Artículo de Enric Duran
El contexto político actual a escala internacional, nos está permitiendo constatar con una claridad meridiana, los férreos límites del tan pretendido cambio social liderado por la via institucional.
 
Por un lado, las experiencias políticas de nuevas izquierdas en América latina, han demostrado tener un escaso impacto en las vida política real en diversos paises donde han tenido posibilidad de gobernar y sobretodo una gran dificultad para sostener procesos a largo plazo, dada su dependencia de los procesos electorales donde los lobbies y medios corporativos privados tienen consabidas estrategias con todo menos fairplay, para tumbar gobiernos, miremos sin ir más lejos lo que ha pasado en Brasil hace unas pocas semanas.
 
Por otro lado la trayectoria del gobierno de Grecia este último año, es una obra maestra para aprender cómo tomar el gobierno no es tomar el poder -caso comentado más en detalle en este artículo  https://www.diagonalperiodico.net/global/28173-ni-dentro-ni-fuera-hacia-comunidad-socioeconomica-pueblos-europa.html
 
Por su lado en el Estado Español, donde repetir elecciones no ha servido para ir un paso más allá del que demuestra  “como las mayorías claras en las calles y en las redes sociales, no sirven para crear mayorias parlamentarias”
 
Allí, el movimiento 15M consiguió en 30 dias, echar patas arriba el imaginario político de varias generaciones, pero su pretendida consequencia política no ha podido en más de dos años, ser decisivo ni tan solo a través de un programa para realizar políticas institucionales de tipo socialdemócrata.
 
En el mismo país, en el primer año de trayectoria de las llamadas ciudades del cambio hemos visto que si bien el discurso y el talante han podido mejorar de manera significativa, en las decisiones clave, la dependencia del sistema capitalista y de las jerarquías estatales no han hecho posible por ejemplo ni  tan solo asumir medidas humanitarias, con los desalojos o acoger a refugiados. Ya no hablemos de medidas estructurales.  
A cambio de esas reformas pírricas, una generación de activistas experimentados y reconocidos en las calles, se ha visto immersos en una dinámica institucional que inhabilita su capacidad de ruptura desobediente.  
Así, esa realidad, está muy lejos de aquella propuesta del municipalismo libertario de Bookchin, que cuando se llegaba al gobierno muncipal, proponía disolverlo y llamar a una asamblea popular.  En su lugar, los llamados herederos del 15M cuando llegan a los ayuntamientos, estan sacrificando su compromiso desobediente para encorsetarse en la burocracia y las jerarquias de las instituciones de gobierno, un sistema atado y bien atado.  
 
En cambio después de haber dejado el 15M atras, la capacidad de acción de un movimiento desobediente masivo no se ha profundizado lo suficiente, aunque el impacto de las ocupaciones de la PAH en el estado español por ejemplo, es una buena muestra de lo que se puede llegar a  llevar acabo.   
En este sentido hay dos preguntas estratégicas que dejo en el aire.
 
La primera: ‘¿Qué es más factible conseguir que más del 50% de la población vote partidos que cuestionen a través de su programa -no realizado- el orden establecido o que el 5% que es sabido que cuestiona radicalmente ese orden, se organize de forma autónoma y desobediente mostrando en la práctica como puede ser el otro mundo que llevamos dentro?
 
La segunda: ¿De que forma es más posible conseguir poder real para transformar las cosas, tratando de reformar la economía desde gobiernos que no tienen el poder bancario ni de emisión monetaria que el tratado de Lisboa regaló al BCE, o tratando de construir otra economía, con nuevas soberanias, bancarias y monetarias?
 
Añadiendo otras perspectivas, podemos analizar como en diversos lugares del mundo procesos de base, que estan basados en la construcción paulatina y desde abajo, de autonomia democrática, como los Zapatistas en Chiapas, o los Kurdos en Rojava y Bakur, siguen  desarrollandose con solidez y con fuerza, pese a tener a Estados usando fuerte violencia en su contra año tras año.
 
Resulta significativo que mientras los procesos de cambio radical más inspiradores de las últimas decadas, tienen en común que se hacen desde abajo al margen del Estado, en Europa, millones de anticapitalistas, prefieren darse cabezazos una y otra vez con el sistema parlamentario estatal sin conseguir lo que pretenden y renunciando a buena parte de su discurso y valores en el camino, en lugar de  priorizar contribuir a la extensión de las iniciativas autogestionarias que con fuerza real, aunque lejos de toda la que se podría si se contara con todos esos apoyos, siguen transicionando desde abajo hacia otra sociedad.
 
