El 13 de octubre, se celebraron marchas por el clima en más de 80 ciudades de Francia, en la metrópoli y en otros países.

En Burdeos, la manifestación comenzó a las 2 de la tarde desde el ayuntamiento, Place Pey Berland, para ir al ecosistema de Darwin alrededor de las 4 de la tarde.

¿Por qué el ecosistema de Darwin? Porque más que una marcha, los organizadores querían crear un poblado efímero de soluciones. Una estructura que permitiera a todos intercambiar, dialogar y conocer a actores de todos los sectores que aportan soluciones a través de las ágoras.

Alrededor de 3500 personas asistieron a esta convocatoria.

Delante de un gran árbol agonizante en la plaza Pey Berland, el informe del GIEC fue entregado simbólicamente al representante del alcalde de Burdeos, el Sr. Alain Juppé.

En el camino, una acción no violenta, titulada «Sangre en las manos», se llevó a cabo frente a la agencia de la Société Générale para denunciar sus inversiones en contra de la ecología, como el oleoducto Dakota Access Pipeline.

El colectivo de «Marronniers de Gambetta» recordó la urgencia de evitar la tala de 17 árboles, con el fin de valorizar el mineral en el marco de la remodelación prevista por el Ayuntamiento.

El evento terminó en el ecosistema de Darwin, donde se formaron las Ágoras ciudadanas en torno a varios temas, como la desobediencia civil, el consumo, la movilidad y la vivienda, las finanzas. Un espacio Darwin que ha sido capaz de acoger esta marcha por el clima en Burdeos en un tiempo récord. «Pero este oasis está ahora amenazado por la aplanadora de estrategias de desarrollo inmobiliario depredadoras y obsoletas.»

Fotos: Xavier Foreau