En esta entrevista, Daniel Raventós además de recordarnos una vez más qué es la Renta Básica Universal y la posibilidad de implementarla en España, opina sobre Cataluña, la monarquía, Podemos, etc. en ese estilo directo y sin medias tintas que le caracteriza.

Manuel Castro entrevistó para el periódico asturiano La Nueva España a Daniel Raventós Pañella, economista de 56 años y profesor titular de Teoría Sociológica en la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona, miembro de la Red Renta Básica, asociación integrada en una red internacional que promueve que toda la ciudadanía y residencia acreditada tengan garantizados unos ingresos mínimos. En el caso del Reino de España, junto a otros compañeros plantea en un estudio la cantidad de 7.500 euros anuales. Raventós ofreció ayer jueves [15 de enero] una charla en Pumarín (Gijón) organizada por Podemos.

 

-¿Qué es la renta básica?

-Una asignación monetaria universal a toda la población, incondicional.

-¿En qué cuantía?

-Nuestra propuesta de renta básica es de 7.500 euros anuales para todos los adultos, que estaría exenta de IRPF. Eso es aproximadamente 625 euros mensuales. Esa cifra es la que representa el umbral de la pobreza en el Reino de España si descontamos la Comunidad Autónoma vasca y la navarra.

-¿Y la financiación?

-Mediante una reforma del IRPF. Y todos los subsidios y asignaciones monetarias públicas inferiores a la renta básica quedarían suprimidos.

-Explíquese

-Alguien que tiene una asignación de 500 euros, pasaría a percibir 625. El que tiene una asignación de 900, se le mantiene. El que tiene un salario tendría en el IRPF una exención para los primeros 7.500 euros, pero pagaría impuestos por el resto.

-¿Quién gana?

-Un 65% de la población. Un 10% se quedaría igual y el 25% más rico perdería. El IRPF lo reformamos completamente, haciendo que cada euro cotice igual, venga de donde venga, cuando ahora no cotizan igual 30.000 euros de salario que 30.000 procedentes de un fondo de inversión. También proponemos un tipo del 49,5% para todo el mundo. En política fiscal un tipo único está considerado un impuesto regresivo. Y ceteris paribus es verdad. Pero con una renta básica, es altísimamente progresivo, porque para las rentas más bajas 7.500 euros exentos son un porcentaje muy alto del conjunto de sus ingresos, pero para los muy ricos 7.500 euros es una cantidad insignificante.

-¿Y el fraude fiscal?

-Es increíble en los más ricos. Con mi sueldo de profesor titular universitario, formo parte del 10% más rico del Reino de España según los números oficiales, según lo que declara realmente a Hacienda la gente. Un maestro con doce años de antigüedad oficialmente forma parte del 20% más rico. Si dispusiéramos de una parte del fraude fiscal, la renta básica sería mucho más fácil de financiar y el tipo del 49,5% podría pasar a ser mucho menor, hasta del 35%. Pero nosotros hemos hecho nuestros cálculos con los datos que nos ha dado el Instituto de Estudios Fiscales.

-De renta básica se lleva hablando años, pero no cuaja.

-Con la política económica que se está haciendo es muy normal que no cuaje. Se empezó a discutir a mediados de los años 80.

-A pesar de que es un asunto electoralmente atractivo.

-No lo es para todo el mundo, porque se puede hacer mucha demagogia en contra diciendo «vamos a mantener a parásitos», «no se puede financiar», «es una medida radical», «sería suicida para quien lo incluyera en su programa electoral» y cosas «inteligentes» de este estilo. La derecha entiende que con una renta básica la gente tendría la existencia garantizada y por tanto incrementaría muchísimo su libertad. Y, por tanto, las condiciones laborales no serían la cámara de tortura de ahora.

-¿Quiere decir que con la renta básica nadie aceptaría un sueldo mileurista?

– Los mileuristas son casi «afortunados»… No se aceptarían unas condiciones que ahora debe aceptar mucha gente. Al capital le interesa obviamente que sus productos salgan y que la gente tenga capacidad de consumo, pero es mayor aún el interés que tiene en el efecto disciplinador del paro: con un paro alto la gente está dispuesta a aceptar unas condiciones de trabajo que no aceptaría en otras circunstancias. Ese efecto disciplinador es roto de golpe por la renta básica. Un dirigente de la patronal catalana me dijo hace años que «esto de la renta básica si hacemos números seguro que sale, pero los trabajadores tendrían un poder de negociación que no tienen ahora. ¿Para qué se lo vamos a dar?». ¡Cómo me gustaría que la izquierda lo entendiera con la misma brillantez que lo entendió este tipo!

-Eso chocaría con la receta que dan otros para salir de la crisis, la devaluación interna.

-Lo que va más a favor de la recuperación, según esta gentuza, es el trabajo semiesclavo. Pero creo que la inmensa mayoría de la población no es de la misma opinión. Cuando me preguntabas por qué no se ha puesto en marcha, ¿cómo se va a poner en marcha, si se ha apostado por el 10% más rico? Los ricos son el 67% más ricos desde que manda Rajoy, lo cual no quiere decir que el PSOE no les hubiera facilitado ya las cosas.

