Ayer miércoles 12 de julio fue  un día histórico en Cataluña, con la aprobación por unanimidad de un importante derecho social  en el Pleno del Parlamento de Cataluña.

A continuación transcribimos la intervención de Diosdado Toledano en representación de la Comisión Promotora de la Renta Garantizada de Ciudadanía.

Muy honorables Presidenta del Parlamento y Presidente de la Generalidad,
honorables Consejeros y Consejeras,
señores Diputados y Señoras Diputadas,
señoras y señores invitados.

El 26 de marzo de 2014, en este mismo atril, tras presentar el proyecto de ley de la Renta Garantizada de Ciudadanía, apelamos a la responsabilidad de los señores y señoras diputados para no defraudar la esperanza que significa este importante derecho social.

Hoy, 12 de julio 2017, será una fecha histórica que recordará el pueblo de Cataluña, especialmente su gente más vulnerable, cuando ustedes voten favorablemente la propuesta de ley.

La Renta Garantizada de Ciudadanía es un derecho social que protege y ampara a toda la ciudadanía de nuestro país. En un sistema económico injusto, inestable, inseguro, que como dijo el papa Francisco mata, este derecho social es un auténtico salva-vidas para todos.

Es, también, un importante avance en la cohesión social, en la redistribución de la riqueza y reducción de la desigualdad, en el empoderamiento de las personas, en la mejora de sus condiciones de vida, que las hace más libres.

La pobreza en Cataluña sigue en tasas muy elevadas, la pobreza severa (últimos datos de Idescat) afecta al 6,7% de la población, crece la pobreza infantil, se extiende la pobreza laboral con la precariedad y la devaluación de los salarios, muchos pensionistas malviven con prestaciones por debajo del umbral de pobreza. En definitiva, la mejora estadística del crecimiento económico no se ha trasladado a la mayoría social, ni a la población más vulnerable.

Acabar con la pobreza, exige también, otras medidas, otras políticas, que vayan a la raíz de su causa. Hay que avanzar hacia el pleno empleo en condiciones estables y dignas, repartiendo el trabajo y la riqueza, reforzando y mejorando el sistema de protección social.

Esta larga lucha por la Renta Garantizada de Ciudadanía, rescatando del olvido el artº 24.3 del Estatuto de autonomía refrendado en 2006, culmina hoy, gracias al esfuerzo y la colaboración de mucha gente solidaria: de las 121.191 personas que firmaron la iniciativa legislativa popular, del trabajo de cientos de personas fedatarias, y miles de colaboradores/as, al apoyo de 76 entidades cívicas, sociales y políticas representativas de una amplia pluralidad en la sociedad, a las mociones de apoyo de 52 ayuntamientos y del Consejo del Valle de Aran, que representan a una mayoría de la ciudadanía de nuestro país.

En esta gran tarea, queremos reconocer el trabajo de los diputados y diputadas, asesores/as, al letrado sr. Xavier Muro, que han participado en la ponencia a lo largo de dos legislaturas. Gracias a su actitud dialogante, a su voluntad de llegar a un compromiso para hacer efectiva esta ley, se han podido sortear todos los obstáculos. Todos hemos realizado concesiones, sobre nuestras posiciones iniciales, hasta conseguir un amplio consenso en la redacción de esta ley.

En este proceso, el acuerdo firmado el pasado 15 de mayo, entre los representantes del gobierno de la Generalitat y de la Comisión Promotora, tras una negociación intensa, superando distancias y dificultades, ha sido un paso decisivo que allanó el camino hasta llegar a la práctica unanimidad en la ponencia, y después, en la Comisión de trabajo.

Para valorar esta ley, no basta con el debate riguroso y jurídico en el Parlamento, hay que acercarse y dialogar con la gente más vulnerable, informar y escuchar sus opiniones, atender sus necesidades y sentimientos.

En un reciente acto en Girona, con la gente golpeada por el paro de larga duración, amenazados por desahucios, señoras mayores, nuevos catalanes y novísimas catalanas, tras explicarles el contenido de la propuesta de ley, y responder a sus dudas y preguntas, me abrazaron con un calor humano excepcional, la alegría y la esperanza iluminaban sus rostros, sus frases de agradecimiento aún resuenan en mi cabeza.

Estos abrazos, estas emociones de esperanza, de agradecimiento, quiero compartirlos con todos ustedes, con quienes con su voto darán luz a esta ley, con el gobierno que deberá arremangarse ser para implementar la ley, con todas las entidades y personas que han hecho posible llegar a la meta, naturalmente con todos los activistas que han participado en la Comisión Promotora.

Quiero recordar a todas las personas que a lo largo de estos años han sufrido las consecuencias de la pobreza, a los que nos han abandonado víctimas de la desesperación. Su sufrimiento y esperanzas han sido el combustible que nos ha hecho perseverar hasta alcanzar este gran derecho social

Finalmente, algunas reflexiones en voz alta. ¿Se imaginan cómo sería nuestra sociedad si esta ley se hubiera aprobado el año siguiente de aprobarse el Estatuto de autonomía? ¿Cuánto dolor se habría evitado? ¿Cómo es posible que una propuesta de ley tramitada por vía de urgencia haya tardado tanto? Acaso, ¿no debería mejorarse la ley de la iniciativa legislativa popular para evitar que se repita este exasperante retraso?

Les anunciamos, que la Comisión Promotora continuará su trabajo para informar sobre esta ley y ayudar a su plena implementación.

Gracias de nuevo por escuchar mis palabras. Les aseguro, que una vez aprueben esta ley, esta noche, dormiré muy feliz. Estoy seguro qué ustedes también.