Según los estudios realizados por la economista canadiense, la renta básica hace que las personas sean más saludables y les brindan mejores oportunidades educativas

Se apoya en el análsis del experimento que se hizo en Canadá en los años 70 del siglo pasado

Entrevista de Álvaro Orús y Mayte Quintanilla

Evelyn Forget es economista, profesora en el Departamento de Ciencias de la Salud Comunitaria de la Universidad de Manitoba, en Canadá, por lo que pasa mucho tiempo trabajando en la relación entre la salud y la pobreza.

Hace más de diez años, ella recordó un antiguo proyecto de renta básica que había tenido lugar en Canadá a mediados de los años setenta. En ese momento, Evelyn era una estudiante de economía y escuchó acerca de un experimento que iba a revolucionar la forma en que Canadá ofrecía programas sociales. Desafortunadamente, después de graduarse, el tema salió del radar de la opinión pública.

La entrevista completa en inglés…

Años más tarde, cuando Evelyn ya tenía un doctorado y un trabajo en Winnipeg, capital de Manitoba, notó que ese era uno de los sitios de aquel experimento. Ella sabía que el experimento había seguido su curso como estaba planificado y era un proyecto de costo compartido, con la provincia pagando el 25% de los costos y el gobierno federal el 75%. A mitad del experimento, el gobierno provincial cambió y perdió el apoyo político. Continuaron pagando el dinero a las personas, pero al final dejaron de aportar fondos adicionales para el análisis.

Interesada en descubrir más sobre ello, Evelyn rastreó la información que se recopiló en 18.000 cajas y así comenzó su proyecto. Canadá había introducido el seguro y la atención médica universales en 1971 y ella pensó que si podía encontrar a todos los participantes en ese experimento y los datos de atención médica, entonces sería capaz de descubrir cuál era el impacto en sus hogares en cuanto al bienestar, si habían sido hospitalizados más o menos a menudo…

Del antiguo proyecto de ingresos, Evelyn destaca dos hallazgos reales. Uno de ellos ya lo esperaba: «Si les das a las personas un renta básica, serán más saludables», dijo la economista. Y el mayor impacto fue en la salud mental. El otro efecto que pudo documentar fue un aumento interesante en las tasas de finalización de la escuela secundaria durante el período del experimento. «En ese momento, era un pueblo dependiente de la agricultura de unas 10.000 personas y no era tan común que los niños en particular terminaran la escuela secundaria porque legalmente podían abandonarla a los 16 años y había trabajos disponibles […] cuando surgió el proyecto de rentas y los padres recibieron un poco de dinero extra, algunos de esos padres alentaron a sus hijos a permanecer en la escuela por más tiempo», comenta Evelyn.

Para la economista canadiense, lo que es más interesante sobre la renta básica es observar las actitudes de las personas hacia ella y observar cómo crece este movimiento en apoyo. «Cuando las personas piensan en los ingresos básicos o en los programas sociales en general, siempre estamos tentados de preguntarnos quién se beneficia de eso, quién gana y quién paga por ello. Podemos reconocer que con la renta básica todos ganamos al introducir una mayor seguridad económica para todos», cree Evelyn.