El Reino Unido está elaborando planes para unirse a  una posible acción militar estadounidense contra Siria  en respuesta al presunto ataque químico en la ciudad de Douma que tuvo lugar el 7 de abril.

Según los informes, el 9 de abril las autoridades ordenaron a los jefes militares que planificaran una operación ampliada contra el gobierno de Bashar Assad.

Las conversaciones se produjeron cuando la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, afirmó el 9 de abril que el presidente Assad y sus patrocinadores «tendrían que rendir cuentas».

«Si se determina que son responsables, el régimen y sus patrocinadores, incluida Rusia, deben rendir cuentas», dijo.

El fin de semana pasado, cuando se informó por primera vez sobre el ataque, May se negó a descartar una acción militar contra el gobierno sirio.

«Estamos trabajando urgentemente con nuestros aliados para evaluar lo que sucedió», dijo. «También estamos trabajando con nuestros aliados en cualquier acción que sea necesaria».

Mientras tanto, Washington también está considerando abiertamente una opción militar contra Siria, que se justificará con el ataque de Douma.

Según algunos informes, una de las opciones militares consideradas por la administración de Trump es la llamada acción multinacional contra el gobierno de Assad, es decir, una invasión a gran escala.

Recientemente, el Reino Unido y los Estados Unidos han sido los principales críticos de Rusia sobre lo que parece ser el caso de envenenamiento Skripal. Ahora se preparan para desarrollar su postura agresiva sobre el conflicto sirio.

Traducido del inglés por Alejandra Llano

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