Pressenza fue invitada a participar en el Foro Internacional Palestino para los Medios y las Comunicaciones que tuvo lugar los días 18-19 de mayo de 2016 en Estambul, Turquía. A nuestra representante, Marianella Kloka, se le ofreció la posibilidad de dirigir unas breves palabras durante la sesión de clausura a la audiencia, conformada principalmente por periodistas árabes y editores de medios: «Prioridades de los Medios Palestinos».

En primer lugar quiero agradecer su amable invitación. En nombre de la agencia internacional de prensa humanista PRESSENZA, quiero expresar nuestras profundas condolencias a cada familia que perdió a madres, padres, hermanos y hermanas durante todos los años del conflicto palestino-israelí en curso. A mi entender, como miembro de esta comunidad internacional que promueve la paz y la no violencia activa, el vivir durante tantas generaciones bajo un estado de guerra y ocupación debe producir sentimientos muy fuertes y una experiencia que no sólo marca su propio pasado y presente, sino también marca nuestro pasado y nuestro presente como conjunto de la humanidad. Lo mismo sucede con cada conflicto violento – pasado y presente – que marca de una manera negativa nuestra historia y nuestra conciencia global, instalando el miedo en nuestro corazón y haciendo difícil para nuestras mentes el poder imaginar diferentes condiciones de vida. Por lo tanto, es nuestro deber tratar, en colaboración con ustedes y con cada persona que en este planeta está comprometido con la paz, de encontrar una manera de salir de este círculo vicioso y violento.

Como pueden ver, estamos convencidos de que la cuestión palestino-israelí y la manera como los gobiernos la tratan, alimentándola con más armas, más ataques, más muertes, más odio, más venganza y nuevamente con más armas, es parte de la expresión de un sistema violento que desea de una forma u otra, controlar la tierra y los recursos naturales y, lo más importante, mantener a la gente masivamente bajo un estado de temor constante, minimizando las oportunidades y posibilidades que tiene la conciencia humana hacia su liberación. Si por un momento levantan su mirada del conflicto que ha estado destruyendo vidas durante décadas y logran una visión más amplia de lo que está sucediendo en el planeta en estos momentos, serán capaces de entender lo que le estoy diciendo.

Las zonas de guerra y amenazas nucleares están en todas partes. Europa vive bajo una recesión económica y mantiene a la gente bajo el mismo miedo, haciendo que la proyección del futuro sea casi imposible. África y algunas partes de Asia sufren de pobreza, carecen de servicios básicos para la salud, el bienestar social y la educación. Me atrevo a decir que esta es la realidad de casi todos los rincones de la Tierra. Por lo tanto, este sistema, como también lo aseguró ayer en su discurso Orlando Pérez, está en una crisis severa en la que todos los tipos de violencia, de dolor y sufrimiento constituyen sus características.

Por otro lado, creemos que a medida que pasan los años, cada vez hay más personas en cada uno de los países del mundo que comparten este sentir y esta interpretación. Y no sólo hay señales de esto, sino también acciones que así lo demuestran. Día a día aparecen iniciativas sociales que apuntan a la construcción de formas totalmente nuevas de organizar la vida social. Ellas no se basan en ningún estado o gobierno. Hablamos de gente sencilla que se reúne y trata de encontrar una salida. También algunos políticos son ejemplos brillantes, que entienden esta tendencia y la multiplican también con sus acciones. Si navegan nuestras páginas, que pueden leerse en siete idiomas – aunque por el momento no en árabe – se convencerán de que hay otro movimiento, un movimiento de base que se fortalece día a día. Siento que hay que apostar por esta nueva sensibilidad.

Hay algunos elementos que están ayudando a crecer a este movimiento internacional:
· La gente ha perdido la fe en los gobiernos y en el sistema; los políticos que forman parte de este movimiento también han perdido fe en sus partidos políticos, por lo menos en los que están estructurados de modo tradicional.
· Las personas están cada vez más interconectadas gracias al uso de redes sociales y pueden compartir o incluso más información que antes, o incluso filtrarla y hacerla pública.
· Existe un aumento de la espiritualidad en las mentes y corazones de estas personas, que parece validar las palabras de los poetas, filósofos, científicos, incluso de los místicos que hablaron sobre la paz, la armonía, la liberación, la energía y su flujo, y en general nos dieron la posibilidad de pensar fuera de lo establecido.

Quiero hacer un llamado a todos ustedes, miembros de los medios de comunicación palestinos, amigos periodistas, para que dediquen media hora al día a empezar a ejercer esta mirada global. Más que eso, los invito a llevar esta mirada a Palestina y enviarnos los hechos e iniciativas que intentan llevar luz y esperanza a la constante oscuridad. Cada iniciativa recíproca que promueve activamente una resolución no violenta del conflicto de ambos lados, es importante. Tengan en cuenta que este exhorto lo hacemos también a los miembros de los medios de comunicación israelíes, a cada uno de los periodistas israelíes que todavía mantengan su corazón abierto a un nuevo mundo. Esta no es una acción que sólo ustedes tengan que hacer. Este ejercicio diario que les propongo, es un ejercicio diario también para el «otro lado», cualquiera sea ese otro lado en este conflicto.

Por último, pero no menos importante: no sientan, ni siquiera por un segundo, que en esta tarea diaria ustedes están solos, porque no lo están. Hay una gran familia, muy grande, una «nueva tribu» en desarrollo, plenamente solidaria, llena de soñadores y visionarios. Más que eso: estamos esperando el aporte que ustedes puedan hacer desde su lugar, estamos a la espera de enriquecernos con sus iniciativas, su experiencia, sus acciones diarias que aporten a un mundo liberado y sin violencia. El mundo árabe de periodistas que resuenen con este importante desafío es más que bienvenido en nuestra comunidad global, humanista, que establece al ser humano como el centro de toda acción y toda preocupación.