-Desde los 80 ha habido varios gobiernos de izquierdas.

-Dime uno.

-Del PSOE.

-A partir de mayo de 2010, las medidas económicas del Gobierno del PSOE no tenían nada que envidiar a las que ha puesto en marcha el PP. Los gobiernos del PSOE se han diferenciado en muchas cosas de los del PP, pero no en política económica. Algunos dirigentes del PSOE estaban interesados en la renta básica antes de llegar al Gobierno. Pero estos partidos cuando están en el Gobierno se olvidan de las medidas de política económica que benefician al conjunto de la población. Cuando empezó la crisis, tuve reuniones con algunos miembros cercanos al Gobierno del PSOE y me dijeron que no podían hacer nada más. ¿Cómo? ¿Qué no podéis hacer nada más? ¿Y cómo tenéis la poca vergüenza de seguir cobrando del presupuesto público? ¿Por qué no decís directamente a las multinacionales que gobiernen y os retiráis? No todos piensan tan mezquinamente como vosotros.

-¿Quiere decir que los poderes reales son los económicos?

-No lo digo yo, lo ve cualquiera que tenga dos dedos de frente y no cobre por decir lo contrario.

-¿Están supeditados los poderes políticos?

-Los que quieren supeditarse. Cuando explicas que en EE UU y Reino Unido los más ricos pagaban el 90% de impuestos en los años 50 a los 70 y su economía fue muy próspera… Podemos, en realidad un partido muy moderado, es un partido al que tildan como ¡radical! por plantear medidas de supervivencia. ¿Qué dirían si Podemos defendiera el 90% de impuestos para los más ricos? ¡Qué tiempos estos en que defender medidas de simple higiene pública son consideradas radicales! Y se consideran «normales» las políticas económicas que hunden a la población en situaciones muy miserables como en Grecia y el Reino de España. ¡Eso sí son medidas ultraradicales que benefician a los más ricos!

-Podemos ha suavizado sus propuestas iniciales ahora que las encuestas les dan posibilidades. ¿Cree que le puede pasar como al PSOE, que cambie si llega al Gobierno?

-Podemos está despertando unas esperanzas que yo desearía que no quedaran frustradas, porque el golpe puede ser muy grande. Y con tanta moderación quizás ya está frustrando algunas de estas esperanzas. Con matices en Cataluña y el País Vasco y, en mucho menor grado Galicia, que son otra realidad por la importancia que cobra la voluntad popular de autodeterminación nacional, en el resto mucha gente ve a Podemos como lo que más se diferencia de toda la mierda que han experimentado. Ésa es la fuerza de Podemos y esperemos que vaya a buen puerto. Cruzo los dedos…

-¿Qué supone el movimiento independentista en Cataluña?

-La crisis del régimen de la segunda Restauración borbónica, que otros llaman «régimen de la Transición», tiene dos grandes grietas. Una es la lucha de gran parte del pueblo catalán por el derecho a la autodeterminación y otra es Podemos. Si son capaces ambas realidades de confluir, el régimen del 78 está sentenciado. Si se entorpecen…

-¿Cuál es la alternativa?

-La autodeterminación de todos los pueblos del Reino de España, que ya no sería un reino, sería una República. El régimen de la Transición significó secuestrar gran parte de las aspiraciones antifranquistas de los pueblos que algunos consideran solamente España. Hubo artículos de la Constitución que, como algún redactor de la misma ha recordado, básicamente y no metafóricamente se redactaron con pistolas de los militares encima de la mesa. Por ejemplo, el artículo 2, que reza así: «Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional».  La misma Monarquía impuesta por Franco, que no se puso a votación, cuando la República era una aspiración evidente del 99% de la resistencia antifranquista.

-¿Cree que hay riesgo de inestabilidad al poner en entredicho la Transición?

-Cuando una mayoría de la población piensa que la política es demasiado seria para dejarla en manos de los políticos profesionales, eso es inestable por definición. La gente está perdiendo el miedo, porque ya no puede ir más abajo.

-¿El relevo en la Monarquía es suficiente?

-Es un intento clarísimo de frenar el desprestigio galopante de la Monarquía borbónica. Y lo frenó en parte. Se encargaron los dos grandes partidos monárquicos, el PP y el PSOE, de apuntalarla al máximo. La Monarquía actual, que no hace falta recordar que fue impuesta por el jefe de la dictadura anterior, no es compatible con la autodeterminación de las naciones del Reino de España ni por supuesto con algunas de las cosas que representa Podemos, que es incompatible con el régimen borbónico.

(Esta entrevista es una versión ligeramente ampliada de la que apareció en el periódico asturiano La Voz de España el 16-1-2015)

 

Daniel Raventós es profesor de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona, miembro del Comité de Redacción de sinpermiso y presidente de la Red Renta Básica. Es miembro del comité científico de ATTAC. Su último libro es ¿Qué es la Renta Básica? Preguntas (y respuestas) más frecuentes (El Viejo Topo, 2012).