Ayer se esperaba que se leyera el veredicto en el juicio que se realiza contra Milagro Sala, donde se la acusa como instigadora de un acto de repudio contra el entonces diputado Gerardo Morales, que fue agredido con tres huevos en 2009 y actualmente es el gobernador de la provincia de Jujuy.

Además de los familiares de los imputados y los equipos judiciales de la defensa, la querella y los fiscales, se encontraron en la puerta del juzgado, diversos referentes políticos de todo el país que querían acompañar a la líder de la organización barrial Tupac Amaru, que lleva más de 340 días en prisión preventiva por haber encabezado una protesta social en diciembre pasado.

La policía evitó que este grupo de diputados, legisladores y referentes sindicales y de organismos de Derechos Humanos pudieron ingresar, llegando incluso al uso de la fuerza. La diputada nacional por el Frente Para la Victoria, Mayra Mendoza fue estrangulada y sacudida por efectivos policiales, al igual que el ex ministro de trabajo, Carlos Tomada o el ex Jefe de Gobierno porteño, Andrés Ibarra.

Inusitada fue la agresión de la policía jujeña a los funcionarios públicos argentinos, como ya había sido inverosímil la agresión que sufriera la semana pasada la canciller venezolana Delcy Rodríguez en Buenos Aires.

Tras los alegatos, el juicio pasó a cuarto intermedio hasta la semana siguiente, a altas horas de la madrugada, pese a los intentos de la defensa para que la detenida arbitrariamente, Milagro Sala, pudiera pasar las navidades con su familia y en su casa.

La sala II de la Cámara Federal de Casación con los votos de los jueces Ángela E. Ledesma y Alejandro W. Slokar concedió el recurso extraordinario federal interpuesto por la defensa de Sala en un proceso donde se denuncia la privación ilegal de libertad a la que es sometida la diputada del Parlasur. Por lo tanto, será la Corte Suprema de la Nación la que deberá expedirse, puesto que el no cumplimiento de los tratados internacionales en la detención de la líder de la Tupac Amaru, solo es competencia del máximo tribunal argentino.

También en la tarde de ayer, pero en Buenos Aires, decenas de agrupaciones políticas marcharon hasta los Tribunales de Talcahuano al 600 para repudiar la brutal represión que se desató en Jujuy.

“Prisión para los genocidas y libertad para Milagro, no vamos a parar hasta que eso suceda, esto solo se puede lograr con la militancia popular”, declaró uno de los participantes a Tiempo Argentino.

“Milagro no está presa solo por ser pobre, india, negra, y luchadora: está presa por ser mujer. En términos generales existe una criminalización de la pobreza”, aseveraron desde la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional de La Plata al mismo cronista de Tiempo Argentino.

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