5.000 francos CFA es el precio que un paciente debe pagar para ser dializado en Camerún. Sin embargo, millones de cameruneses viven con menos de dos dólares al día. Las enfermedades renales se encuentran entre los temas de mayor preocupación en los hospitales del país. Lamentablemente, es poco el apoyo que reciben los pacientes, quienes constituyen un poco más del 4% de la población. La hemodiálisis es el método de tratamiento más generalizado en Camerún. Más del 90% de los pacientes con enfermedades renales, son tratados con el método de diálisis que, sin embargo, presenta muchas desventajas para los pacientes. Esto implica que ellos deben desplazarse a un centro de diálisis, que no necesariamente está cerca de sus hogares, lo que significa costos adicionales para el paciente y su familia. La inestabilidad cardiovascular durante la hemodiálisis es un problema para los pacientes ancianos, aunque el progreso de las técnicas de hemodiálisis permite ahora reducir mucho esta complicación.

La hemodiálisis tiene muchas ventajas: el contacto del paciente con el personal de enfermería por lo menos tres veces a la semana, permite que el paciente se beneficie de los consejos que le ayudan a controlar su alimentación y tener una actitud menos pasiva frente a la enfermedad. Estos beneficios, sin embargo, no van de la mano con el bajo número de centros de hemodiálisis en Camerún. Un nuevo centro de tratamiento de hemodiálisis se inauguró hace unos meses en Yaundé, por el Ministro de Salud Pública y el de la defensa. Con una capacidad de 18 generadores para 216 pacientes por semana, es el segundo centro de tratamiento de la enfermedad renal en la capital de Camerún, y se encuentra dentro del Hospital Militar de Yaundé.

Habiendo rebajado recientemente de 250,000 FCFA a 8,000 FCFA por sesión de hemodiálisis, sin duda el gobierno camerunés ha hecho esfuerzos, pero los pacientes siguen haciendo cola para acceder a un generador en hospitales de otras regiones del país, donde a veces se cuenta con menos de cinco generadores. Recientemente, el mal funcionamiento de los generadores de diálisis del Hospital General de Bamenda ha empujado a los pacientes en espera del tratamiento a las calles de la capital de la región del noroeste. Conscientes de que, si esta situación continúa, todos se encontrarán en riesgo de vida o muerte, los pacientes expresaron su descontento a las autoridades, quienes respondieron con la promesa de que el equipo de diálisis con ocho generadores se pondrá en funcionamiento a la mayor brevedad. Aquellos pacientes que tenían urgencia de recibir el tratamiento de diálisis, fueron conducidos a los grandes centros de hemodiálisis en el país, a saber, Douala y Yaoundé.