Finalmente, tras 25 años de causa judicial abierta, el expresidente argentino Carlos Menem fue absuelto por la Cámara Federal de Casación Penal por el tráfico de armas a Croacia y Ecuador, uno de los mayores escándalos de su gestión, en el que no faltaron.

Los jueces Liliana Catucci, Carlos Mahiques y Eduardo Riggi consideraron que transcurrido un “plazo razonable” de tiempo para que quedara firme la condena a siete años de prisión, al no haber sucedido, dictaron la absolución.

Por lo que su inocencia se basa en la lentitud de la justicia o en las habilidades de la defensa para dilatar el tiempo de obtener condena firme del senador Menem.

En 2017 había sido condenado por la Cámara de Casación, pero la apelación a la Corte Suprema, hizo que la condena debiera ser ratificada, como lo exige la Convención Americana de Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica. Esto no ocurrió y el octagenario gozará ahora de la impunidad.

La trama ligada a la venta de armas data de los años noventa y de la guerra que derivó de la disolución de Yugoslavia. La prohibición de venta de armas a países en conflicto, llevó a que se crearan caminos “alternativos” para el envío de armas. Argentina se convirtió en escala obligada para la distribución de armamento estadounidense.

La venta a Croacia, país en guerra y a Ecuador, en momentos del conflicto fronterizo con Perú se realizó a través de decretos presidenciales que tenían otros supuestos destinos: Panamá y Venezuela.

Carlos Menem fue protegido por la propia Naciones Unidas por estos crímenes, al tratarse de operaciones que contaban con el aval de las potencias militares. La relación de este tráfico de armas con los atentados ocurridos en 1992 y 1994 en la Argentina, también está expuesto en varias investigaciones periodísticas, aunque las causas judiciales también duermen el sueño de los impunes.

El artículo original se puede leer aquí