Por lo menos cuatro personas murieron, diez resultaron heridas y 16 fueron arrestadas: es la primera información difundida por las autoridades de la República del Congo luego de las intervenciones de la policía en Brazzaville y en Point-Noire para dispersar marchas convocadas para impedir un referéndum que abriría el camino a una reelección del presidente Denis Sassou-Nguesso.

De los muertos informó anoche el ministro del Interior, Taymond Mboulou. El funcionario no hizo referencia específica a responsabilidades de la policía o a tipo de disturbios, aunque agregó que en ambas ciudades fueron incendiadas cinco viviendas de dirigentes políticos, y fueron saqueados numerosos locales comerciales.

La violencia se produjo ayer en coincidencia con una iniciativa de ‘desobediencia civil’ convocada pro la alianza ‘Front républicain pour le respect de l’ordre constitutionnel et l’alternance démocratique (Frocad, Frente republicano por el respeto del orden constitucional y la alternancia democrática). El objetivo de las marchas, que no habían sido autorizadas por las autoridades, era obtener la derogación de un referéndum constitucional previsto para el domingo, que podría eliminar el límite de dos mandatos presidenciales consecutivos.

Pascal Tsaty Mabiala, secretario general de la Unión Panafricana por la Democracia Social (Upads), uno de los partidos del Frocad, volvió a lanzar un llamado a “una insurrección popular pacífica”, luego de los enfrentamientos de ayer.

El presidente Sassou-Nguesso, de 72 años de edad, había gobernado la República del Congo entre 1979 y 1992. Luego volvió al poder desde el 2002 hasta ahora. Las próximas elecciones deberían celebrarse en el 2016.

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