Investigación policial contra un miembro de Sendero Luminoso en el Alto Huallaga llevó a interceptar las comunicaciones del maderero Julio Méndez, contacto del hombre de confianza de Ollanta Humala: el militar Amílcar Gómez Amasifuen. En las escuchas se hallaron las pistas originarias de la presunta compra de testigos en el juicio por las ejecuciones en la base contraterrorista de la zona.

por Óscar Castilla C. y Jonathan Castro

A mediados de abril de 2011, la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote) interrogó al narcosubversivo de Sendero Luminoso, Marcelino Gaspar Villar, alias ‘Yebeto’. Su detención se había producido en Aucayacu el 6 de abril, apenas cuatro días antes de la primera vuelta electoral. ‘Yebeto’ había comandado varias acciones subversivas en el margen derecho del río Huallaga por encargo de Florencio Flores Hala, ‘Artemio’.

Para esta investigación Ojo-Publico.com accedió al documento del interrogatorio en el que el subversivo ‘Yebeto’ afirmó que conocía a una persona clave que ‘Artemio’ quería utilizar para entablar contacto con el entonces candidato a la presidencia Ollanta Humala en el 2006: el maderero del Alto Huallaga, Julio Méndez Huamán.

“En esa época estaba a punto de ser elegido presidente y en su plan de gobierno [de Humala] ‘Artemio’ había leído que éste mencionaba una amnistía para todos los que estaban involucrados en denuncias de derechos humanos de la época de los 80, 90 y 2000, tanto militares como policías y senderistas. Eso, en esa época, le interesó a ‘Artemio’ y quería deponer las armas con esa amnistía. Por ello buscó a Julio Méndez, quien le dijo que era amigo de Humala para coordinar con él mismo un acuerdo para la amnistía general si este era elegido”, dijo Gaspar Villar en una declaración desconocida hasta ahora.

ESLABÓN PERDIDO. Las llamadas realizadas por Marcelino Gaspar Villar, alias ‘Yebeto’, condujeron a Julio Méndez, Amílcar Gómez, y de ahí al círculo cercano a Humala. Las conversaciones dieron pistas del presunto pago a testigos en el Caso Madre Mía.

 

Según el relato de ‘Yebeto’, Julio Méndez conoció a Humala cuando este último era jefe de la base antisubversiva en Madre Mía (Alto Huallaga), pues la tropa de dicho cuartel pasaba por sus terrenos, y por eso el candidato presidencial le pidió ayuda en el 2006 cuando se vio acorralado por las denuncias por violación de derechos humanos en la zona.

“El mismo 2006, Humala llamó a Julio Méndez diciéndole que había una denuncia por Derechos Humanos contra él por un asesinato en el caserío de Madre Mía, pidiéndole a Julio Méndez que converse con la familia del asesinado, ya que eran del caserío de La Morada para que lleguen a un acuerdo en que Humala no había cometido el asesinato”, dijo ‘Yebeto’.

Ya en marzo del 2011, la Dirección Ejecutiva Antidrogas (Dirandro) había empezado a escuchar las comunicaciones de Julio Méndez, pues “Yebeto” –ya objeto de interceptaciones telefónicas– se comunicaba con él. Entre el 1 de marzo y el 1 de abril del 2011, el expediente madre del ‘chuponeo’ a la cúpula del nacionalismo, sólo registra comunicaciones grabadas a Méndez.

REGLAJE. La Policía Antidrogas captó a Amílcar Gómez Amasifuen entregando dinero al hijo del testigo Jorge Ávila las afuera del Banco de la Nación de la Av. Javier Prado (Miraflores). No fue el único escenario en el que fue captado el militar. / Ojo-Publico.com 

 

La Dirandro detectó que en solo 30 días Julio Méndez se comunicó 29 ocasiones con un hombre de máxima confianza de Humala, el suboficial EP Amílcar Gómez Amasifuen. En las escuchas entre Méndez y Gómez, se habla de entregas de dinero, de actividades personales de Humala y del caso de asesinato y desaparición en Madre Mía.

A raíz de eso la Policía Antidrogas inició el proceso de escucha telefónica de Gómez Amasifuen el 1 de abril, al mismo tiempo que ejecutaba un proceso de vigilancia y seguimiento en la Sala Penal Anticorrupción, en donde el militar y hombre de confianza de Humala era procesado junto con Jorge Ávila y Robinson Gómez Reátegui por el soborno de testigos de las presuntas ejecuciones que habría cometido Humala en la base de Madre Mía. Así empezó la investigación del Caso ‘Humo’.

Un equipo especial de la Dirandro, con el apoyo de efectivos del programa Constelación, realizó el seguimiento de Gómez Amasifuen mientras sobornaba al testigo Jorge Ávila y acompañaba al hijo de este al Banco de la Nación. Dos semanas después de la grabación, los videos del seguimiento acabaron en un diario local.

El militar que participó junto a Humala en el levantamiento de Locumba (Tacna) también fue grabado mientras se encontraba en una actividad proselitista del Partido Nacionalista en San Juan de Lurigancho y saliendo de la empresa de transportes Flores, en La Victoria, en compañía de otro interceptado, Wilfredo Calderón, apodado como ‘Polo’ por los agentes de Constelación.

NO PASÓ DESAPERCIBIDO. Amílcar Gómez fue seguido mientras realizaba tareas proselitistas  en San Juan de Lurigancho, como recogiendo material electoral vinculado al Partido Nacionalista en el Centro de Lima. En las fotos del nivel superior, el hombre de confianza de Humala aparece de blanco y en la parte inferior de rojo. / Ojo-Publico.com

 

Tres personas del entorno más cercano de Humala, que se comunicaban con Gómez Amasifuen, fueron escuchados a partir de la segunda semana de abril del 2011: el asesor desde la primera campaña electoral, Adrián Villafuerte; el tesorero del Partido Nacionalista, Julio Torres Aliaga; y la secretaria de comunicaciones, Cynthya Montes. A través de ellos la Dirandro obtuvo información de sus conversaciones con Humala, Nadine Heredia, Eduardo Roy Gates, Salomón Lerner y Daniel Abugattás, entre otros.

En ese sentido, anoche, la fiscalía emitió un comunicado señalando que los teléfonos de Humala y Nadine Heredia no fueron interceptados en la investigación que se originó para detener al terrorista ‘Artemio’.

La Dirandro solo conservó las grabaciones relacionadas a las finanzas del Partido Nacionalista y a la presunta compra de testigos del caso Madre Mía, las cuales permanecieron en el olvido durante la presidencia de Humala. Recién ahora empieza a conocerse toda la historia.

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