Ya no prenden fuego a las trabajadoras en huelga en los Estados Unidos como ocurriera en 1908 en la fábrica de Sirtwoot Cotton de Nueva York, cuando las mujeres exigían jornadas de 10 horas y descanso para dar de mamar a sus bebés.

Las cosas han mejorado, aunque a un paso más lento del esperado. En Virginia Occidental, Estados Unidos, una huelga docente se mantuvo entre el 22 de febrero y la jornada de ayer cuando se obtuvo un aumento salarial para todos los trabajadores municipales del 5 %.

Todas las escuelas del Estado permanecieron cerradas durante la huelga y el gobernador, Jim Justice, recibió al hijo de una docente en huelga, quien pareció convencerlo con el argumento de que era más importante invertir en educación que, por poner un ejemplo, en turismo.

Gideon Titus-Glover, de 11 años, le preguntó “¿No sería una inversión invertir en docentes inteligentes que me harán más inteligente a mí, lo que al mismo tiempo me permitirá hacer cosas inteligentes y buenas por nuestro estado?”.

Los salarios de los docentes en Virginia Occidental son los terceros más bajos de Estados Unidos, con salarios anuales que parten de apenas 32.000 dólares para un docente nuevo.

20.000 docentes y 13.000 funcionarios participaron de la medida de fuerza y consiguieron hacer historia al obtener el aumento salarial y que se mejoren las asistencias médicas.

También los docentes de Oklahoma parecen dispuestos a exigir mejores salarios a través de una huelga, mientras estudiantes de posgrado de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign están en su segunda semana de huelga en demanda de aumentos salariales y seguros médicos para los estudiantes de posgrado que trabajan en la universidad.

Con información de Democracy Now!

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