A nivel planetario, si este siglo empezó con movimientos de resistencia al sistema de globalización neoliberal, y continuó con foros sociales que constataban que otro mundo es posible, ahora en la segunda decena del siglo XXI, es la era de la construcción de esos otros mundos.
 
Incluso en Europa,  esas iniciativas autogestionarias que se oponen a los Estados existentes, no solo no se han venido abajo, con tanta hegemonia parlamentarista en los últimos años, sino que seguimos avanzando y enfocando nuevos retos.
 
Así por ejemplo la Cooperativa integral Catalana, es una realidad ya con un nivel de consolidación significativa tras 6 años más de 700 proyectos y diversos miles de participantes.  Otras cooperativas integrales y proyectos afines, se estan extendiendo especialmente a diversas regiones del sur de Europa. También se extienden movimientos como la agricultura apoyada por la comunidad, las empresas recuperadas por los trabajadores y las experiencia de economia comunal, que construyen prácticas en que la reciprocidad y el don,  predominan sobre el mercado.
Estas realidades prefigurativas, aunque incipientes, se hacen más fuertes a través del trabajo en red y transversalizando sus intercolaboraciones a nivel local.
 
Son miles las prácticas de monedas sociales, grupos de consumo, centros sociales autogestionarios, escuelas libres, y autónomas, grupos de solidaridad con refugiados con o sin papeles,  que desafian el modelo capitalista y el rol predominante de la legalidad estatal; siendo caldo de cultivo vivo para la extensión de un movimiento rupturista con lo establecido, desobediente con los Estados, para construir una nueva soberania colectiva en base a la autodeterminación y autoorganización de comunidades de seres humanos libres.
 
Para potenciar los espacios de colaboracion internacionales (o para ser más precisos, interautónomos y intercomunales) se creó FairCoop, un ecosistema global y multilocal que contribuye al proceso de construcción de otra economía para otra sociedad, compartiendo principios de revolución integral como son, la participación abierta y asamblearia, el no reconocimiento de los Estados como sujetos legítimos y por tanto la desobediencia integral para alimentar la construcción de otras formas de convivencia y autogobierno.
 
Faircoop recupera los principios de la revolución integral como proceso de transición radical al margen del sistema actual, en todos los ámbitos de la vida y construye en coherencia con los mismos un ecosistema de proyectos, recursos y herramientas que tiene como objetivo facilitar procesos de revolución integral en cualquier parte del mundo, es decir procesos de construcción de autogestión y autonomia democrática a todas las escalas, local, regional y global.
 
Entre ellos Faircoin, una moneda social p2p que busca financiar esos procesos autogestionarios,  e interconectar a cualquier escala, iniciativas de otra economía (desde la economía solidaria a la economía comunal), reforzando la labor que hacen ya los movimientos que habitualmente a escala local, utilizan y promueven las monedas sociales.
Además Faircoin pretende actualizar las tecnologías que usan esos sistemas monetarios alternativos, haciéndolos así más fuertes y resistentes a hipotéticos ataques institucionales. (Si quieres leer más detalle sobre ello, leete el anexo sobre Faircoin 2)
 
Es momento de hacer realidad la conjetura de Galeano “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”
 
y aplicarla tambien a algunas cosas más grandes, como por ejemplo a generar herramientas para la articulación de todas esas cosas pequeñas y aplicar  metodologías que se han mostrado exitosas para respetar la diversidad de todos los participantes como el confederalismo democrático que siendo una forma de organización política antigua en lugares como la península ibérica, ahora los kurdos estan popularizando.
 
Despues de tantos esfuerzos dedicados a la via institucional, que tal si le damos un tirón bien grande a la via autogestionaria?
Sabes que? Responder que sí, es mucho más que un voto, es afirmar que quieres hacer de tu vida un ejemplo del mundo que llevas dentro, es decir conjurar teoría y práctica.  Responder que sí, es entrar en una dimensión en que ya no dependemos de si ellos son más que nosotros para tener éxito; tanto si somos miles como si llegamos a ser millones,  dependeremos de nosotros mismos y hasta donde estemos dispuestos a llevar para hacer realidad nuestros sueños.  Te atreves?
 
