Pressenza: Desde la primera campaña presidencial que realizara el Partido Humanista, en 1993, y luego en todas las que tu encabezaras como aspirante a la Presidencia de Chile, siempre se planteó la propuesta de modificar el sistema de pensiones heredado de la Dictadura. ¿Cómo te explicas que a la ciudadanía le bajara solo ahora el fervor por este tema y que se haya convertido en el principal conflicto nacional?
Tomás Hirsch: El Partido Humanista siempre planteó la necesidad de terminar con las AFP porque comprendemos que en su mantención radica uno de los pilares el modelo neoliberal imperante en Chile desde hace 30 años. Así, ya en 1993 en nuestro Libro Naranja se proponían cuatro temas fundamentales para terminar con el modelo: Nueva Constitución; Fin a las AFP; Recuperación del Cobre; Cambio del sistema tributario.
En ese momento nuestras propuestas se veían como extrañas, incomprensibles para quienes creían en el sistema y aspiraban a beneficiarse de él. Y mientras nosotros abogábamos por el término de las AFP, los demás partidos políticos ya instalaban a algunos de sus hombres en los directorios de ellas. Mal querrían terminar con esas instituciones quienes empezaban a ganar millones de pesos a costa del precario ahorro de los trabajadores.
La ciudadanía no reaccionó entonces porque el problema le era ajeno. Casi nadie había jubilado por las AFP por lo que no se experimentaba ni se imaginaba lo que significarían las pensiones miserables que hoy entrega el sistema. Hoy son más de un millón de chilenos los que reciben pensiones de hambre. Y eso ha enrabiado a los pensionados y a sus familias. Si le agregamos los escándalos destapados en el último tiempo, con la asignación de pensiones millonarias para familiares de políticos, especialmente del presidente de la Cámara de Diputados, vemos que ese hecho tuvo el efecto de «gota que rebalsó el vaso», generando una verdadera explosión social. Todo esto se da en un contexto de corrupción enorme, coimas, cohecho, colusiones, con la ciudadanía enojada frente a tanto abuso y arbitrariedad.
En cualquier caso, así como este tema se convirtió en el mayor conflicto nacional en pocas semanas, lo mismo puede ocurrir con muchos otros temas, ya que lo que se expresa actualmente es el enojo generalizado de un pueblo que no aguanta más.
Pressenza: Anoche salió Bachelet a dar la cara por televisión respecto de este conflicto, pese a la adhesión cada vez menor que suscita y al récord de desaprobación que ha logrado por sobre cualquier otro Presidente en Chile. ¿Te parece que logrará alguna credibilidad?

Tomás Hirsch: Nada cambiará. Buscan y buscan el perdido apoyo popular y sin embargo no lo encontrarán porque no comprenden el fenómeno sicosocial que se está expresando. Su manera de pensar es puntual, no entienden de procesos. Ni siquiera se preguntan por la raíz de los conflictos, tratando solo de apagar los incendios cuando ya las praderas están quemadas.

Por lo demás todos los cambios que proponen son con letra chica y sobre todo garantizándole a los grandes capitales que mantendrán sus negocios y ventajas. No son capaces de ponerse del lado de la gente y enfrentarse a los poderes económicos. Y no tienen coraje porque están coludidos con ese poder, o peor aún, son empleados dependientes de ese mismo poder. Entonces, nada cambiará con estos anuncios de la Presidenta. La única vía es continuar con las movilizaciones hasta lograr el Fin de las AFP.
Pressenza: ¿Qué piensas, concretamente, respecto de los anuncios específicos que hizo Michelle Bachelet?
Tomás Hirsch: Son propuestas tibias que en nada modifican la concepción de las AFP como negocio, en vez de ser miradas como un Sistema de Pensiones. Probablemente con las medidas anunciadas, en el largo plazo aumentarán un poco los montos de las pensiones, pero seguirán siendo bajísimas respecto de lo que deberían ser. Continuaremos teniendo una de las tasas de reemplazo (jubilación versus último sueldo) más bajas del planeta. Los dueños de las AFP seguirán enriqueciéndose con el ahorro obligado de los chilenos y los grupos económicos continuarán beneficiándose de recursos a un costo bajísimo.
Pressenza: ¿Cuál es, en palabras simples, la propuesta humanista para Chile sobre el tema de las pensiones?

Tomás Hirsch: En palabras muy simples es: No+AFP. Fin de las AFP.

Necesitamos tener un sistema que tenga una fuerte componente solidaria, del país con sus trabajadores, de quienes ganan más con quienes ganan menos, de los jóvenes con los adultos mayores. Debe construirse el sistema de pensiones sobre otro paradigma: el de una sociedad en la que el Ser Humano es el valor central. Hoy se lo ve como una mercadería, un consumidor, un cliente, un ahorrante, pero no como Ser Humano.
Proponemos un sistema de reparto, mixto y solidario en el que se conjuguen el aporte del trabajador, del Estado y del empleador. En el que no exista lucro, en el que se inviertan los recursos en Chile para generar efectos multiplicadores en la economía nacional. Coincidimos con las propuestas realizadas por la Fundación Sol y por el economista Manuel Riesco. En otras palabras, las propuestas existen, lo que falta es la decisión política de efectivizarlas.
Pressenza: ¡Muchas gracias por esta entrevista Tomás!