Por Antonio Rondón García, enviado especial

El festival juvenil en Sochi lanza hoy una afirmación lapidaria: un bloqueo económico, comercial y financiero como el impuesto por Estados Unidos a Cuba atenta contra el diálogo entre las naciones.

Aunque la votación contra la política de cerco económico de Washington contra la isla caribeña en la Asamblea General de la ONU cuentan con el apoyo de la mayoría de los países del orbe desde 1992, ello suena más sólido cuando se hace en el espacio de un festival juvenil.

Más aún cuando de ello habla el presidente de la Duma Estatal (cámara baja rusa), Viacheslav Voloshin, al asistir a un panel parlamentario del XIX Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, celebrado desde el pasado sábado en el Parque Olímpico de este sureño balneario ruso.

Los bloqueos para nada ayudan al diálogo y nos satisface que pese al cerco económico estadounidense y las restricciones draconianas, Cuba pudo salir adelante, ustedes lo lograron. Viva Cuba, exclamó Voloshin ante un variopinto auditorio de jóvenes.

Por cierto, a consecuencia de las sanciones aplicadas por Estados Unidos, de cierta forma salió fortalecida Cuba, opinó Voloshin.

Yo estuve en la despedida de duelo del comandante Fidel Castro, en Cuba y todos los dirigentes de otras naciones asistentes a esa ceremonia tan triste destacaron los grandes logros de ese país, algo que fue una opinión general, comentó.

El bloqueo representa una gran desafio para la Isla de la Libertad, pero su pueblo interiorizó la necesidad de la lucha por la independencia y la libertad de su nación, subrayó en referencia a Cuba.

Como usted mismo dijo, las sanciones también fueron aplicadas a Rusia, entre otros países, pero esa acción en realidad tiene un carácter destructivo, pues es la política de la ausencia del diálogo, señaló al responder a una pregunta de un delegado cubano.

Las consecuencias de esa política también la podemos ver en lo que ocurre en Libia, Afganistán, Iraq o Siria, señaló el dirigente ruso.

Todo eso es consecuencia de las acciones de un país que, incluso sin consultar a su pueblo, impone al mundo recetas de conducta y se inmiscuye en los asuntos internos de estados como el suyo (Cuba), representado en este festival, apuntó.

Esa política no lleva a ninguna parte y nosotros debemos hacer todo lo posible para que los problemas se resuelvan en la mesa de negociaciones, con participación de las Naciones Unidas, una estructura internacional que fue creada, precisamente, para eso, consideró Voloshin.

Cuando se trata de las estructuras parlamentarias, nosotros hacemos todo lo posible para que esa vía de comunicación trabaje lo más efectivo posible, afirmó en un panel del Centro de Eventos de Sochi.

Voloshin recordó que el pasado miércoles concluyó en San Petersburgo la 137 Asamblea de la Unión Interparlamentaria (UIP), donde están representadas 173 países de todo el orbe. De las grandes potencias el único ausente es Estados Unidos, observó.

Así tenemos que el país que pretende enseñar a los demás a cómo vivir y cómo construir la democracia, en realidad está ajeno a mantener un diálogo en un foro como la UIP, denunció.

Tenemos que de 193 estados que componen la ONU, casi todos están en la UIP. Sería fácil participar en un diálogo, pues ahí esta Rusia, China, la India y muchos otros estados, pero el Congreso norteamericano considera que ese espacio de intercambio no le hace falta, opinó.

Por ello, si se tiene un concepto como ese del ejercicio del dialogo se pueden cometer errores, estimó.

Nuestro país está bajo sanciones por varios años que provocó una reducción del Producto Interno Bruto, pero la política económica aplicada por nuestro gobierno permitió la salida de la recesión y el registro de algunos rasgos de crecimiento, constató.

Las palabras de Voloshin resumieron el rechazo que la mayoría de las delegaciones en este festival expresa contra las políticas de sanciones, entre las cuales el bloqueo estadounidense de más de medio siglo contra Cuba sale muy mal parado en Sochi.

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