Costa Rica ha logrado un extraordinario hito en la historia de la energía verde, únicamente con energías renovables funcionando este país desde hace casi 3 meses. Las fuertes lluvias en la región han permitido al país renunciar por completo a los combustibles fósiles, y alimentarse casi en su totalidad de la electricidad generada a partir de cuatro plantas hidroeléctricas -con un poco de ayuda extra de proyectos de geotérmica, solares y eólicos. Con un poco mas de inversión, esta tendencia se puede mantener en el tiempo.

El Instituto estatal Costarricense de Electricidad (ICE) anunció la noticia, señalando específicamente que no han tenido que recurrir a la energía generada por combustibles fósiles en todo lo que llevamos de 2015. Costa Rica tiene una pequeña población de apenas 4,8 millones de habitantes, abundantes lluvias para alimentar sus cuatro plantas hidroeléctricas y una multitud de volcanes para las instalaciones geotérmicas.

La diversificación también es importante. Mientras que las plantas hidroeléctricas produjo el 80 % de la energía de Costa Rica en 2014, no falta detractores de esta forma de producción eléctrica, por lo que afecta a los ecosistemas donde se instalan.

Alrededor de un 10% de la energía fue generada por las plantas geotérmicas en 2014, y el gobierno aprobó un proyecto geotérmico de 958 millones dólares para este año. Financiado en gran parte con préstamos de bancos europeos y japoneses, el proyecto se compone de tres instalaciones que proveerán 150 MW adicionales de energía verde.

Todo esto lleva a que Costa Rica va a ser completamente carbono neutral para el año 2021, y así no tocar los depósitos de petróleo que se encuentran a lo largo de su costa. Es un esfuerzo extraordinario para una pequeña nación, y que ha sido en gran parte posible porque Costa Rica no ha tenido ejercito desde 1948, lo que libera grandes recursos para la financiación de infraestructuras de energías renovables.

Otros pequeños países como Suecia, Bulgaria o Estonia han alcanzado sus metas en energías renovables establecidas para 2020. Dinamarca obtiene de la energía eólica el 40% de su demanda energética y planea deshacerse de los combustibles fósiles para 2050.

Ecoinventos

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