Anexo Faircoin 2
 
En esta postdata, queremos entrar con más detalle al nivel tecnológico sin generar una barrera de acceso a la parte principal del artículo. El invento del blockchain y sus consecuencias para iniciativas monetarias y sistemas contractuales, está llevando rápidamente a un escenario en que la centralización de Estados, Cortes judiciales  y Bancos centrales deja de ser necesaria, para generar un sistema económico, político y jurídico autónomo.
El blockchain o cadena de bloques, permite contabilizar operaciones económicas de una forma incorruptible y no manipulable gracias a la combinación de encriptación y decentralizacion en centenares de ordenadores que disponen de la misma información sobre todo el sistema.  
 
Aun así, el nuevo capitalismo tecnológico no escatima esfuerzos en invertir en todo lo relacionado con el blockchain, integrándolo ràpidamente en la estrategia para renovar los sistemas organizativos de bancos y empresas; convirtiéndose la mayor parte de iniciativas basadas en la cadena de bloques en una avanzadilla del nuevo capitalismo de red que tanto agrada a los anarcocapitalistas de silicon valley.
 
Para este capitalismo puntero no parece importante que en casos como bitcoin el consumo energético y la carrera industrial del minado se disparen, porque va en beneficio de los inversores (tanto les da al parecer que no vaya en beneficio del planeta) o que la distribución de las nuevas monedas beneficie a los que tienen más…
 
A nosotros en cambio si nos importa y mucho. Por ello, para que el blockchain y las tecnologías asociadas puedan ser realmente herramientas para el bién común, es para lo que FairCoop, está trabajando en Faircoin 2.  Un blockchain cooperativo y distribuido, que permitirá adaptar esta tecnología a los valores de los movimientos sociales, afines con los valores de los commons, de la economía solidaria, colaborativa y comunal….
 
Ya que Faircoin no cuenta con élites económicas que  inviertan porquè  prioriza el bien común en lugar del beneficio privado. Necesitamos que desde gente del lado de los 99% se comprenda la importancia de estos desarrollos para el cambio social y  participemos de forma colaborativa en hacerlas posibles.  Es por eso que hasta el jueves 7 de julio, está activa la campaña de crowdfunding de Faircoin 2.
Si quieres colaborar en que las innovaciones que Faircoin aporta al mundo como bien común puedan salir adelante al mismo tiempo que se mantienen en gente con valores cooperativos y solidarios, como los tuyos, ahora puedes hacerlo y al mismo tiempo conseguir tus primeros Faircoins.  
Consigue información más detallada en este enlace:  https://coopfunding.net/es/campaigns/inversion-colectiva-faircoin2/
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Català:

De la via institucional a la revolució integral

Article d’Enric Duran
El context polític actual a escala internacional, ens està permetent constatar amb una claredat meridiana, els ferris límits del tan pretès canvi social liderat per la via institucional.
 
D’una banda, les experiències polítiques de noves esquerres a Amèrica llatina, han demostrat tenir un escàs impacte en les vida política real en diversos països on han tingut possibilitat de governar i sobretot una gran dificultat per a sostenir processos a llarg termini, donada la seva dependència de els processos electorals on els lobbies i mitjans corporatius privats tenen conegudes estratègies que inclouen de tot menys fair play  per tombar governs, mirem sense anar més lluny el que ha passat al Brasil fa unes poques setmanes.
 
D’altra banda la trajectòria del govern de Grècia aquest últim any, és una obra mestra per aprendre com prendre el govern no és prendre el poder -cas comentat més en detall en aquest article –  
 
Per la seva banda a l’Estat Espanyol, on repetir eleccions no ha servit per anar un pas més enllà del que demostra “com les majories clares als carrers i a les xarxes socials, no serveixen per crear majories parlamentàries”
 
Allà, el moviment 15M va aconseguir en 30 dies, fer cap per avall l’imaginari polític de diverses generacions,
però la seva pretesa consequencia política no ha pogut en més de dos anys, ser decisiu ni tan sols a través d’un programa per realitzar polítiques institucionals de tipus socialdemòcrata
 
Al mateix país, en el primer any de trajectòria de les anomenades ciutats del canvi hem vist que si bé el discurs i el tarannà han pogut millorar de manera significativa, en les decisions clau, la dependència del sistema capitalista i de les jerarquies estatals no han fet possible ara ni tan sols assumir mesures humanitàries, amb els desallotjaments o acollir refugiats. Ja no parlem de mesures estructurals.
A canvi d’aquestes reformes pírriques, una generació d’activistes experimentats i reconeguts en els carrers, s’ha vist immersos en una dinàmica institucional que inhabilita la seva capacitat de ruptura desobedient.
Així, aquesta realitat, està molt lluny d’aquella proposta del municipalisme llibertari de Bookchin, que quan s’arribava al govern muncipal, proposava dissoldre i cridar a una assemblea popular. En el seu lloc, els anomenats hereus del 15M quan arriben als ajuntaments, estan sacrificant el seu compromís desobedient per encorcetarse en la burocràcia i les jerarquies de les institucions de govern, un sistema lligat i ben lligat.
 
