Ante la expectativa de la firma final de los acuerdos de paz entre el Gobierno nacional y las FARC-EP en La Habana (Cuba), hecho que representaría el inicio de la implementación de los acuerdos, el CINEP/ Programa por la Paz, con el apoyo de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, presenta el Informe Especial Movilización por la paz en Colombia: una infraestructura social clave para el posacuerdo.

El informe evidencia que durante los tres años de negociaciones en La Habana (2012-2015) se incrementó el número de movilizaciones por la paz, respecto a las presentadas en el gobierno anterior, con un total de 599 acciones. En el primer año de negociaciones (septiembre 2012 – agosto 2013) se registraron 193 acciones, mientras que el segundo año (septiembre 2013 – agosto 2014) registró 189 acciones, y en el tercer año se presenta un aumento en la movilización con 217 acciones.

¿Quiénes son los que más se movilizan por la paz?

Con el 44 % de convocatoria y el 56 % de participación, los sectores y organizaciones sociales han sido el actor principal de la movilización por la paz en los tres años de negociación; siendo así el principal sustento de la infraestructura social de paz. Los órganos gubernamentales ejecutores son el segundo actor que más se moviliza, presentando una característica particular: convocan el 30% de las veces, pero solo participan el 14 % de las mismas.

Para Fernando Sarmiento, coordinador del equipo Iniciativas de Paz del CINEP/PPP, el hecho que sectores y organizaciones sociales sean quienes lideren las movilizaciones muestra que hay sociedad civil respaldando el proceso paz y dispuesta a trabajar por la construcción de paz en los territorios. “Esto en perspectiva de paz territorial significa que en los territorios hay varias organizaciones con quienes se puede”, señaló Sarmiento.

Tipo de acciones colectivas y motivos

Las marchas y concentraciones han sido el tipo de acción colectiva más recurrente e importante de la movilización. Otras acciones relevantes para el trienio han sido los encuentros, foros y seminarios que para el segundo año equipararon a las marchas y concentraciones, y los actos deportivos y/o culturales, que aumentaron significativamente durante el tercer año. Estas iniciativas se han concentrado en los departamentos de Bogotá, D.C., Antioquia y Valle del Cauca, y en las ciudades capitales como Bogotá, D.C., Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena, Bucaramanga, Santa Marta, Córdoba, entre otras.

Un resultado interesante del informe es que las iniciativas de paz en denuncia o rechazo del conflicto armado, la violencia y las violaciones a los DD. HH. y el DIH (paz negativa) ocuparon el 45 % de las iniciativas, mientras que en el tercer año se redujeron hasta un 23 %. En contraste, las acciones a favor de alternativas de paz aumentaron del 55 % al 77 % (respecto del primer año), lo que muestra que cada vez es mayor el interés de los actores de la movilización en apoyar la paz desde su rol dentro de la sociedad.

De acuerdo con Sergio Coronado, subdirector del CINEP/PPP, el aumento en la movilización por la paz en Colombia es un indicador de las amplias capacidades sociales para la construcción de la paz en el posconflicto.

Finalmente, el CINEP/ Programa por la Paz pone en conocimiento algunas recomendaciones generales dirigidas al Gobierno nacional, la guerrilla, la sociedad civil y la cooperación internacional:

Generar espacios de concertación y mecanismos de participación social para el diseño legislativo, institucional y de política pública para la paz en los distintos niveles territoriales.

Reconocer el liderazgo de los distintos sectores sociales en los territorios, que han movilizado y articulado actores, han discutido y aportado tanto a las agendas de paz territoriales como a la agenda de paz en La Habana y han acumulado experiencia pedagógica para la construcción de una cultura de paz.

Fomentar en las instituciones públicas y en las organizaciones sociales la capacidad de diálogo y concertación como mecanismo prioritario para la resolución de conflictos sociales y políticos en los distintos niveles territoriales.

Reconocer que la infraestructura social de paz es una plataforma que facilitaría la reincorporación de los excombatientes a la vida civil.

Involucrar a los sectores y organizaciones sociales en los mecanismos de seguimiento, monitoreo y verificación del cese bilateral al fuego y de la implementación de los acuerdos de paz.

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