Por Rosi Baró

En una nota que escribí para Pressenza en Febrero de este año titulada: “Venezuela: la Ayuda Humanitaria marca Acme”.  Me refería a la antigua comiquita del coyote y el correcaminos, en la cual las maquiavélicas trampas que urdía el coyote para eliminar al correcaminos utilizando artefactos marca Acme, todas, absolutamente todas  se le volvían en contra. Al final de ese artículo, expresaba mi deseo para que los futuros planes de los coyotes, ávidos del petróleo de Venezuela, corrieran con la misma suerte.

Luego del fallido intento de magnicidio contra el Presidente Maduro, doy gracias a la Divina Providencia porque mi deseo se cumplió, tal como ha ocurrido inexorablemente cada vez que, durante estos 20 años, los coyotes han intentado tomar el cielo por asalto para eliminar por medio de la violencia a la Revolución Bolivariana.

Como siempre ocurre en estos años de constantes hechos inéditos en Venezuela, son muchos los que por una razón u otra me escriben queriendo saber de alguien que vive en Venezuela, qué es lo que está pasando y qué va a pasar. Lamentablemente no poseo el don de la clarividencia y no lo sé. Lo que sí sé es que gran parte de los medios han silenciado, distorsionado, sembrado dudas y confusión sobre este grave atentado sin darle cabida a información oficial. Los medios internacionales están cartelizados y Venezuela se encuentra prácticamente sola a la hora de narrar su verdad.  Mi intención con esta nota, es por tanto mostrar un resumen de lo que hasta el momento se conoce producto de la investigación de los órganos competentes del gobierno por si no lo han visto  en los medios y mi percepción de lo ocurrido.

El sábado 4 de agosto durante la  celebración televisada en cadena nacional del 81 aniversario de la Guardia Nacional  Bolivariana en una importante avenida de Caracas, ocurrió un atentado contra el presidente Nicolás Maduro. Dos drones cargados de explosivos iban a ser detonados en la tarima presidencial.  El uso de artefactos de distorsión de señal por parte del cuerpo de seguridad del acto, afectó la navegación de los dos aparatos propiciando su detonación fuera del radio previsto. En el suceso resultaron heridos siete militares y fueron detenidos seis autores materiales. El presidente Nicolás Maduro señaló  que las primeras pesquisas, arrojan la vinculación del eje Bogotá-Miami, del presidente saliente de Colombia, Juan Manuel Santos, y de operadores radicados en La Florida. .

Luego de las detenciones, el presidente informó: “que todos los involucrados materiales están convictos y confesos, todos forman parte de los grupos que participaron en los hechos violentos de las guarimbas (protestas callejeras) del año 2017 y son partícipes de organizaciones políticas de la derecha venezolana, recibieron entrenamiento sobre el manejo de drones y explosivos en una granja en Cúcuta (ciudad fronteriza) Colombia.  Se les ofreció un pago 50 millones de dólares y estadía en Estados Unidos. Se elige como fecha para el atentado el 4 de Agosto por ser el evento militar más próximo con participación de gran parte del alto mando político-militar. El objetivo era hacer explotar ambos drones uno en la parte superior de la tarima  y el otro en la zona frontal lo que provocaría la muerte de todas las autoridades presentes en la tarima presidencial.

Debido a los inhibidores de señal que instalan los cuerpos de seguridad del estado los pilotos de los drones perdieron el control, es allí cuando se efectúa la detonación de manera remota, el primer dron detonó frente a la tribuna presidencial dejando heridos a siete guardias, el segundo dron al perder el control debido a los inhibidores, busca retornar  a su sitio de origen y es cuando colisiona con un edificio de la zona. Ambos drones contenían sustancias explosivas de alto impacto destructivo con elementos metálicos adheridos para actuar como metralla. Los dos primeros detenidos fueron  capturados en flagrancia por la inteligencia social, unas personas vieron cómo se bajaban de un vehículo y levantaron el dron, eso les llamó la atención y al escuchar la explosión, los rodearon hasta que llegaron los organismos de seguridad y se los entregaron. Posteriormente con las declaraciones de estos sicarios, las llamadas y mensajes de los celulares lograron capturar a otros de los implicados de  este magnicidio que buscaba acabar con el presidente y con la paz de todos los venezolanos. Sin embargo, aún hay varios terroristas  que están siendo buscados, el presidente muestra por cadena de televisión fotos y nombres de cada uno de ellos.

