El primer ministro de Tailandia, Prayuth Chan-ocha, estableció hoy penas de hasta 10 años de cárcel para aquellos que opinen negativamente sobre el referéndum constitucional de agosto.

La Comisión Electoral emitió 14 reglas que se convirtieron formalmente en ley y limitan a los tailandeses a un debate sin criticismos.

Según la normativa, las opiniones no serán rudas, agresivas o tendenciosas, ya que ello puede distorsionar la realidad política del país.

Además, los medios de comunicación no podrán trasmitir entrevistas donde se incite a la rebeldía y tampoco paneles de expertos para debatir los posibles resultados del referéndum, pues esto generaría disturbios, acota la ley.

Los tailandeses tampoco usarán ropa o accesorios con cualquier tipo de propaganda que anime a otros a protestar.

Esas regulaciones causaron irritación entre los ciudadanos que, desde la semana pasada rechazaron la aprehensión de nueve activistas acusados de generar sedición en la web.

Varios movimientos políticos denunciaron que el proyecto de constitución no es democrático e instaron a votar en contra.

Entre los puntos conflictivos del borrador destacan la eliminación de la educación obligatoria, la continuidad de los militares en la política y el poder casi ilimitado para el ejército.

La propuesta establece un senado de 250 miembros elegido directamente por la junta militar, con seis escaños reservados a mandos militares y al jefe de la policía nacional.

También incluye una cláusula que permite el nombramiento del primer ministro en lugar de su elección.

Prayut Chan-ocha tomó el poder en mayo de 2014 tras un golpe de Estado y las organizaciones tailandesas de derechos humanos lo culpan por el marcado ascenso del militarismo.

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