Ante las ejecuciones de cuarenta y siete presos por parte del régimen dictatorial de Arabia Saudí, entre los que se encontraba el clérigo chií Nirm Al-Nirm, con la consiguiente respuesta de los líderes chiís de diferentes partes del mundo, especialmente de Irán, constatamos que una vez más la máquina del odio, la venganza y la violencia, en definitiva, vuelve a dispararse.

 

Por Me Declaro en Paz

El peligro de otro conflicto armado en la zona vuelve a estar presente, complicando todavía más si cabe la situación que millones de personas viven a diario.

Ante estos hechos, desde la Plataforma Me Declaro En Paz decimos:

  • No hay argumento ni explicación alguna que justifique la ejecución de un solo ser humano.
  • Nos duelen por igual todos los muertos y el sufrimiento de sus seres queridos (vivan en París, en Oriente Medio o en cualquier otra parte del mundo).
  • Denunciamos al régimen saudí como criminal por la utilización de la pena capital, por cierto, cada vez más frecuente.
  • Denunciamos la falta  de libertades y de derechos humanos a los que somete a todos aquellos que piensan y se expresan de un modo diferente o critican su política.
  • Denunciamos a los gobiernos occidentales por ser cómplices del régimen saudita, garante de sus intereses en la zona.
  • Denunciamos la manipulación de políticos y ciertos medios de comunicación cuando explican las muertes por razones religiosas, ocultando las verdaderas razones que están en el trasfondo de todo este asunto y que no son otras que los intereses económicos de la familia real saudí o de las grandes corporaciones (defendidas por los líderes occidentales), unos y otros sacrificando a sus poblaciones sin pudor ni moral.

 

Alertamos, al mismo tiempo, sobre el nivel que pueden tomar los acontecimientos si el régimen saudita sigue tensando la cuerda, al ver que pierde militarmente en Yemen, Siria…, e Irán u otros países entran en la juego de la venganza.

  • Exigimos la abolición de la pena de muerte en Arabia Saudita y en todos los países que la aplican.
  • Reclamamos garantías jurídicas para cualquier detenido.
  • Reclamamos libertad de creencias y expresión para todas las personas (recordemos que, en este momento, hay decenas de presos esperando ser ejecutados. Algunos de ellos, simplemente por expresar su irreligiosidad).
  • Exigimos la liberación de todos los presos políticos.
  • El posicionamiento claro de rechazo y no colaboración con el régimen saudita por parte de los gobiernos occidentales.
  • El cese de la violencia por parte de los bandos en conflicto.

 

¡No en nuestro nombre. No con nuestro silencio!

¡No seremos cómplices de regímenes asesinos y gobiernos consentidores!.

¡No a la violencia económica ni religiosa!.

¡No a la guerra de ningún tipo!.

El progreso de los pueblos solo será posible desde la reconciliación y la noviolencia.

¡Nos declaramos en paz!