Los detenidos señalan como autores intelectuales, a dos diputados de la Asamblea Nacional en desacato, el Sr. Julio Borges y el Sr. Juan Requesens, ambos del partido Primero Justicia, a quienes la Asamblea Nacional Constituyente les revoca  de inmediato la inmunidad parlamentaria. Uno de ellos, Juan Requesens, es detenido por la policía. Como es de esperar, comienzan a circular por las redes sociales fotos viejas donde aparece herido queriendo hacer ver que la policía lo está torturando,  esas fotos por todos conocidas fueron tomadas durante su participación en la guarimbas. Para desmentirlo el gobierno divulga un video en el que se ve que se encuentra en perfecto estado de salud, confesando que seguía órdenes del diputado Julio Borges en el siniestro plan terrorista. El Sr. Borges residenciado en Colombia es solicitado en extradición a Colombia y por código rojo ante la Interpol. Otro de los terroristas, residenciado en Estados Unidos, también ha sido solicitado en extradición. Las investigaciones siguen su curso y seguramente poco a poco se irá desentrañando esta perversa maraña.

Los dueños de las pantallas de televisión, las radios, la prensa escrita, blogs y las redes sociales, que se oponen al gobierno porque afecta sus intereses económicos y sus operadores, los políticos de  oposición en Venezuela, en lugar de repudiar este hecho, han sembrado dudas sugiriendo que se trata de un auto-atentado para distraer la atención de la crisis económica, otros lo han minimizado, ridiculizado o,  directamente silenciado. Así encontramos algunos importantes medios titulando: “atentado”. “supuesto atentado”, “montaje”, “accidente”, “Versión oficial sobre lo ocurrido el sábado en avenida Bolívar deja muchas dudas”, “hechos de violencia”, llamando “rebeldes” a los terroristas  o directamente culpando al gobierno como afirmó el asesor de seguridad nacional de Donald Trump,  John Bolton,  en una entrevista: en la que califica los hechos de “incidentes” que podrían ser un pretexto fabricado por el propio régimen o algo diferente.

Sin embargo, la periodista venezolana Patricia Poleo, reconocida opositora radicada en Miami, el mismo día del suceso publicó en su cuenta twitter: “En minutos estaré leyendo el comunicado suscrito por los autores de los hechos ocurridos el día de hoy en la Avenida Bolívar en Caracas” afirmando su veracidad y señalando a militares activos como sus autores. Y ya en el colmo del descaro y la impunidad,  el periodista peruano, Jaime Bayly, en su programa, también desde Miami, en un tono fanfarrón declara: “Me enteré del plan durante la semana. Mis fuentes, que generalmente son confiables me dijeron: El sábado vamos a matar a Maduro con drones, hemos probado los drones en Caracas, funcionan’. Y yo les dije: hágale, vamos para adelante”. Bayly señaló que el Gobierno de EE.UU. apoya a los “grupos rebeldes” en Venezuela con ayuda logística y tecnológica.  Además,  aseveró que quienes orquestan las conspiraciones, son militares activos, policías activos, ex-militares y ex-policías.

Difícilmente alguien puede acusar a estos dos “periodistas” de chavistas o de apoyar al Presidente Maduro, sin embargo ambos en sus programas y posteriores comentarios en las redes sociales, desmienten a quienes pretenden señalar que lo ocurrido fue un auto-atentado o un montaje. Más allá del interés de estos personajes por acaparar audiencia, me llama la atención que coincidan en señalar a militares y policías como autores intelectuales de este hecho. Es probable que existan individuos aislados conspirando, sin embargo es sabido el ahínco con el que los coyotes han tratado de producir divisiones y adhesiones dentro de las fuerzas armadas sin haberlo logrado, por lo que estos señalamientos me parecen orquestados, queriendo producir desconcierto y confusión dentro de las filas militares y policiales.

