Berta Cáceres, quién ganó en 2015 el Premio Ambiental Goldman, fue asesinada a tiros dentro de su casa en la ciudad de La Esperanza. El asesinato fue cometido por dos asaltantes que entraron a su casa, dice un miembro de su grupo; el Consejo Indio de las Organizaciones populares de Honduras.

Su compañero activista, Tomas Membreno, dijo en un comunicado: “Honduras ha perdido a una valiente y comprometida activista social”. Cáceres, madre de cuatro niños, dirigía la oposición a la propuesta de una represa en el río Gualcarque, considerado sagrado por los Lencas. Ella se había quejado anteriormente de recibir amenazas de muerte procedentes de la policía, soldados y terratenientes locales debido a su activismo.

Yendo más lejos, el activista Carlos Reyes, describió el asesinato como “un crimen político por parte del gobierno”. “La información de la policía es que (los atacantes) irrumpieron en su casa por la parte trasera y le dispararon dos veces, pero todos sabemos que es una mentira, que ellos la mataron a causa de su lucha”, dijo Reyes.

Él dijo que la policía tenía medidas en el lugar para proteger a Cáceres, quien hace poco ganó un dictamen de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que le concedía medidas de seguridad especiales. “Por años, ha sido víctima de una campaña sostenida de acoso y amenazas para que dejara de defender los derechos de las comunidades indígenas”, dijo Erika Guevara-Rosas, Directora de Amnistía Internacional en América. En lo que concierne a las repercusiones, ella también dijo: “La muerte de Berta ha tenido un efecto devastador para muchos activistas de derechos humanos y las organizaciones”.

Un miembro de la familia, quién admitió estar devastado por la pérdida de “la valiente Berta”, al hablar a los medios, dijo: “Le pedimos a la comunidad internacional, y a las organizaciones de derechos humanos alrededor del mundo, que presionen a sus líderes para lograr la justicia. Su asesinato es un acto de cobardía que solo amplificará el mensaje de Bertita de traer un cambio a Honduras y hacer de este un mundo mejor y más humano”.

Traducido al español por: Andrea Espinosa