Esta semana he estado siguiendo de cerca las experiencias de Tomás Hirsch, el candidato chileno del Partido Humanista a Diputado por el distrito 11 porque su esposa y mi buena amiga, Juanita Vergara, me invitó en mayo a venir a Santiago para las elecciones, hace ya seis meses, porque sentía que el panorama político había cambiado y que Chile se estaba preparando para hacer un ajuste histórico de dirección y era posible que se atreviera a darse una oportunidad política para el humanismo.

La semana de intensa actividad ha terminado con la votación. Durante el día estuvimos en tres centros de votación, uno en la zona alta de Las Condes, donde viven los ricos y famosos.  Cientos de personas bien vestidas, pero principalmente residentes mayores de Santiago de Chile que se alineaban para votar.  Incluso gente en sillas de ruedas y algunos caminando con muletas llegaban a cumplir con su deber cívico.

Más tarde fuimos al Peñalolén para acompañar a Tomás a votar. Aquí la población local tiene un perfil completamente diferente: más jóvenes, menos acomodados, más niños acompañantes.  El día se estaba poniendo más caluroso y las multitudes buscaban mantenerse alejadas del sol que ya quemaba.

En nuestra tercera visita a las mesas electorales, para acompañar a Juanita, encontramos el mismo entusiasmo por votar, a pesar de que en general la participación nacional apenas alcanzó el 50%. Dondequiera que íbamos, en las dos últimas mesas de votación, nos encontrábamos con gente feliz de saludar a Tomás y prometerle su apoyo.  En La Reina, una mujer en silla de ruedas dijo: «¡Te quiero, Tomás! Puedes contar con mi apoyo.» Este es un hombre que lleva 25 años trabajando arduamente para representar a la gente de este barrio y en muchas partes del país tiene leales seguidores después de dos campañas presidenciales y miles de kilómetros de viajes de norte a sur de este curioso país, ubicado entre las montañas de Los Andes y el Océano Pacífico.

Esta campaña iba a ser la última, después de haber decidido que si no lo conseguía esta vez, no había esperanza de que el proyecto del Partido Humanista continuara a través de él y que tuviera el impulso, la motivación y la energía vital suficientes para llevarlo a cabo.

Acabamos de regresar de la sede central del partido, desde donde se implementó la campaña en detalle y con mucho trabajo de docenas de voluntarios trabajando autónomamente y en complemento: se repartieron decenas de miles de panfletos y se levantaron centenares de afiches instalados en marcos de madera conocidos localmente como «palomas» por todo el distrito. Esperamos mientras se contaban los votos de 2.053 mesas con hasta 300 votantes inscritos en cada una de ellas.

El resultado ha sido francamente espectacular. En un distrito que hace ingresar a 6 diputados al Congreso chileno y que votó abrumadoramente a favor de los partidos de derecha, sólo uno provino de la izquierda: Tomás Hirsch.  La coalición de partidos, incluido el Partido Humanista -conocido como Frente Amplio- obtuvo el 17% de los votos, con un 7% para el Partido Humanista, y 23.635 para Hirsch personalmente.

Hirsch esperó hasta que el 90% de las mesas hubieran sido escrutada, para asegurarse de que el 0.75% de ventaja sobre su rival más cercano fuera inexpugnable antes de hablar finalmente con la gente reunida en el local, cuyo nivel de excitación estaba alcanzando niveles estratosféricos por entonces. Empezó dando las gracias a todos, a su equipo y a su familia, incluyendo a su hija, que, estando embarazada, coordinó gran parte de las actividades del equipo de campaña.  Les agradeció su dedicación a un proyecto que en algunos casos ha durado 30 años.  Aclaró que su rol como candidato es sólo uno de las muchas funciones que se requieren para desarrollar un proyecto de tanta audacia.  Hizo especial referencia a la primera humanista elegida, Laura Rodríguez, que representó a este distrito en el primer gobierno post-dictatorial en 1990 y que murió trágicamente antes de terminar su período en el Congreso: su contribución sigue siendo reconocida por la gente a pesar de que muchos de sus planes quedaran inconclusos y luego fueran rechazados por los sucesivos representantes electos del distrito.  Dio las gracias a la candidata presidencial del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, por el tremendo trabajo hecho en esta campaña, inspirando a la gente, especialmente a las mujeres, donde sea que fuera.  También agradeció a Silo, el guía espiritual y activista por el cambio social no violento, cuya inspiración llevó a la creación del Partido Humanista en 1984.

Para sumar a la alegría del Partido Humanista, se han elegido también otros cuatro candidatos a diputado que se postulan por el Partido Humanista, lo que hace un total de 21 diputados en el Frente Amplio, o sea el 14% de los 155 escaños del Congreso chileno. Siete concejales locales también han sido elegidos desde las filas del Partido Humanista.

La conformación del Congreso chileno ha cambiado dramáticamente, y desde allí, los humanistas y colegas del Frente Amplio podrán desarrollar proyectos de leyes que reflejen verdaderamente las necesidades e intereses de la gente común y corriente de este país, que tiene uno de los peores índices de desigualdad del mundo.

No está claro en este momento si el próximo Presidente será el derechista Sebastián Piñera, que hará todo lo posible para hacer retroceder a todos y cada uno de los avances mínimos en la distribución de la riqueza que fueran implementados por el actual gobierno de Michelle Bachelet, en beneficio de los ricos, o si será el sucesor del partido de Bachelet, Alejandro Guiller, quien no debe ser tan malo como Piñera, pero que seguirá manteniendo y profundizando el modelo neoliberal de privatización de los servicios públicos y la venta barata de los recursos naturales del país.

Lo que está claro es que, cualquiera que sea elegido, se enfrentará a una oposición formidable de representantes dedicados, sensibles y centrados en las personas que harán todo lo posible por poner el valor de la vida humana en el centro de su programa de cambio social. Y aunque el hecho de estar en oposición dificulta la aprobación de sus proyectos, el trabajo que podrán desarrollar en sus comunidades para mejorar realmente la vida de las personas que representan debe ser un efecto inspirador de demostración de cómo otro Chile es posible y cómo otro mundo es posible.

Esta noche, antes de ir a ver el desarrollo del conteo de votos, Tomás me dijo: «Si no salgo elegido, tengo un plan, voy a reservar un día festivo para Italia», lo siento Tomy, pero ese día festivo tendrá que esperar. Ahora empieza el verdadero trabajo.  Ahora es el momento de que tú y tu equipo conviertan el conjunto de ideales en un manifiesto brillante e inspirador, en un conjunto de pasos concretos y proyectos que puedan ser llevados a cabo y luego evaluados por las personas que te eligieron.

Seguro que contarás con el gran apoyo de todos los movimientos sociales que conforman el Frente Amplio, y seguro que Pressenza estará ahí en cada paso del camino para cubrir todo lo que tú y tus colegas estarán haciendo.

¡Felicitaciones!