El Comite por la Libertad de Milagro Sala, ocupó la Banca 25 del Concejo Deliberante. Allí se hizo uso de la palabra explicando la situación de violencia institucional, avasallamiento de los Derechos Humanos y Persecución política sobre la Tupac Amaru. Simultaneamente se realizó en las gradas una intervención fotográfica.

Este es el texto que leyó Osvaldo Bocero, representando al Comité:

Buenos días a los miembros del Honorable Concejo Deliberante y al público presente:

Desde el Comité por la libertad de Milagro Sala de Mar del Plata queremos agradecer este espacio para visibilizar y denunciar la campaña de represión  y persecución política  contra la organización Tupac Amaru en la provincia de Jujuy.  A la detención de Milagro Sala, su principal referente, se han sumado desde el 16 de enero a la fecha las de otros once militantes de esa organización.

Milagro Sala fue detenida en su casa como consecuencia de una denuncia interpuesta por el Gobierno de la provincia de Jujuy, acusada de instigación a cometer delitos y tumultos. Lo cierto es que no hacía más que ejercer, junto a otros miles de personas  sus derechos a las libertades de expresión, reunión, manifestación y petición. Los ejercían en desacuerdo y queja con medidas implementadas por el Gobernador de la Provincia Gerardo Morales que atentan gravemente contra los derechos de los trabajadores y de los movimientos sociales. Su detención es una demostración de intolerancia y de criminalización de la protesta social pacífica.

Una vez dictada la excarcelación de Milagro Sala, a punto de recuperar su libertad, se incorporaron nuevas denuncias penales, en una maniobra destinada a perpetuar su estadía en la cárcel, lo cual constituye una abierta violación de las garantías de defensa en juicio, dado que por los motivos que se imputan ningún argentino debe soportar el proceso judicial en prisión,  sin riesgo de fuga, tratándose de una destacada dirigente social y política, diputada del Parlasur.

La organización Tupac Amaru es molesta para la oligarquía local. Ha denunciado los manejos corruptos de los caciques, ha demostrado que se pueden resolver las prioridades básicas de la gente sin convertirlas en un negocio. Éste es un ejemplo peligroso, y  quieren acabar con ella eliminando a sus principales dirigentes.

Hoy las condiciones de detención de Milagro Sala y de otros delegados e integrantes de las Cooperativas de trabajo articuladas con la Agrupación Tupac Amaru merecen nuestro repudio: Hacinamiento, temperaturas bajísimas, mal trato y otras irregularidades existentes y denunciadas en distintos foros internacionales constituyen una abierta violación del estado de derecho. La situación que se vive en la provincia de Jujuy vulnera los principios democráticos y avergüenza al conjunto de nuestra población.

Hemos visitado la provincia de Jujuy recientemente y es necesario decirlo: La situación en Jujuy se asemeja a  la de una dictadura: Abuso policial, Linchamientos mediáticos, Jueces arbitrarios, Abogados defensores acosados… Todo esta orientado  al interés de desmantelar la Tupac Amaru, que en las últimas décadas ha construido en la base social una organización capaz de responder a las necesidades de vivienda, salud y educación de sus afiliados. Con ello ha hecho un gran servicio a su comunidad, pero ha evidenciado al tiempo el desinterés de las autoridades del lugar por mejorar las condiciones de vida de los jujeños.

Estos hostigamientos incluyen las detenciones ya mencionadas, el cierre de las cooperativas de trabajo, la persecución policial a sus militantes, la detención ilegal de todo aquel que tenga una remera o un buzo de la organización, el intento de expropiación de sus espacios.  Estos episodios, que son cotidianos desde el 16 de enero a la fecha configuran una matriz de violencia institucional y avasallamiento de los derechos humanos ejercida desde el Gobierno de Gerardo Morales, con la complacencia y porque no decirlo la complicidad del gobierno nacional de Mauricio Macri. La Acción Urgente emitida por Amnistía Internacional el 19 de enero, en donde se pide la libertad de Milagro Sala y otros reclamos internacionales han sido ignorados por el gobierno nacional. El caso está denunciado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y frente al Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU.

Milagro Sala y el resto de los detenidos son presos políticos,  básicamente por que están detenidos ilegalmente por decisión del Poder Político de Jujuy y hay varias razones que nos permiten sostener eso.  En primer lugar: El poder Judicial de Jujuy está disciplinado por el poder ejecutivo. Gerardo Morales asumió el 10 de diciembre y en menos de una semana amplió el número de jueces de la Corte Suprema de cinco a nueve.

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Fue el propio Gobernador quien confesó en una entrevista periodística que tiene preparadas 60 causas para ir iniciándoles una a una, lo que deja en claro que el Poder Judicial en Jujuy es una herramienta política de Morales. De las siete causas que se abrieron después del 10 de diciembre, solamente se le dictó prisión preventiva en una, después de 104 días de estar detenida. La única que se dictó, está apelada y no tiene ninguna prueba distinta que la que tenía anteriormente, lo cual habla también de la ilegalidad de la detención porque la detuvieron únicamente con las denuncias. Es una  causa iniciada por dos denuncias presentadas por Walter Morales, el hermano de Gerardo Morales y presidente del Instituto de la Vivienda, y también por Mariano Miranda, el fiscal de Estado. Parte de esos reclamos están ya en organismos internacionales, puntualmente ante la Comisión Interamericana y ante el grupo de trabajo de la Naciones Unidas por detenciones arbitrarias. Es importante señalar que  Milagro Sala tiene como cualquier parlamentario del Parlasur fueros que contemplan la inmunidad de arresto.

