Ahora Madrid sigue dando pasos para promover los derechos humanos en Madrid. Dentro del Plan de Derechos Humanos se establecen acciones que vienen a denunciar la vulneración de derechos que supone la existencia misma del CIE de Aluche. Celebramos la constitución de la mesa de trabajo donde organizaciones sociales e institución se comprometen a trabajar en este sentido.

Esta iniciativa se engloba dentro del punto 3.4.1 d) del programa de Ahora Madrid que establece que se han de «desarrollar planes específicos contra la xenofobia; solicitar al Estado el cierre del Centro de Internamiento de Extranjeros de Aluche, que priva de libertad a personas por una mera falta administrativo». Las actuaciones el consistorio, dentro del Plan de Derechos Humanos de la Ciudad de Madrid, denuncian la vulneración de derechos humanos tanto dentro del CIE como en el proceso previo a la encarcelación, en la misma línea de trabajo que otras Ciudades del Cambio.

Dirán que el Ayuntamiento de Madrid no tiene competencias sobre el CIE, que corresponden al Ministerio del Interior, pero sí en materia de derechos humanos y sobre todo teniendo en cuenta que más de 600.000 personas residentes en Madrid son de origen migrante. Que se prive de libertad a personas por el hecho de no tener un documento encima, una simple falta administrativa, viola los derechos humanos, existiendo alternativas que no son privativas de libertad como explican las organizaciones anti CIES. En el Parlamento Europeo se vienen denunciando estas vulneraciones desde 2007 y las administraciones no pueden hacer oídos sordos al cumplimiento del derecho internacional. En un momento de crisis humanitaria donde miles de personas huyen de la guerra y el Estado español no cumple con sus compromisos internacionales para dar acogida y derecho de asilos a las personas refugiadas, que mantengamos los CIEs abiertos y una política de fronteras que criminaliza a las personas migrantes supone una ignominia y una vergüenza para todas las personas que apostamos por ciudades solidarias y de acogida. La ONU puso en el foco a estos centros de  detención cuando condenó a  España en 2012 por la tortura y el racismo  implícitos en el trato dado a  un interno.

El CIE de Aluche se debería haber cerrado  tras la muerte de Samba Martine en 2011, causada por la desatención recibida por los servicios médicos y por la directora de la empresa que lo gestiona. En la actualidad tiene capacidad para 280 personas repartidas en cuatro módulos, tres para  hombres y uno para mujeres. Los cuartos carecen de baño y por las noches los internos deben pedir permiso a un guardia para ir al aseo. Existen constantes denuncias de maltrato, hacinamiento y suciedad.  Mantener los ocho CIE del país supone cerca de 8 millones de euros al año. Las personas que se hacinan en su interior carecen de condiciones que garanticen su salud, viven hacinadas y muchas de ellas no residen en la Comunidad de Madrid, con lo que supone de dificultad de recibir apoyo de familiares y amigos.

Y no es sólo el mantenimiento de los CIEs, Ahora Madrid quiere manifestar la repulsa que supone la vulneración de los derechos humanos en la frontera sur con el uso de las concertinas y las deportaciones en caliente así como el trato racista y discriminatorio que sufren las personas migrantes con las llamadas «redadas racistas», en las que la policía selecciona por el color de su piel a las personas migrantes a la hora de pedirles papeles de residencia y tomar medidas de expulsión.

Nos hacemos eco, así, de la labor que durante años realizan las organizaciones sociales de denuncia, todas ellas vinculadas a la Plataforma Cerremos los CIEs, como SOS Racismo, Ferrocarril Clandestino, Pueblos Unidos, Karibu, Women´s Link, etc. a las que queremos dar voz, una vez más. Barcelona se muestra decidida a hacer cumplir con los Derechos Humanos como hemos visto días atrás. Las ciudades del cambio compartimos esta ambición y nos estamos coordinando para trabajar juntas en la misma línea, de solidaridad, respeto a la legalidad y cumplimiento de derechos humanos en todo el territorio municipal. Seguimos y lo conseguiremos.

Como dijo Manuela Carmena el pasado mes de septiembre en la Cumbre sobre migraciones en Suiza, «los CIEs son puntos negros de la vergüenza en nuestras ciudades».