En canvi després d’haver deixat el 15M enrere, en la capacitat d’acció d’un moviment desobedient massiu no si ha aprofundit prou, encara que l’impacte de les ocupacions de la PAH a l’estat espanyol per exemple, és una bona mostra del que es pot arribar a dur a terme.
 
En aquest sentit hi ha dues preguntes estratègiques que deixo en l’aire.
 
La primera: ‘¿Què és més factible aconseguir que més del 50% de la població voti partits que qüestionin a través del seu programa -no realitzat- l’ordre establert o que el 5% que és sabut que qüestiona radicalment aquest ordre, s’organitzi de forma autònoma i desobedient mostrant a la pràctica com pot ser l’altre món que portem dins?
 
La segona: ¿De quina forma és més possible aconseguir poder real per transformar les coses, tractant de reformar l’economia des de governs que no tenen el poder bancari ni d’emissió monetària que el tractat de Lisboa va regalar al BCE, o tractant de construir una altra economia , amb noves sobiranies, bancàries i monetàries?
 
Afegint altres perspectives, podem analitzar com en diversos llocs del món processos de base, que estan basats en la construcció gradual i des de baix, d’autonomia democràtica, com els Zapatistes a Chiapas, o els kurds a Rojava i Kabur, segueixen desenvolupant amb solidesa i amb força, malgrat tenir als Estats usant forta violència en contra seva any rere any.
 
Resulta significatiu que mentre els processos de canvi radical més inspiradors de les últimes dècades, tenen en comú que es fan des de baix al marge de l’Estat, a Europa, milions de anticapitalistes, prefereixen donar-se cops de cap una i altra vegada amb el sistema parlamentari estatal sense aconseguir el que pretenen i renunciant a bona part del seu discurs i valors en el camí, en lloc de prioritzar contribuir a l’extensió de les iniciatives autogestionàries que amb força real, -encara que lluny de tota la que es podria si es comptés amb tots aquests suports- segueixen transicionant des de baix cap a una altra societat. 
 
A nivell planetari, si aquest segle va començar amb moviments de resistència al sistema de globalització neoliberal, i va continuar amb fòrums socials que constataven que un altre món és possible, ara en la segona desena del segle XXI, és l’era de la construcció d’aquests altres mons .
 
Fins i tot a Europa, aquestes iniciatives autogestionàries que s’oposen als Estats existents, no només no s’han ensorrat, amb tanta hegemonia parlamentarista en els últims anys, sinó que seguim avançant i enfocant nous reptes.
Així per exemple la Cooperativa integral Catalana, és una realitzeu ja amb un nivell de consolidació significativa després de 6 anys més de 700 projectes i diversos milers de participants. Altres cooperatives integrals i projectes afins, s’estan estenent especialment a diverses regions del sud d’Europa. També s’estenen moviments com l’agricultura recolzada per la comunitat, les empreses recuperades pels treballadors i les experiència d’economia comunal, que construeixen pràctiques on la reciprocitat i el do, predominen sobre el mercat.
Aquestes realitats prefiguratives, encara incipients, es fan més fortes a través del treball en xarxa i transversalitzant les seves intercolaboracions a nivell local.
 
Són milers les pràctiques de monedes socials, grups de consum, centres socials autogestionaris, escoles lliures, i autònomes, grups de solidaritat amb refugiats amb o sense papers, que desafien el model capitalista i el paper predominant de la legalitat estatal; sent llavors vives per a l’extensió d’un moviment rupturista amb el que estableix, desobedient amb els Estats, per construir una nova sobirania col·lectiva sobre la base de l’autodeterminació i autoorganització de comunitats d’éssers humans lliures.
 
Per potenciar els espais de col·laboració internacionals (o per ser més precisos, interautónoms i intercomunals) es va crear FairCoop un ecosistema global i multilocal que contribueix al procés de construcció d’una altra economia per a una altra societat, compartint principis de revolució integral com són, la participació oberta i assembleària, el no reconeixement dels Estats com a subjectes legítims i per tant la desobediència integral per alimentar la construcció d’altres formes de convivència i autogovern.
 