También desde los Comités por la Liberación de Milagro Sala denunciamos que hoy en nuestro país existe un cerco mediático, ya que los medios masivos no hablan de la ilegalidad de la detención ni muestran la obra de la Tupac Amaru, entonces se centran en el relato oficial como si fuese una verdad dada y revelada que ya condena a Milagro públicamente.

En esta nueva etapa de la Argentina, en donde el poder de las grandes empresas va desplazando al poder político, la provincia de Jujuy es un claro ejemplo de ello.

La historia reciente de nuestro país nos dice que entre el 20 y el 27 de julio de 1976, la dictadura genocida y la empresa Ledesma cortaron las luces de los pueblos de San Martín, Calilegua y El Talar, para secuestrar 400 personas, entre ellos estudiantes y militantes jujeños. Este trágico hecho se lo conoce como la Noche del Apagón.

Es un secreto a voces en Jujuy que  Carlos Pedro Blaquier (presidente del ingenio Ledesma desde 1970) le ordenó al gobernador Gerardo Morales que destruya a la Tupac Amaru, la organización que impulsó el juicio a Blaquier por dicha represión de hace 40 años.

Por si todos los argumentos jurídicos no les resultaran suficientes, hay un hecho incontrastable que marca el grado de injusticia y de arbitrariedad que sufre esta organización. Ese hecho es ni más ni menos la obra que la Tupac Amaru desarrollada en Jujuy. Se hicieron barrios en 18 ciudades de la provincia. Se construyeron 8000 viviendas, 7000 viviendas mas que las que hizo el gobierno de Mauricio Macri en ocho años de gestión en la ciudad de Buenos Aires con el presupuesto mas alto del país.  Pero además se construyeron escuelas primarias y secundarias, jardines de infantes, polideportivos, centros de salud y también de formación profesional. Si la Tupac Amaru fuera una banda de ladrones, como se los quiere estigmatizar a través del discurso oficial, serian unos ladrones un tanto extraños. Unos ladrones que roban y se la pasan haciendo casas y escuelas para la gente.  ¿Será que acaso no es políticamente correcto mostrar que un grupo de desocupados de los noventa se haya organizado para generar más obra pública, más vivienda, en forma más eficiente y más barata y contratando más gente que las empresas constructoras del sector privado?

Pero porque en Mar del Plata, en este Concejo Deliberante, hoy estamos hablando de Milagro Sala, de la Tupac Amaru y de las organizaciones sociales a las que pretenden devastar: Porque entendemos que el modelo represivo jujeño no es otra cosa que una prueba experimental de disciplinamiento social.

Mientras en distintas partes del país se alzan las voces contra las políticas de ajuste, los tarifazos, la suba de precios de los productos de la canasta familiar y contra la brutal transferencia de recursos de los sectores populares hacia los sectores concentrados de la economía, Jujuy se ha convertido en un laboratorio de políticas violentas que ya lleva 12 presos políticos y la reciente represión a los trabajadores del Ingenio Ledesma con mas de 40 heridos.

No queremos, por último, dejar de mencionar dos episodios recientes sucedidos en distintos lugares de nuestro país sobre personas que se han comprometido a luchar por esta causa. El sábado por la noche en Villa Carlos Paz, Provincia de Córdoba, 9 personas pertenecientes a la Corriente Descamisados, entre ellos dos menores y un mayor de 70 años, fueron encarcelados durante varias horas por estar pintando un mural por Milagro Sala. Al otro día, en la Capital Federal,  el departamento de la periodista Cynthia Garcia, responsable de Prensa del Comité Nacional fue violentado por desconocidos que revisaron y revolvieron todo y solo sustrajeron elementos relacionados con su profesión, documentos y material de investigación, dejando dinero y otros objetos de valor, lo que demuestra que se trata de un hecho de amedrentamiento y persecución política. 

En Mar del Plata diferentes actores sociales y políticos hace tres meses hemos conformado el Comité por la libertad de Milagro Sala. Ya existen mas de un centenar de Comités territoriales en nuestro país y  también en distintas ciudades del mundo, entre ellas México, Madrid, Roma, Bruselas y en distintas capitales de Latinoamérica.  Estos comités   tienen como objetivo exigir a las autoridades la liberación inmediata y el restablecimiento de las libertades y derechos del pueblo jujeño , visibilizar la persecución política a la que viene siendo sometida con diversas formas de hostigamiento la Organización Social Tupac Amaru. Pero aunque los encarcelen, la huella de esta organización es profunda. También lo es el afecto de millones de personas en todo el mundo por Milagro, y el resto de los detenidos  que han trabajado sin desmayo para  transformar la vida de miles de vecinos en la dirección de humanizar su pueblo

Desde el Comité por la Libertad de Milagro Sala en Mar del Plata, pedimos a los miembros del Honorable Consejo Deliberante que las actividades que venimos desarrolladas, sean declaradas de interés y se les de visibilidad y les pedimos el compromiso de trabajar mancomunadamente por un país sin presos políticos.