La banalidad, frivolidad y vulgaridad, en el tratamiento de esta noticia, es una clara muestra de manipulación de la opinión pública. En días recientes en el programa ZK venezolano hicieron un resumen de las videntes, pitonisas, adivinos, astrólogos que han proliferado en distintos medios televisivos internacionales en los que “pronostican” la muerte, ataque y salida violenta del presidente Maduro, con la intención de preparar el terreno, ablandar la mente del público para aceptar como natural un hecho como este y hasta culpar a las víctimas.

El director del proyecto investigativo Misión Verdad, Gustavo Borges, en entrevista para Telesur hace un interesante análisis, y explica que la Venezuela que se inaugura luego del 20 de Mayo, cuando el presidente Maduro gana las elecciones, es otra Venezuela, no la podemos seguir analizando con los elementos que usábamos en el pasado. El chavismo ha derrotado en todos los escenarios en los que se ha medido electoralmente con sus adversarios y ahora ya no existe una pugna política porque la oposición no tiene ninguna posibilidad en ese terreno. Ya esto trascendió a otros niveles y ahora hay un consenso global contra Venezuela y Colombia es el Estado delegado de hacerle la guerra a Venezuela. Esto ya es un conflicto global donde Venezuela es una pieza importantísima para las élites que ahora mismo están definiendo los nuevos modelos de consenso y orden global porque de la destrucción o no del Estado venezolano depende la estabilidad de la región. Vemos Argentina, vemos Brasil, vemos Ecuador, como están siendo desmantelados completamente, con un nivel de vertiginosidad impresionante, asunto que no ha se ha logrado en Venezuela que es el Estado que estuvo de alguna manera liderando los procesos de integración en la región durante la época de Hugo Chávez. Eso se debía parar en seco, y se paró en seco, pero no conformes con eso, ahora necesitan desmantelar la institucionalidad, la idea de país, de nación, de futuro que se inauguró en Venezuela en 1999.

¿Y que hubiese pasado si Venezuela  se hubiese quedado sin su cúpula ejecutiva, porque sus máximos representantes hubiesen muerto?

Lo que se busca generar  es una imagen catastrófica, del desmantelamiento de la institucionalidad venezolana, que el Estado venezolano no exista como lo conocemos, que pase a ser un territorio balcanizado, gobernado por tribus. Lo que sucede en Libia es el modelo. Lo que está sucediendo aquí es un experimento. Es difícil el análisis porque es un escenario inédito, es la primera vez en la historia de la humanidad donde se utiliza un artefacto como un dron para atentar contra la vida de un presidente, es primera vez que vemos el atentado de un presidente en transmisión directa vía televisión además estaba en cadena nacional. Hay que ver  los elementos inéditos para entender la  magnitud de lo que está sucediendo.

Hay que analizarlo desde la perspectiva global porque es globalmente donde se está discutiendo el futuro de Venezuela, no son estos operadores, no son incluso los que fueron entrenados en Colombia, de hecho no es ni siquiera el gobierno colombiano; es la pugna inter élites mundial  la que está decidiendo, intentando definir una situación a lo interno de Venezuela. De ahí viene el análisis contrario, la magnitud y la valoración de la fortaleza de la resistencia del pueblo venezolano, cuando toda la elite occidental le está imponiendo una guerra, que el gobierno venezolano de Nicolás Maduro y la vanguardia política que es el pueblo ha estado evitando consecuentemente y que va a seguir evitando.

En el momento en el que ocurre este atentado, Venezuela se encuentra atravesando el apogeo del plan de asfixia económica que Estados Unidos de manera pública ha impuesto al país a modo de castigo por no someterse a sus deseos. Este inclemente asedio que pega directamente en el bolsillo y en el estómago de los más vulnerables   ha fragilizado, hecho tambalear a  supuestos “revolucionarios” y en los medios de comunicación, redes sociales y comentarios en la calle han llovido las críticas, lloriqueos, quejas y hasta una solicitud de un ex-presidente otrora guerrillero para  que el presidente abandone el cargo.  Sin embargo, un hecho como éste en lugar de producir mayores divisiones o conflictos dentro de las filas chavistas, por el contrario, hace tomar conciencia de la magnitud del ataque  en contra del país, produciendo una mayor cohesión, radicalización de la revolución y apoyo al presidente Maduro.