Por: Soraya Constante

Qué pasa cuándo te vas de tu barrio? ¿Qué pasa cuando tienes que meter tu vida en una maleta? Con estas preguntas se introduce a la exposición colectiva de fotos “Otras miradas, otras realidades”, que el pasado fin de semana estuvo en la Casa de la Cultura Ecuatoriana y en la Sede Social de La Florida. Detrás de la muestra, que reúne más de 200 fotografías, está un grupo de cubanos y venezolanos recién llegados a Quito, que durante cuatro semanas fueron parte de un taller de foto-voz, que abordó el tema de la inmigración.

El grupo, formado por 20 personas, recibió nociones de fotografía y realizó un ejercicio de introspección con cámaras de fotos desechables. Cada uno escogió la historia que quería contar (o soltar) como una suerte de desahogo. Se escogió el formato pequeño de las fotografías porque las microexposiciones, al contrario que los grandes formatos, invitan a acercarse, a entablar una relación más íntima con los autores de las fotografías, lo que nos lleva a la idea final de este trabajo que es conocerse y deconstruir la categoría de enemigo del que habla Sami Nair en su libro Y vendrán. Las migraciones en tiempos hostiles. Las sociedades que reciben migrantes suelen hablar desde del desconocimiento y manejan un discurso paranoico sobre el peligro, la amenaza, la invasión y la avalancha que constituyen los migrantes, muchas veces alimentado por los medios de comunicación. Por eso este trabajo, para hablar de la inmigración desde el aporte que hace.

Los participantes del taller expresaron su satisfacción por la experiencia de ser tomados en cuenta al llegar a un país desconocido. El venezolano y psicólogo Williams Pineda, uno de los participantes del taller, confesó que sintió “alivio” al encontrar las herramientaspara expresar la soledad y la tristeza de sus primeros días en la ciudad. Uno de sus textos más emotivos dice:

La hora de la comida se vuelve la mas difícil, jamás había

sobrado tanta comida, que cuando intentas compartirla

solo tienes una mesa y cinco sillas de compañía”

En la misma línea trabajó Leonardo Ramos, un joven ingeniero de gas y petróleos que tuvo que salir de Venezuela. Él hizo el ejercicio a la inversa, primero escribió poemas y luego los ilustró con las fotos que sacó en Quito. Aquí una de sus creaciones:

-Reducciones-

Qué fue aquello

tras una estampida de inciertos

una maraña de talveces

enredados con los colores oscuros

de cada desesperanza.

A dónde irá cada expectativa fusilada.

A dónde el asidero de la decisión certera.

Qué será de aquel cotilleo de doñas

que tejían reputaciones los domingos

después de misa.

En qué rincón del equipaje

vaga perdido el artesano de las festividades del ocio.

A qué sabrá la cerveza de los viernes

aliñada con la ausencia de quienes ya no somos

lo que solíamos ser cada viernes.

Qué melodía se toca ahora en las tertulias

cuando desde acá sólo se oye el silencio.

Qué fue de aquello

todo se redujo a esta habitación

a la deriva.

 También el taller brindó una oportunidad de encuentro con sus semejantes y esto les fortaleció. María José Baque, que vino con sus padres y no había hecho amigos en la escuela de arquitectura de la Universidad Central, confesó que durante el taller cambió su actitud hacia la ciudad y hacia la gente. Uno de sus textos lo prueba:

“De la nada fuimos creados, nos dieron una mano.

Resultado de miles de estrellas, miles de años.

Somos energía y somos esperanza.

Que no sea vacía y que no sea en vano

Pongamos nuestras manos que el día llega.

Hoy creemos y mañana crearemos

Juntos haremos algo

Participantes del taller:

Veinte y dos personas provenientes de Venezuela, Haití y Cuba participaron de este proceso; los compañeros y compañeras son: Raynier Alonso, Reynier Alonso, María José Baque, Glauver Blanco, Maria Fernanda Coronado, Carlos de la Cruz, Mayra García, Sandy González, Jenifer Guzman, Elena Graterol, Daniel Griman, Myreuse Hinojosa, Leover Laviera, Alfredo López, Candido Morales, Nancy Pérez, Williams Pineda, Leonardo Ramos, Lourdes Rodríguez, Pedro Serrano, Daniel Sequilis y Francisco Zerpa.

Sobre la muestra:

Los autores de esta muestra colectiva son personas migrantes que han llegado a Quito hace unos meses; tienen entre 14 y 55 años y son de Venezuela y Cuba. El fotógrafo español Edu León ha trabajado con ellos la técnica del foto-voz, que es una herramienta de investigación-acción participativa que emplea la fotografía para ayudar a las personas a identificar, representar y fortalecer su comunidad (Wang, 1999). El proyecto, que cuenta con el auspicio de la Subsecretaria de Identidades Culturales, del Ministerio de Cultura, muestra las historias íntimas de cada uno de los participantes.

Sobre la migración:

Ecuador en su historia reciente se ha convertido en un país de acogida, sobre todo, de la migración sur-sur. Desde Venezuela, Cuba y Haití han llegado los grupos más numerosos de inmigrantes. Y no son cifras baladíes: más de 100.000 venezolanos, 40.000 cubanos, y 18.000 haitianos, según las cifras de la Policía en 2014. Esto ha hecho que las grandes ciudades, sobre todo, la capital cambien su fisonomía y se vuelvan más cosmopolitas y que urjan políticas públicas para la integración de los nuevos residentes.