Este 8 de marzo, el andaluz Paco Vega comienza una nueva huelga de hambre para denunciar la feminización de la pobreza y demandar que se conceda una renta básica (en este caso, estamos hablando de lo que en otras autonomías españolas se conoce como rentas mínimas y que está contemplaza en el Estatuto de Andalucía) a todas aquellas personas que no cuentan con recursos suficientes para tener condiciones de vida digna.  Retoma «la huelga de hambre indefinida con todas las consecuencias».

Y lo ha anunciado por las redes sociales al tiempo que ha publicado una carta en la que explica las razones y pide disculpas a sus seres más queridos por la decisión que ha tomado y que reproducimos.

 

Carta abierta a la gente que quiero y me quiere

A mis hijas Raquel Vega Gonzalez y Maica Vega Gonzalez, a mi amor Yayo Nieto Vera , a mi “cuñao” Jose Diaz, a mis nietas, a Claudia Hernando Nieto, a toda la gente que quiero y me quiere, y que sería imposible de reflejar aquí.

El pasado 14 de febrero, a la par que se presentaron más de diez mil “Cartas de Amor por la Renta Básica”, presenté sendos escritos dirigidos a la Presidenta de la Junta de Andalucía y a la Consejera de Igualdad, pidiéndoles que den cumplimiento al derecho a la renta básica recogido en nuestro Estatuto de Autonomía, al menos, para que todas las mujeres víctimas de violencia de género, perciban una renta básica, que les garantice unas condiciones de vida digna y les permita la autonomía económica, que les posibilite no depender del maltratador y, de igual manera, todas las personas, que no tengan ningún ingreso, perciban dicha renta básica, que les garantice unas condiciones de vida digna, tal como recoge nuestro Estatuto de Autonomía.

En dichos escritos, hago constar los datos que se refieren, una y otra vez, a la creciente feminización de la pobreza y a que nuestra Comunidad Autónoma, año tras año, tiene el mayor índice de paro y de pobreza infantil. Así como a que la renta básica no es caridad, es un derecho recogido en nuestro Estatuto de Autonomía, hace ya diez años. Y que, como ciudadano de Andalucía, pienso que ya es hora de que se cumpla. Que ya está bien de que miles de personas, se vean obligadas a malvivir gracias a la pensión de la abuela y/o abuelo, o recurrir a los comedores sociales y, a la beneficencia, para poder hacer frente al pago de la vivienda, la luz, el agua… Muy especialmente, la renta básica es un instrumento imprescindible para dotar de libertad individual a las personas, avanzando en la igualdad de género y facilitando a las mujeres que sufren violencia una herramienta imprescindible para liberarse del maltratador.

Por último, les digo que, de no ser así, el día 8 de marzo, iniciaré una huelga de hambre indefinida, con todas las consecuencias.

Ya mantuve una huelga de hambre, durante veintitrés días, el pasado mes de noviembre, y la dejé ante las perspectivas que se abrieron en ese momento, de incluir una partida presupuestaria para la renta básica en los presupuestos de este año 2017, pero luego, lamentablemente, resultaron fallidas. Y como dije en su día, dejaba la huelga de hambre, provisionalmente, pero no la lucha y, si tenía que retomarla, la retomaría. Algo que haré el día 8 de Marzo.

Me reitero en lo que os escribí cuando inicié mi primera huelga de hambre. Soy consciente del daño que os hago y el sufrimiento que os provoco, poniéndome en huelga de hambre. Pero al igual que os dije entonces, ahora es, igualmente, una decisión pensada detenidamente y madurada.

Estoy harto de ver personas rebuscando en los contenedores de basura. Haciendo cola en los comedores sociales para poder comer. Personas que malviven gracias a la pensión de la abuela y/o abuelo. Personas que son desahuciadas de sus casas por no poder hacer frente al pago de la misma.

Personas que no pueden encender la calefacción este invierno. Personas que tienen que recurrir a los servicios sociales y a la caridad, para cubrir las necesidades más esenciales. Mujeres víctimas de la violencia de género, que tienen que seguir soportando al maltratador, por no disponer de una renta básica que les permitan liberarse del canalla. Luego, nos enteramos por los medios de comunicación de otro asesinato machista, guardamos un minuto de silencio y la vida sigue.

Esto y mucho más, que sería muy largo de exponer, ocurre en nuestra Comunidad Autónoma. Aquí y ahora. No en la pos guerra de hace ochenta años. Ahora. Ahora, año tras año, nuestra Comunidad Autónoma, sigue a la cabeza de todo el estado español y de toda la Unión Europea, en desempleo y en pobreza infantil.

Sin embargo, mientras sufrimos esta realidad cotidiana, resulta que, el derecho a la renta básica que garantice unas condiciones de vida digna, recogido en nuestro Estatuto de Autonomía para Andalucía, aprobado hace ya diez años, sigue sin aplicarse. Es obvio que la Junta de Andalucía tiene otras prioridades.

Así que como aprendí en mi juventud que las cosas se consiguen luchando, pacíficamente, por supuesto, pero luchando y, además, a mis sesenta y cuatro años, he comprobado, más de una vez que esto es así, y que a la clase obrera, nadie nos regalará nunca nada, he presentado los referidos escritos, en donde expongo la demanda del cumplimiento del derecho a la renta básica, que recoge nuestro Estatuto.

Al no haber recibo una respuesta satisfactoria a mis escritos, ni a las Cartas de Amor por la Renta Básica, el día 8 de Marzo, reinicio la huelga de hambre.

Como expuse en mi anterior escrito, es seguro que las personas que se enfrentaron al fascismo en nuestra segunda República, no pretendían hacer sufrir a sus seres queridos. Ni quienes lucharon contra la dictadura franquista. Yo por ejemplo, no quise hacer sufrir a la madre de mis hijas, cuando me metieron en la cárcel por el “grave delito” de repartir propaganda sindical, estando ella embarazada de siete meses de nuestra hija Raquel

Pero, la vida es eso. O reivindicamos nuestros derechos, o seguirá pasando el tiempo y podemos caer en el pesimismo, conformismo, apatía y espíritu derrotista. Y la renta básica no es caridad graciable, es un derecho. ¡Ya está bien!

Así que os pido perdón por el daño que os hago, pero la dignidad no se mendiga, se reivindica con fuerza. No a la feminización de la pobreza. Por el derecho a una vida digna. Renta Básica ¡YA!