Relato 1

El 13 de agosto estuvo anunciado desde hace algunas semanas atrás. Paro nacional y movilización indígena fueron el anuncio desde organizaciones sociales de oposición al gobierno de Rafael Correa, lideradas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador – CONAIE, la organización histórica de los pueblos indígenas en el país. Al mismo tiempo, todo el movimiento oficialista, funcionarios de gobierno y asambleístas, iniciaron un mes atrás diálogos en todo el país y con todos los sectores sociales, en respuesta a la convocatoria del presidente Correa después de las movilizaciones del mes de julio, ante el anuncio de la denominada “Ley de Herencias”. Las organizaciones explicitan su deslinde de la derecha, reivindican su agenda como propia. El gobierno enfatiza la tesis del golpe blando.

Relato 2

Una marcha se inicia al sur del país y sube hasta Quito por toda la Sierra Centro. A veces parecen muchos, a veces pocos. Depende de dónde se publique la foto, quién haga la toma y quiénes la publiquen. Los marchantes propiamente hablando, son pocos, en un país con memoria de levantamientos indígenas. En las diferentes ciudades, los marchantes recibían solidaridad y apoyo. ¿Mucho? ¿Poco? No sabría medirlo. A Quito llegaron el día 12, pacíficamente. En Quito se sumaron colectivos y organizaciones no tan pacíficos, a juzgar por lo sucedido el día 13. Mientras tanto, el mismo día 12, comenzaron a concentrarse organizaciones y colectivos que respaldan al régimen y llegaron, desde la Amazonía, miembros del ejército indígena, a defender la democracia. Indígenas en un lado, indígenas en el otro.

Relato 3

A lo largo del día 13 aumentó el número de personas en la Plaza Grande, en respaldo al Presidente Rafael Correa. La plaza se llenó. El oficialismo preparó el Festival de la Paz. A la tarde del día 13, la marcha de sectores de la oposición avanzó hacia el Centro Histórico, a pocas cuadras del Palacio de Carondelet. La manifestación subió de tono y hubo, de hecho, expresiones de violencia. Quema de llantas, palos, piedras. Situaciones similares se presentaron en varios puntos del país, tanto en carreteras como en las ciudades. Personas heridas, manifestantes detenidos, bienes públicos afectados, es el saldo de una jornada con escenas que remiten al pasado. Gente sencilla que reclama cosas simples se sumó a las movilizaciones. Personeros de la derecha se declararon “solidarios” con las luchas y agendas de los manifestantes pero no sumaron a la movilización. Lo más seguro es que, en realidad, no conozcan la agenda de los movimientos sociales. Las organizaciones movilizadas inician su lista de demandas con la exigencia de archivo de las enmiendas constitucionales. El presidente afirma enfáticamente que no cederá a ningún tipo de chantaje y llama a defender el proceso revolucionario.

Relato 4

Los manifestantes declaran que las movilizaciones fueron un éxito y que continuarán, cada vez con más fuerza, hasta lograr ser escuchados por el gobierno y que sus demandas sean aceptadas. El gobierno declara que las movilizaciones fueron un fracaso pero también asegura que sin duda, continuarán, porque hacen parte de una estrategia de desgaste y debilitamiento, orquestada por la derecha. Los manifestantes dicen que no quieren que Correa salga, sino que de paso a todas sus demandas. Sin embargo, carteles y consignas repiten Fuera Correa Fuera. El presidente enfatiza que hay demandas justas a las que ya se les está dando salida a través de los diálogos nacionales y que, en realidad, los manifestantes no quieren dialogar sino desestabilizar y ojalá, no tener que llegar a las urnas, a la contienda electoral del 2017, porque perderían de nuevo.

Relato 5

Imágenes, rostros, consignas y músicas que remiten al pasado, a un pasado al que algunos quieren volver. Un olor a pasado que unos quieren para recuperar sus privilegios, otros para añorar revoluciones, otros más porque defienden lo propio, muchos por ausencia de perspectiva histórica y otros mas que, con reclamos justos, terminan siendo utilizados. Una certeza de presente que es, sin lugar a dudas y por mucho, mil veces mejor que el pasado y no solo por las famosas carreteras. Pero también un presente que exige revisión de prácticas todavía instaladas y repetidas en la práctica política, corrección de errores, cercanía a la gente, profundización de diálogos y también, sin duda alguna, pedagogía política. Si no comprendemos a cabalidad hasta dónde hemos llegado y lo que nos corresponde como ciudadanos en la sostenibilidad de esos logros, tampoco seremos capaces de mirar hacia delante e ir “a por más”, como dicen por ahí. Hay mucho por corregir y queda mucho por hacer pero el futuro no se alcanza regresando al pasado. Ir contra la evolución de las cosas, es ir contra uno mismo.