Durante las semanas anteriores el mundo de la lucha por el Derecho a la Educación ha estado muy activo. Primero en Bogotá-Colombia, donde se realizó la Asamblea General de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación-CLADE y luego en Katmandú-Nepal, donde se realizó la Asamblea General de la Campaña Mundial por la Educación-CME. Justamente al final de esta segunda Asamblea conversamos desde Katmandú con Camilla Croso, coordinadora general de la CLADE y, hasta el momento de la entrevista, presidenta de la CME.

A partir de los debates recientes que se han dado en el marco de la asamblea de Clade, ¿Cuáles son los avances y cuales los retrocesos que, en el campo del derecho a la educación se han vivido en estos dos últimos años en nuestra región?

Es muy difícil hablar de avances porque lo que realmente nos preocupa y nos moviliza, son los retrocesos. Una tendencia que nos preocupa es la de la censura, tema al que no habíamos atendido porque se trataba de un fenómeno eventual. En este momento la censura tiende a convertirse en política pública no solo en nuestra región sino también en otros continentes, con casos en los que los estudiantes son estimulados a delatar a sus maestros. La censura instalada en las instituciones educativas impide por completo una educación emancipadora, transformadora y garante de derechos. Este proceso va de la mano con la derechización que, como sabemos, es también una tendencia mundial. Nuestro reto es, por lo tanto, frenar esa tendencia.

La cuestión de la educación superior pública está en el escenario latinoamericano y con mucha fuerza. ¿Cómo se ve desde la Clade esta temática y que hay en agenda para enfrentar este tema?

Estamos asistiendo a la desfinanciación de la educación pública superior y eso significa su fragilización. Fragilizar la universidad pública significa fragilizar los espacios de pensamiento crítico, construcción de conocimiento y diálogo con el entorno, con la comunidad. Se quiere desmontar la universidad pública y promover procesos muy intensos de privatización y lucro en la educación.

Desde mi punto de vista, en este proceso están articulados dos intereses. El primero el lucro así, sin más. El segundo, es el control, el no pensamiento, el desmonte de procesos de enseñanza y aprendizaje y también de procesos de investigación.

El campo de la investigación se ve profundamente afectado y lo que va a ocurrir, que ya ha ocurrido en otros continentes y países, como es el caso de Francia, es que la investigación va a comenzar a depender de recursos privados que ya vienen con agenda y hasta con los resultados que quieren lograr. Es decir, no son procesos de construcción de conocimientos sino de construcción de mentiras, como las fake news en el periodismo.

¿Cuáles han sido los acuerdos prioritarios que se han marcado desde Clade?

Tenemos varias banderas de lucha. La primera, mantenernos articulados, mantenernos movilizados. Hoy más que nunca queda claro que la salida es la acción colectiva. Ese es nuestro camino hacia adelante, nuestra estrategia prioritaria. Caminar juntos, tejer redes, es una condición absoluta para la resistencia.

Por otra parte, está la lucha por el financiamiento y con este, garantizar la gratuidad de la educación pública en todos sus niveles. En tercer lugar, la participación de la sociedad y de los sujetos de la comunidad educativa para dar sentido a la política pública.

Esta es una lucha fundamental en el sentido estricto de la palabra: tiene que ver con el fundamento mismo porque es desde ahí, desde la posibilidad de definir el rumbo, el cambio y el sentido de la política pública que vamos a lograr tener una política publica que responda a nuestras demandas. El derecho a la participación es una estrategia estructural que toca los fundamentos de lo que puede realmente dar sentido y direccionalidad a las políticas públicas, o sea hacer que ellas respondan efectivamente a la realización de los derechos.

¿Ves posibilidades de convergencia y trabajo en red con otros continentes?

Completamente. Para que ustedes tengan una idea, nos hemos reunido 300 personas de cerca de 100 países y es una energía que nos da esperanza. Recuerdo que para preparar la Asamblea de Clade releíamos mucho a Paulo Freire y me quedó en la cabeza ese verbo tan lindo que propone él: ESPERANZAR. Con ese verbo nos encontramos aquí, viviendo contextos similares, haciendo análisis más precisos que nos permiten realmente trazar estrategias.

Por ejemplo, en el ámbito internacional tenemos que identificar a los actores internacionales como el Banco Mundial o el ex primer ministro británico Gordon Brown que tienen múltiples iniciativas y pone en marcha múltiples institucionalidades. Estos actores internacionales tienen raíces en lo nacional.

Es fundamental trazar estrategias para hacer frente a estos actores. Es cierto que son muy poderosos, pero nuestro accionar colectivo también es poderoso. Esa es la dura y pura verdad, ese es nuestro poder y lo hemos constatado. En los escenarios internacionales hemos obtenido logros frente a estos actores superpoderosos y lo hemos hecho porque trabajamos de manera articulada, conjunta, colectiva, inteligente en el sentido de trazar estrategias

¿Cuál es el reto de ahora que comparten entre todos los países reunidos en Nepal?

El año que viene vamos a cumplir 20 años como Campaña Mundial por la Educación., En esta asamblea estaos trazando nuestro plan de acción para los próximos 4 años y creo que nuestros grandes retos tienen que ver con hacer frente al neoliberalismo que pone el lucro por encima de todo, que deconstruye todo lo que es público para poder realmente lucrar.

El lucro y el neoliberalismo, articulados a tendencias ultraconservadoras en donde los fundamentalismos religiosos entran en el escenario. A ellos se añade la militarización. Todas estas tendencias tienen algo en común: el dogma. Se trata entonces de perspectivas dogmáticas que ganan el terreno de la educación y, obviamente, impiden el pensamiento crítico. Ahí está nuestro gran reto.