Parece que vivir está reservado para una élite, la que puede comer, tener un techo bajo el cual cobijarse, ropa de abrigo en invierno, ligera en verano. La que sus hijos tienen escuela, disfrutan de una buena Sanidad cuando les falla la salud. Pueden ir al cine, al teatro, viajar y disfrutar de vacaciones. No tienen problemas cuando su economía tiene un dispendio inesperado. Es la Cara A de la moneda.

Cara B. Tu país entra en conflicto. La muerte acecha. No tienes trabajo, nadie se preocupa de ti, ni siquiera tus representantes políticos elegidos de forma democrática. Tenías comida con la que alimentar a tu familia, posibilidad ahora extinta. ¿Qué harías?

Intentar salir de aquel pozo del que si no espabilas, ya no será posible. No tienes dinero para comprar unos pasajes o tal vez sí, pero para entrar en otro país necesitas una visa que no te conceden. La muerte acecha, o decides echarte al monte con todas sus consecuencias pero con un atisbo de esperanza para ti y los tuyos, o la vida peligra. Vida o Muerte, he ahí el dilema. Aquel Ser o No ser que tantas veces nos hemos propuesto.

Unos personajes funestos te proponen llevarte a destino seguro… ¿Aceptarías? No tienes otra opción.

Otros personajes más funestos que los anteriores, conocen estos trámites pero no actúan. Quienes dirigen la Comunidad Europa, de la que tanto alardean algunos, miran hacia otro lado. Pero la muerte no perdona, no espera que los que pueden decidir se reúnan dentro de diez días para proponer “algo”… cuando el cataclismo esté ya consumado.

Alambradas, vagones de trenes que, cual animales, te llevan a unos campamentos donde deberás luchar a vida o muerte para sobrevivir.

¿En qué nos hemos convertido los seres, hasta recién humanos, hoy mercaderes a quienes no importa el sufrimiento ajeno? Mañana puedes ser tú, tus hijos, tus allegados.

Todos hemos llorado viendo crueles imágenes que nos transportan a años atrás, de mal recuerdo, que no pensábamos revivir de nuevo.

¿De qué sirve tanta civilización, tanta tecnología si no somos capaces de convivir, compartir, posibilidades y esperanzas? ¿Qué méritos tienen adquiridos algunos, los que deciden quienes deben vivir o morir en este arduo empeño? ¿Porque tu piel tiene determinado color puedes discriminar? ¿Qué mérito hiciste para que tu piel sea blanca? ¡Nefasta discriminación!

Maldito capitalismo también. El poder del dinero lo mata todo. También muchas conciencias…

¡No nos callaran!