En 2014 tuvo lugar una reivindicación feminista en Sevilla, España, conocida como La Procesión de la Vagina (aunque más precisamente debería decirse La Procesión del Coño Insumiso) por la que fueron encarceladas tres mujeres que enfrentarán un juicio en marzo del año próximo.

El actor Willy Toledo se indignó por este hecho y publicó una crítica en Facebook en la que escribió en 2017: “Yo me cago en dios, y me sobra mierda pa cagarme en el dogma de ‘la santidad y virginidad de la Virgen María’. Este país es una vergüenza insoportable. Me puede el asco. Iros a la mierda”.

El famoso actor fue procesado por el Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid por los mismos delitos contra los sentimientos religiosos que las mujeres. Para Toledo se lo está persiguiendo por el delito de blasfemia, como en los tiempos de la Santa Inquisición.

“Las expresiones escritas por el Sr. Toledo están dentro del ámbito de la sana crítica política, con un evidente sentido satírico, lo que se aprecia con la simple lectura de los textos en el contexto en que son realizadas. Dentro de un Estado que se entienda Democrático, la sana crítica política, por ácida que está sea, debería estar amparada por la libertad de expresión, y no se debería criminalizar el pensamiento disidente, y la expresión de dicho pensamiento”, sentenció el letrado, Endika Zulueta, citado por eldiario.es.

La Asociación de Abogados Cristianos logró que la causa contra las tres mujeres se volviera en abrir en 2017, luego de que en 2016 había sido desestimada.

Toledo pasó ya una noche en prisión, antes de tener su vista con el juez de instrucción y desconoce en qué puede terminar esta cacería de brujas.

Relacionado con este tema, un tuitero fue condenado a un año de cárcel y 1080 euros de multa por la publicación en 2014 de un mensaje homofóbico.

El juzgado de Avilés, en Asturias, consideró que al señalar que a Federico García Lorca se lo había asesinado durante la dictadura de Francisco Franco, se lo había hecho por “maricón”, se estaba yendo “en contra de todo el colectivo homosexual”.

El fiscal había solicitado una condena mayor, al considerar la reincidencia del agresor de redes sociales, homofóbico, anticomunista y supremacista de la raza blanca.

“Lo tenía cruzado desde pequeño, porque por culpa de uno de sus poemas en clase se reían de mí, y quizás me sobraba lo de maricón, pero era sólo en contra de Lorca, no en contra de los homosexuales”, manifestó el acusado durante el juicio.

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