En un discurso televisado transmitido a una amplia audiencia dentro y fuera de Yemen, el líder de los huzíes vilipendió con vehemencia y denunció la Fe bahá’í, lo que intensificó aún más la persecución continua contra los bahá’ís en ese país.

El 23 de marzo de 2018, el Sr. Abdel-Malek al-Houthi, líder de los huzíes en Yemen, pronunció un discurso con motivo del primer viernes del mes islámico de Rajab, que conmemora la introducción del Islam en Yemen, para reunir Yemeníes contra poderes e ideologías extranjeras.

En el transcurso de su discurso, el Sr. al-Houthi empleó una retórica que recuerda las declaraciones hechas por los Líderes Supremos de Irán en tiempos pasados y recientes y denunció enérgicamente la Fe bahá’í. El Sr. al-Houthi alertó a los yemeníes del «satánico» movimiento bahá’í que está «librando una guerra de doctrina» contra el Islam. Describió a los bahá’ís como infieles que niegan el Islam y el Profeta y difundió otras falsedades sobre la Fe y su relación con Israel y con los países occidentales. Finalmente, instó a los yemeníes a defender a su país de los bahá’ís y miembros de otras minorías religiosas con el pretexto de que «quienes destruyen la fe en las personas no son menos malvados y peligrosos que los que matan a las personas con sus bombas».

A los pocos días de su discurso, más de veinte sitios de noticias reiteraron sus comentarios negativos sobre la Fe bahá’í, y un destacado escritor y estratega huzí comentó en las redes sociales que «vamos a matar a todos los bahá’ís». Expresiones similares fueron expresadas por las autoridades religiosas en Sana’a incluyendo al Muftí de Yemen, Shams al-Din Muhammad Sharaf al-Din, quien recibió su educación en Irán y fue nombrado muftí por los huzíes el año pasado. Pasó una parte de su charla semanal de los viernes, transmitida en vivo por televisión y radio el 30 de marzo, advirtiendo a los yemeníes de todo el país de la influencia de los bahá’ís.

Además, el Ministerio de Información celebró el primero de una serie de talleres para capacitar a yemeníes activos en los medios sociales y tradicionales sobre cómo responder a la guerra de doctrina librada por los bahá’ís. El Ministerio de Información y las universidades gubernamentales también organizaron otros seminarios, conferencias y talleres similares en Saná, Al Hudayda, Dhamar, ‘Imran y Hajjah. Finalmente, hace unos días un programa de televisión yemení llamado «Francamente» dedicó un episodio para atacar a las organizaciones de derechos humanos y la Fe bahá’í, refiriéndose específicamente a bahá’ís por su nombre y mostrando sus fotografías.

«No solo el contenido del discurso del Sr. al-Houthi es motivo de profunda preocupación, sino también su contexto y algunas de sus consecuencias inmediatas, –explicó la Sra. Bani Dugal, principal representante de la Comunidad Internacional Bahá’í ante las Naciones Unidas– La influencia del Sr. al-Houthi sobre un gran número de seguidores armados, así como el eco de sus sentimientos por la más alta autoridad religiosa en Yemen, por otros funcionarios del gobierno y por otros en medios tradicionales y redes sociales implican que el último discurso del Sr. al-Houthi es un llamado a crímenes atroces masivos contra una minoría religiosa que constituye una intención genocida».

La Sra. Dugal declaró además: «Para evitar consecuencias desastrosas para miles de bahá’ís yemeníes, la comunidad internacional debe condenar estas últimas acciones por parte del Sr. Al-Houthi en los términos más enérgicos, para exigir el fin de la propagación de discursos virulentos, falsa retórica e incitación al odio contra los bahá’ís así como pedir la liberación inmediata de todos los bahá’ís encarcelados en Yemen».

Estos últimos acontecimientos constituyen una escalada severa del patrón sistemático de actividades emprendido por las autoridades en Saná para oprimir a los bahá’ís yemeníes, un patrón marcado por la detención masiva en agosto de 2016 de más de 60 mujeres, hombres y niños que participaron en una reunión educativa organizada por bahá’ís; el llamamiento en abril de 2017 para el arresto de más de dos docenas de miembros prominentes de la comunidad bahá’í y la posterior detención de varios bahá’ís, entre los que se incluyen miembros de instituciones bahá’ís; y el pronunciamiento judicial en enero de 2018 de la ejecución pública del Sr. Hamed bin Haydara, un bahá’í detenido desde 2013 por sus creencias religiosas, y de la disolución de todas las instituciones bahá’ís en Yemen.

A pesar de la creciente presión, en la actualidad, seis bahá’ís permanecen en prisión, la sentencia de muerte del Sr. Haydara sigue sin ser derogada, y algunos prominentes abogados yemeníes se han negado a aceptar su caso de apelación por temor a posibles repercusiones. Los informes indican además que los huzíes están vigilando e identificando a los bahá’ís.

Varias fuentes independientes han confirmado reiteradamente que las autoridades iraníes están dirigiendo esfuerzos para perseguir a los bahá’ís en Yemen. Múltiples informes indican además que altos funcionarios de la Oficina de Seguridad Nacional están ejerciendo presión sobre la comunidad bahá’í como resultado de las instrucciones de Irán a pesar de los repetidos llamamientos de prominentes yemeníes, entre los que se incluyen algunos huzíes, para la liberación de los bahá’ís encarcelados.

Acerca de la Comunidad Bahá’í

La Fe Bahá’í es una religión con más de siete millones de seguidores establecidos en todos los países y territorios del mundo. Su principio central es la unidad de la humanidad, objetivo por el que trabajan los bahá’ís en su vida diaria a través de diferentes actividades de servicio a la sociedad. La Comunidad Internacional Bahá’í (BIC) tiene estatus de órgano consultivo ante las Naciones Unidas. En España, la comunidad nació en 1946 y actualmente cuenta con unos 5.000 miembros en todo el país. Está inscrita en el registro de entidades religiosas del Ministerio de Justicia desde 1968