Por La Garganta Poderosa

Nos van a tener que disculpar esta vez, todos los paracaidistas recién aterrizados sobre los textos paranoticiosos de los medios paraperiodísticos que hayan comprado, en la tienda de la comunicación paraelmercado. ¿No basta la mera existencia de los Paralímpicos, para desmentir la esencia de los Olímpicos? Nos van a tener que disculpar, pero paranosotros sigue siendo imposible comprender el paradigma. No tenemos esa capacidad. Somos discapacitados. O no tanto, porque aún tenemos la capacidad de hacernos preguntas: debemos ser paracapacitados. Y sí, suena un poco paradójico, pero no sólo tenemos discapacidades importantes: somos 44 asambleas de paramilitantes coincidentes en algunas verdades y no tenemos ni siquiera dos con las mismas capacidades. Yanina Martínez, que ayer sumó una medalla de oro paranuestropaís, no tiene las mismas capacidades que Usain Bolt. A su vez, tampoco Usain Bolt tiene las mismas capacidades que Juan Martín Del Potro, pero fíjense qué curioso: ambos coexisten en la misma Villa Olímpica. Yanina, no. Paramejor, Paula Paretto y Jennifer Dahlgren son enormes deportistas argentinas y ambas compiten al unísono. Yanina, no. Pues la característica principal de nuestras capacidades radica en nuestras diferencias. De lo contrario, serían capacidades, pero no serían nuestras. Ahora, parapeor, existen también capacidades “diferentísimas”. ¿O qué otra razón habría para invitar después de la mesa dulce a estos 4350 deportistas de alto rendimiento de 176 países, que llegan para competir en distintas categorías de los mismos deportes? Sos liviano. Y si tenés unos kilos más, sos pesado. Pero si tenés una pierna menos, sos paraproblemas. ¿Tendrá la capacidad el Comité Olímpico, el INADI o al menos Gonzalo Bonadeo, de argumentar algún justificativo parasemejantediscriminación naturalizada desde 1960? Wikipedia no la tiene: paraleer la palabra “paralímpico”, en su definición de los Juegos, uno debe sortear antes 17.568 caracteres. Ahora, supongamos que no, que no hay mala voluntad, que Nike representa el espíritu olímpico, que Torneos y Competencias tiene sentimientos, que los sponsors se quedaron sin plata en agosto y que nadie tiene la culpa, “porque la fragmentación se debe a la superpoblación de la villa olímpica, la superposición de competencias y las condiciones de seguridad”. Aun en tal caso, sólo parasaber, ¿no sería más razonable dividir disciplinas que dividir seres humanos? Ojo eh, todo esto sin ánimos de alterar las pautas de los diarios, ni los zócalos de las transmisiones, ni la llama olímpica que ilumina esta mancomunión entre los mortales. Todos fenómenos paranormales.