Faircoop recupera els principis de la revolució integral com a procés de transició radical al marge del sistema actual, en tots els àmbits de la vida i construeix en coherència amb els mateixos un ecosistema de projectes, recursos i eines que té com a objectiu facilitar processos de revolució integral arreu del món, és a dir processos de construcció d’autogestió i autonomia democràtica a totes les escales, local, regional i global.
 
Entre ells faircoin, una moneda social p2p que busca finançar aquests processos autogestionaris, i interconnectar a qualsevol escala, iniciatives d’una altra economia (des de l’economia solidària a l’economia comunal), reforçant la tasca que fan i als moviments que habitualment a escala local, utilitzen i promouen les monedes socials. A més faircoin pretén actualitzar les tecnologies que fan servir aquests sistemes monetaris alternatius, fent-los així més forts i resistents a hipotètics atacs institucionals. (Si vols llegir més detall sobre això, llegeix-te l’annex sobre Faircoin 2)
 
És moment de fer realitat la conjectura de Galeano “Molta gent petita, en llocs petits, fent coses petites, pot canviar el món”
 
i aplicar-la també a algunes coses més grans, com ara a generar eines per a l’articulació de totes aquestes coses petites i aplicar metodologies que s’han mostrat reeixides per respectar la diversitat de tots els participants com el confederalisme democràtic que sent una forma d’organització política antiga en llocs com la península ibèrica, ara els kurds estan popularitzant.
 
Després de tants esforços dedicats a la via institucional, que tal si li donem una tirada ben gran a la via autogestionària?
 
Saps que? Respondre que sí, és molt més que un vot, és afirmar que vols fer de la teva vida un exemple del món que portes dins, és a dir conjurar teoria i pràctica. Respondre que sí, és entrar en una dimensió en què ja no depenem de si ells són més que nosaltres per tenir èxit; tant si som milers com si arribem a ser milions, dependrem de nosaltres mateixos i fins on estiguem disposats a portar per fer realitat els nostres somnis. T’atreveixes?
 
Annex Faircoin 2
 
En aquesta postdata, volem entrar amb més detall al nivell tecnològic sense generar una barrera d’accés a la part principal de l’article. L’invent del blockchain i les seves conseqüències per a iniciatives monetàries i sistemes contractuals, està duent ràpidament a un escenari en què la centralització d’Estats, Corts judicials i Bancs centrals deixa de ser necessària, per generar un sistema econòmic, polític i jurídic autònom.
El blockchain o cadena de blocs, permet comptabilitzar operacions econòmiques d’una manera incorruptible i no manipulable gràcies a la combinació d’encriptació i descentralització en centenars d’ordinadors que disposen de la mateixa informació sobre tot el sistema.
 
Tot i així, el nou capitalisme tecnològic no escatima esforços a invertir en tot el relacionat amb el blockchain, integrant-se ràpidament en l’estratègia per renovar els sistemes organitzatius de bancs i empreses; convertint la major part d’iniciatives basades en la cadena de blocs en una avançada del nou capitalisme de xarxa que tant agrada als anarcocapitalistas de Silicon Valley.
 
Per aquest capitalisme punter no sembla important que en casos com bitcoin el consum energètic i la cursa industrial del minat es disparin, perquè va en benefici dels inversors (tant els dóna pel que sembla que no vagi en benefici del planeta) o que la distribució de les noves monedes beneficiï els que tenen més …
 
A nosaltres en canvi si ens importa i molt. Per això, perquè el blockchain i les tecnologies associades puguin ser realment eines per al bé comú, és per al que FairCoop, està treballant en Faircoin 2. Un blockchain cooperatiu i distribuït, que permetrà adaptar aquesta tecnologia als valors dels moviments socials , afins amb els valors dels commons, de l’economia solidària, col·laborativa i comunal ….
 
Ja que faircoin no compta amb elits econòmiques que inverteixin porquè prioritza el bé comú en lloc del benefici privat. Necessitem que des de gent del costat dels 99% es comprengui la importància d’aquests desenvolupaments per al canvi social i participem de forma col·laborativa en fer-les possibles. És per això que fins dijous 7 de juliol, està activa la campanya de crowdfunding de Faircoin 2.
Si vols col·laborar en què les innovacions que Faircoin aporta al món com a bé comú puguin anar endavant al mateix temps que es mantenen en gent amb valors cooperatius i solidaris, com els teus, ara pots fer-ho i al mateix temps aconseguir els teus primers faircoins.
Aconsegueix informació més detallada en aquest enllaç:  https://coopfunding.net/ca/campaigns/faircoin-2-inversio-col%c2%b7lectiva/

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