Según datos oficiales del último trimestre, actualmente somos, en la Comunidad de Madrid, más de 490.000 personas inscritas como demandantes de empleo. De todas éstas, 250.000 no reciben ningún tipo de prestación, subsidio o ayuda. Más de 200.000 hogares tienen a todos sus miembros en paro. Unas 300.000 personas sufren privación material severa. Tenemos 242.000 menores de 18 años desarrollándose en la pobreza.

¿Esto son sólo datos? No, son personas y la situación es alarmante.

Quienes hemos salido de las estadísticas de empleo, ha sido en su mayoría gracias a contratos de pocos meses, incluso de semanas o pocos días; muchas veces en condiciones semejantes a las del siglo XIX, bajos salarios, ritmos acelerados de trabajo, sin posibilidad de conciliar la vida familiar, con amenazas a la afiliación sindical e incluso hemos llegado a conocer casos de trato vejatorio en contratos amparados por los servicios de empleo.
En el otro lado de la balanza y según se puede leer en todos los medios oficiales, las 200 mayores fortunas del Estado Español poseen un patrimonio equivalente al 49% del PIB y su fortuna ha aumentado un 14% en los últimos seis años.

En todo este tiempo hemos visto cómo la precariedad se instalaba en nuestras vidas debido a las sucesivas reformas laborales, cómo ni con un salario podíamos hacer frente a nuestros gastos esenciales, cómo muchas personas han sido expulsadas de sus viviendas, cómo se ha deteriorado y encarecido la educación de nuestros hijos, cómo se ha reducido la cobertura sanitaria, cómo se han recortado los servicios sociales y la calidad de vida en nuestras ciudades…
Ahora para colmo presenciamos cada día cómo se restringen los derechos democráticos de libertad de expresión y de manifestación al primer indicio de desobediencia o de protesta.

¿Necesitan más motivos?

Hay que decir BASTA YA de engaños y de falsas promesas, exigir soluciones y medidas reales para acabar con esta situación de miseria y precariedad a la que nos están abocando un puñado de irresponsables. Hay gente que muere de frío mientras se reparten los sillones en el Parlamento.

Desde la Coordinadora de Desempleados y Precarias de la Comunidad de Madrid, plataforma que agrupa a colectivos y asambleas de diferentes distritos y municipios de Madrid, hemos convocado esta marcha para hacer entrega de nuestras reivindicaciones a cuantos diputados regionales se quieran interesar y a toda persona que así lo desee.

Reclamamos:

Empleo digno y un ingreso garantizado, incondicional y suficiente.

La remunicipalización de los servicios públicos privatizados.

La rehabilitación y cesión de mercados y de otros espacios públicos vacíos para el autoempleo, con el fin de crear cooperativas y facilitar los trámites administrativos para su uso.

Abono de transporte gratuito y exención de impuestos municipales para todas las personas desempleadas.

Soluciones YA para las personas que no pueden hacer frente a los gastos de su vivienda por encontrarse en situación de desempleo y/o precariedad.

La participación en las decisiones que se tomen en las juntas de distrito, en los Ayuntamientos y en la Comunidad de Madrid en relación al empleo y al fomento de éste.

La activación y dotación de medios a los servicios y trabajadores sociales para que puedan dar un mejor apoyo y cobertura a las personas en situación de desempleo.

Aunque no podemos esperar que estas reivindicaciones sean atendidas, es una cuestión vital para miles de familias que dejemos de poner excusas y pongamos soluciones reales sobre la mesa que las protejan de caer en la miseria por quedarse sin empleo ni prestación alguna.

Y No nos engañemos, la movilización social es la que ha reducido el impacto de los recortes, de la devaluación de las condiciones de trabajo y del número de despidos de plantillas enteras o parciales. La única que ha impedido (o al menos intentado impedir) la privatización de los servicios sociales, como la Marea Blanca de Sanidad o la Verde de Educación.

La lucha es el único camino. Y Para conseguir estos objetivos la lucha diaria en la calle es imprescindible, cooperar juntas. Por ejemplo, organizándonos en Bolsas de Empleo auto-gestionadas por las personas inscritas para que las administraciones las tengan en cuenta en sus proyectos.
Apoyando a los colectivos de Vallecas y Tetuán para que una parte de la contratación para obras como la de la Línea 1 de Metro se realice a través de dichas bolsas de empleo.

Con esta concentración hacemos un llamamiento a la lucha de todas las trabajadoras y trabajadores en precario o sin empleo para marchar a la Asamblea de Madrid, visibilizar la situación de emergencia social que vivimos las personas desempleadas y la urgencia de implementar medidas reales que erradiquen la pobreza y la miseria que albergan muchos hogares en la Comunidad de Madrid.

El camino es organizarnos en cada barrio, distrito o municipio, agrupándonos en grupos locales que puedan apoyarse en la Coordinadora de Desempleadas y Precarias de la Comunidad de Madrid. Fomentar el apoyo mutuo a nivel autonómico y avanzar hacia la unificación a nivel estatal de otros movimientos contra el desempleo y la precariedad.
¡Precarias y desempleadas, organicémonos!