Llamada a la acción

Women Ban the Bomb es una iniciativa dirigida por mujeres que fortalecerá a los movimientos que están en la primera fila de la resistencia, entre ellos la Marcha de las Mujeres en Washington. Reunirá a personas de todos los géneros, orientaciones sexuales, edades, razas, nacionalidades, culturas, creencias religiosas y afiliaciones políticas para marchar juntos el sábado 17 de junio del 2017 en Nueva York, y en todo el mundo, apoyando las negociaciones que se están llevando a cabo en la Organización de las Naciones Unidas para acordar un tratado de prohibición de las armas nucleares.

Valores y principios

Las armas nucleares representan una amenaza directa a la Madre Tierra, a nuestro aire, agua, clima y fuentes de alimento. La crisis humanitaria que provocaría incluso una sola detonación nuclear, intencionada o accidental, aplastaría a nuestro planeta y a nuestras comunidades. Una elite muy pequeña tiene el control de estas armas: los líderes de los gobiernos de los pocos países que decidieron que tienen el derecho de amenazar a los demás con extinguir la vida de todo el planeta o con cometer genocidios que acaben con sociedades enteras. El impacto de cualquier tipo de uso de un arma nuclear tendría alcances en todo el mundo.

Nuestras Convicciones:

  • Un mundo sin armas nucleares no sólo es posible, sino que es necesario para asegurar nuestra supervivencia. La humanidad tiene el derecho de vivir dignamente, sin el miedo constante de ser aniquilada por un arma nuclear.
  • La posesión, uso o amenaza de uso de armas nucleares es moralmente aborrecible y va en contra de los principios de la humanidad.
  • Cualquier tipo de detonación nuclear, ya sea intencionada o accidental, provocaría una crisis humanitaria de proporciones catastróficas.
  • Nuestros gobiernos tienen el deber de hacer lo que sea mejor para todos, y eso deberían hacer en vez de invertir en armas de destrucción masiva que sólo traen muerte, pobreza y guerra.
  • Los recursos económicos y científicos que actualmente se están derrochando en arsenales de armas nucleares deberían usarse para aumentar la igualdad económica y justicia social y para solucionar las graves crisis ecológicas que hemos provocado (el cambio climático, por ejemplo).
  • Los pueblos indígenas y colonizados han sufrido una gran parte de las consecuencias de la devastación que han provocado las armas nucleares: la extracción de uranio, las pruebas de armas nucleares en sus territorios, el almacenamiento, transporte y deshecho de plutonio y residuos radiactivos, y el robo de tierras que se usan para las instalaciones relacionadas con estas armas. Hay que detener la destrucción de la tierra, agua y aire de los pueblos indígenas, y debemos devolverles lo que es suyo e indemnizarlos por haberlos atormentado por generaciones enteras.
  • Acordar un tratado de prohibición de armas nucleares, con o sin la participación de países que poseen armas, es un paso necesario hacia la eliminación definitiva. Un tratado prohibiría que cualquier país que haya firmado posea armas nucleares e impondría sanciones económicas, legales, políticas y sociales para todos los países que las posean. Se agudizaría el estigma en contra de las armas nucleares, lo que haría más fácil la eliminación definitiva.

Propósito y Metas

Basándonos en estas convicciones, nos uniremos para apoyar el tratado de prohibición mundial de las armas nucleares, considerándolo un paso hacia la eliminación definitiva. Valoramos la valentía de aquellos países que decidieron participar de las negociaciones para llegar al tratado de prohibición; se han rehusado a ceder frente al poder de los países que amenazan con extinguirnos a todos.

Queremos aunar la resistencia de estos países con la lucha por la justicia económica y social en la que están comprometidas tantas personas en todo el mundo. Valoramos la lucha de las comunidades de personas de color, entre ellas la lucha de las mujeres negras, morenas y latinas que están tratando que las personas se den cuenta de la violencia estructural que yace detrás de los problemas medioambientales, que incluyen los problemas relacionados con las armas nucleares, pero también otros asuntos más generales, como la falta de acceso a agua limpia.

Marcharemos el sábado 17 de junio en Nueva York: 

  • Para hacer una llamada a que nos unamos todos para proteger a la Madre Tierra de la destrucción.
  • Para aumentar la conciencia de que las personas de todos los países tienen la responsabilidad moral de luchar por el desarme nuclear y por la seguridad y paz de este mundo que compartimos.
  • Para exigir que los países que poseen armas nucleares reconozcan que la gran mayoría de las personas del mundo exige que se prohíban y eliminen las armas nucleares.
  • Para eliminar la carga económica e intelectual que han significado estas armas de destrucción masiva.
  • Para que, con la ayuda de los medios de comunicación, todo el mundo se entere de esta reunión histórica en la que se está negociando un tratado de prohibición de las armas nucleares.
  • Para apoyar la resistencia de los valientes países que se han opuesto a la presión de los países que poseen armas nucleares y en la ONU votaron a favor de la negociación de este tratado.

Porqué Nos Dirigen Mujeres

Las mujeres, así como las personas de color y LGBTQIA, han tenido un rol fundamental en los movimientos por la paz y en contra de las armas nucleares. Nosotros seguimos el camino de los que antes lucharon por nuestras mismas metas. El camino que tomaron nuestras hermanas indígenas junto a su pueblo al luchar por generaciones en contra de las pruebas nucleares y la extracción de uranio. Luchamos junto a los hibakusha, sobrevivientes de las bombas atómicas que aún siguen sufriendo los efectos de los bombardeos de 1945 en Japón, y junto a los que han sufrido por las pruebas nucleares de otras partes del mundo. Invocamos el espíritu de las comunidades indígenas, de los hibakusha, y de los millones de personas que han protestado, hecho presión política, firmado peticiones y que han entregado sus vidas por la prohibición de las armas nucleares.

En 1982, llegamos al millón de personas en la manifestación en contra de la carrera armamentística de armas nucleares; 35 años después, marcharemos nuevamente, porque hoy está en juego incluso más que antes y los riesgos son aún mayores.

 

Nos Dirigen Mujeres Porque:

  • Las mujeres fuertes, valientes y con principios claros históricamente han tenido un lugar central en los movimientos por la paz y la justicia social. En 1915, un grupo muy especial de mujeres se reunió en un Congreso Internacional en La Haya, en Holanda, para protestar en contra de la Primera Guerra Mundial (que en ese entonces estaba azotando Europa) y hacer propuestas para ponerle término y prevenir las guerras en adelante. Las organizadoras fueron mujeres importantes de la Alianza Internacional por el Voto, quienes veían la conexión entre su lucha por la igualdad de derechos y la lucha por la paz. Estas mujeres rechazaban la teoría de que la guerra era inevitable, y superaron todos los obstáculos que la guerra suponía para poder reunirse. Más de 1.000 mujeres de países en guerra y neutrales se reunieron para idear una estrategia para que la Primera Guerra Mundial se terminase, y para sentar las bases para una paz permanente. En esta reunión se estableció la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad.
  • Los patriarcados de todo el mundo están satisfechos con el statu quo, que mantiene el poder del hombre blanco sobre todas las comunidades vulnerables marginalizadas. No podemos confiar en que los representantes electos y los gobiernos del mundo van a hacer lo que es mejor para nuestras comunidades, y para la Madre Tierra.

Traducido del inglés por Emilio Stanton