente.

Se coincidía en que podría ayudar para ello, incentivar el crecimiento de este tipo de periodismo y el acercamiento entre los medios que apuestan por la paz y la noviolencia y los movimientos sociales, habitualmente invisibilizados y silenciados.

Al finalizar el taller, una mirada posibilitadora se abría paso entre los presentes.