Por David Montaluisa y Nickolás Jácome

En esta quinta entrega el equipo de Pressenza en Ecuador continúa con la serie de entrevistas denominada Vidas Dedicadas. El objetivo de este esfuerzo es recuperar y difundir la experiencia de 12 personas que, en nuestro país, han dedicado su vida a una lucha, una iniciativa, un quehacer que aporta a la construcción de un Ecuador no violento. Doce testimonios, doce ejemplos, doce señales de que el futuro está entre nosotros. Publicaremos estas entrevistas a lo largo del año y esperamos, a inicios del 2017, compartirlas en una publicación.

No sólo el amor une a Luis Montaluisa y Catalina Álvarez, también la lucha por los derechos de los pueblos indígenas y la educación intercultural bilingüe. Los dos son catedráticos de Lingüística y Semiótica en la carrera de Comunicación Social de la Universidad Politécnica Salesiana – Quito. A su vez, colaboran en las carreras de Antropología y Educación Bilingüe.

Llevan veintidós años de matrimonio donde han compartido su interés por el rescate y valorización de los pueblos indígenas en el Ecuador, especialmente de sus lenguas. Además, han realizado diferentes publicaciones, conferencias y talleres con el fin de formar a los futuros maestros de educación intercultural bilingüe. El énfasis de su trabajo está en preparar a los maestros de los pueblos y las comunidades, reconociendo el valor que encierran las diferentes lenguas, tanto en la forma de construcción, como en la representación y la capacidad simbólica de las mismas.

Para Luis, la no violencia es respeto a lo diverso; ya que todos tenemos los mismos derechos. “La vida y mi cultura me enseñaron el compromiso de un equilibrio interactuante entre el sujeto y el cosmos”, afirma. En sus primeros estudios de primaria, Luis evidenció el latente racismo contra los apellidos indígenas y todavía esa determinación colonizante continúa, asegura.

Junto a los dirigentes de las diferentes nacionalidades creó la Dirección Nacional de Educación Intercultural Bilingüe – DINEIB, para organizar el sistema de educación intercultural bilingüe del Ecuador. Además,  se desempeñó en la CONAIE como dirigente de educación. Esta institución, que en su momento tuvo mucha credibilidad e influencia política, por sus aptas decisiones en pro de la igualdad y lucha de derechos,  ahora tiene otra filosofía, una partidista y esto se inició con la creación del movimiento político Pachakutik en el que se involucraron ciertos personajes y se posicionaron en la política ecuatoriana.

Para él, la clave del desarrollo es la cuestión alimenticia. El Ecuador tiene otras formas de desarrollo indistintamente de la minería, lo agrícola. Estas son tierras fértiles, lo que Luis sugiere es mayor riego para un incremento en la producción, ya que sin riego se cosecha una ves cada cinco años, afirma. De nada sirve el abono o las semillas, tanto mal gasto público en vano, con una inversión para pueblos y nacionalidades productores en riesgo se podría haber aplacado la migración a las ciudades”.

Catalina Álvarez es editora del léxico Achuar y ramas semánticas como: salud, biotecnología y comunicación verbal y no verbal. Para ella la no violencia es un estado de tranquilidad.

“Yo no había vislumbrado cuando estudiaba derecho que podría trabajarse por un aspecto tan superfluo o poco tomado en cuenta como las lenguas, pero fue realmente al haber estudiado la licenciatura en lingüística andina y fue solo una licenciatura en kichwa y luego me casé y andaba con Luis y allí me di cuenta de la diversidad de las lenguas, y con ello profundicé en cuál era la riqueza de pensamiento”. Dice Catalina.

Para Catalina, la gente debe aprender a valorarse a valorar su lengua ese aspecto que uno a veces dice es tan intrascendente, pero los que manejan el poder ya entrevieron eso. Por ejemplo, en 1492 cuando se realiza la primera gramática del castellano Antonio de Nebrija ya le dijo a Isabel de Castilla, “la lengua es la lengua del Imperio, a la par que se expande el imperio se expande la lengua”.

Ella además comenta que; “estamos enfrentados a lenguas hegemónicas, se expande el inglés como idioma de relación internacional y estamos expandiendo una forma de pensamiento. Eso significa callar las voces de mucha gente que no piensa igual, que piensa tan diferente, y para mi esa es la riqueza que hay que valorar y no solo para los que hablan las lenguas sino para toda la humanidad.”

“Los pobres no son tan pobres como pensamos, realmente han sido empobrecidos económicamente; pero tienen tantas riquezas, tienen tanto que enseñarnos, que uno a veces dice; hay que trabajar por las lenguas, pobrecitos ellos, pero yo pienso que no, pobrecita la humanidad cuando pierda la diversidad, vamos a ser muy homogéneos, seguidores de una misma línea”, explica.

Catalina afirma que muchos de la derecha o de la izquierda siempre están pensando en mejorar las condiciones de vida dentro del estado, pero, cree que los pueblos indígenas se manejan fuera del mundo capitalista. “Muchos no han vivido el capitalismo y no es su idea suya la del progreso igual a la del capitalismo, para mi es esa cuestión política la que hay que trabajar por los derechos, pienso que haciendo eso lo demás vendrá por sí solo”.