En el Día Internacional de la Lengua Romaní, Sara Giménez -abogada del Secretariado Gitano– que participa en el II Foro de Violencias Urbanas y la  Educación para la Convivencia y la Paz nos cuenta en esta entrevista cómo la aporofobia, la exclusión social y la discriminación histórica afectan al pueblo gitano.

 

Vídeo: Álvaro Orús

Redacción: Alicia Blanco, Tony Robinson y Juana Pérez Montero

 

Pressenza.- Sara, participas en el plenario sobre ‘Violencia por Aporofobia y Exclusión Social’, ¿Crees que los colectivos gitanos sufren alguna discriminación distinta a la de otros sectores también afectados por la aporofobia?

Sara Giménez.- El pueblo gitano sufre una discriminación persistente, histórica, que es lo que llamamos antigitanismo. A lo largo de nuestra historia, hemos vivido un racismo muy persistente e histórico. Yo creo que eso es lo que nos hace ser un pueblo con un marcado rechazo social. Si hablamos de la aporofobia , o de la diferencia,  pues podemos tener en común que una parte de la comunidad gitana como aquí en España, por ejemplo, según el último estudio de FOESSA, más del 70% de la comunidad gitana vive bajo los umbrales de la pobreza.  Entonces tenemos en común el ser personas pobres y  ese racismo, ese rechazo que actualmente tenemos hacia las personas pobres pero, junto a ello, en experiencia diaria sí puedo decir como todavía el prejuicio, el estereotipo que marca la imagen social del pueblo gitano está como muy enraizado en la sociedad. En mi opinión, es que cuesta más quitar ese rechazo, ese prejuicio, ese estereotipo hacia los gitanos que hacia otros grupos de población.

Pressenza.- En algunas luchas como la de las mujeres, por ejemplo, sabemos de mujeres gitanas que promueven y participan activamente en iniciativas comunes con mujeres de otros sectores discriminados. ¿El Secretariado también promueve estrategias de convergencia, de transversalidad con otros sectores? ¿Cuáles?

Sara Giménez.- Nuestro punto de trabajo es que la lucha por la igualdad de las mujeres gitanas sea incluida en los planes, digamos municipales, en los planes de trabajo, en las propuestas de gobierno que tengan que ver con el avance de la igualdad de género y, para eso, hay que formar parte de otras plataformas. Trabajamos junto con fundación Mujeres, con la Federación de Mujeres Progresistas, con otras organizaciones que tienen como lema al avance por la igualdad. Y lo que creemos además es que lo que hay que hacer constar es esa especificidad de la mujer gitana para que en ese trabajo por la igualdad de las mujeres las mujeres gitanas no nos sigamos quedando atrás.

Pressenza.- Sabemos que tendrás encuentros en el Congreso de los Diputados en los próximos días ¿Qué opinas de la propuesta de incluir el antigitanismo en el código penal?

Sara Giménez.- Nosotros desde la fundación Secretariado Gitano ya hemos empezado a hacer una labor de incidencia de que se incluya la categoría del anti gitanismo. Por ejemplo, en la Comisión Europea ya lo ha aceptado en el ámbito del discurso de odio, cuando el discurso de odio antigitano, que se diga que es ant gitano porque no creo que hablamos de las motivaciones por las cuales puede haber un agravante y el antigitanismo es uno,  creo que no hay que invisibilizarlo bajo el racismo, que es como un concepto más generalizado y así podremos hacer visible el problema que tiene la comunidad gitana en nuestro país.

Pressenza.- ¿Nos puedes hablar de tu proceso personal como mujer, como gitana, como abogada defensora de estas causas…?

Sara Giménez.- Mi proceso personal empezó desde el momento en el que yo me di cuenta, al nacer en un hogar gitano, que algo no funcionaba bien en lo que era el rechazo social. Yo veía que en mi casa algo funcionaba mal porque mi hermano tenía problemas para alquilar una vivienda. Así es como empezó mi proceso; el ser mujer y gitana y querer estudiar en un entorno que no era el habitual y ahí es donde continuó mi  avance. Estudie derecho y siempre he tenido claro que lo que quería era trabajar por la igualdad de las personas y específicamente por la igualdad del pueblo gitano; lo inicié como abogada, sigo siendo abogada en ejercicio porque me gusta el desarrollo de la profesión y luego, a través de la Fundación Secretariado Gitano, como Directora del Departamento de Igualdad, desarrollo proyectos de sensibilización, de incidencia y asistencia a las víctimas de discriminación y, en mi último cargo, digamos como representante de España contra la eliminación y la discriminación e intolerancia en el Consejo de Europa lo que lo que hago es ver una visión muchísima más amplia, de 47 estados, cómo se encuentra la situación de la intolerancia y la discriminación en cada uno de ellos, ver la legislación… así que tengo muchísimos retos pendientes para avanzar en el campo de la igualdad.

Pressenza.- Como síntesis, y evaluándolo en el tiempo… ¿Avanzamos en la lucha por la no discriminación?

Sara Giménez.- Damos pasos adelante y pasos atrás y yo creo que ahora estamos con las corrientes europeas, los discursos digamos rupturistas que tenemos en la actualidad, creo que estamos en un proceso crítico en el campo de la lucha contra la discriminación y tenemos que reflexionar. Me sigue doliendo cómo aquí en España veo día a día los problemas que tienen los gitanos y las gitanas para acceder al empleo, para acceder a una vivienda, me duele la segregación escolar que existe y todo eso son realidades diarias de la discriminación. Con lo cual, creo que en Europa vemos un rechazo y unos delitos de odio muchísimo más violentos, que son muy preocupantes. En España, esa violencia no la tenemos -digamos tan a flor de piel- cosa que me parece importante el poderlo decir pero creo que estamos en un proceso de reflexión,  creo que se necesitan medidas y políticas activas en esta materia, necesitamos legislaciones contundentes y que se apliquen, en España necesitamos una ley integral de igualdad de trato que está actualmente en proceso de tramitación en el Congreso y que esperamos que se apruebe; o sea necesitamos que el tema de la lucha contra la discriminación tenga buenas referencias, tenga herramientas y no dejar indefensas a las víctimas.