Hoy, 3 de junio, han pasado 28 meses desde que el cuerpo de Giulio Regeni fue encontrado en El Cairo. Sabemos todo sobre los que lo maltrataron, sobre los que lo ordenaron y luego trataron de escapar de todo. La historia de los últimos cinco años de Egipto nos lo dice de manera transparente.

Sin embargo, sabemos poco o nada sobre el poder judicial. Por el comportamiento elusivo, evasivo y dilatorio de las autoridades judiciales carotianas y, al carecer totalmente de independencia, de quienes presiden sus acciones.

Por supuesto, se dirá: finalmente entregaron las imágenes tomadas por las cámaras de CCTV el 25 de enero de 2016. Parte, pequeños porcentajes de ellos. Si hubieran sido entregados la primera vez que fueron prometidos – el 25 de julio de 2016 – las posibilidades de que algo quedara grabado para aclarar los últimos minutos de la presencia de Giulio en público serían mayores.

No se trata de ser derrotista, lo que sería un comportamiento moralmente indecente. Se trata de decir que no es suficiente, que no podemos exaltar los «avances» cada vez que el Ministerio Público de El Cairo cede algo, tal vez olvidando todo lo que se podría haber hecho y no se hizo, o que antes de la represión golpeó, y al luego también golpeará, a algún otro defensor de los derechos humanos, periodista, bloguero, investigador que en Egipto está del lado de la justicia y de la búsqueda de la verdad para Julius.

Por nuestro lado, por parte de quienes deben exigir la verdad, felicitamos el activismo del Presidente de la Cámara, Roberto Fico, quien recientemente ha querido ver a la familia Regeni y al Embajador italiano en El Cairo, y de que la semana próxima haya organizado nuevas reuniones.

Renuevo, ahora que el gobierno del «Conde 2» ha jurado, la esperanza que tenía cuando el gobierno del «Conde 1» estaba casi al principio: que un hombre de universidad, ahora jefe del Ejecutivo, se preocupe y cuide más que sus predecesores de un hombre, Giulio Regeni, de quien la universidad era, y estaba destinada a ser, el centro de su vida y de sus intereses culturales.