Pressenza comparte la carta que Jicé ha escrito tras los recientes atentados en Francia. El punto de vista del proceso se desarrolla en ella. Se trata de un artículo relevante, positivo y constructivo.

Por: Jicé

Buenos días a todos:

Hoy en día, más de 10,000 soldados franceses se encuentran en «operaciones internas». Anteriormente eran 2000, aproximadamente. Este número se ha vuelto más importante que el número de soldados en «operaciones externas» (8,350).

El proceso de repatriación de las tropas que se viene realizando desde hace varios años en los EE.UU., y más aún luego de las repatriaciones de Iraq y Afganistán (1). También se está en este proceso en el Reino Unido y otros países europeos.

El horrible atentado que hemos sufrido recientemente fue un gran shock para el mundo entero. Pero también ha sido, para los dirigentes, la oportunidad esperada para poner en marcha dicha política de repatriación de las tropas en Francia, para contrarrestar los futuros trastornos civiles, controlar a las multitudes, y crear una situación en la que la población se acostumbre a la presencia permanente del ejército. Por supuesto que no llegarán a controlar todo ello más que en apariencia y por un muy corto tiempo (en términos de la historia), porque nadie puede, por más poderoso que sea, controlar la historia en marcha (es decir, la historia de la conciencia humana).

La repatriación de las tropas es un momento clave en el proceso de los imperios, cuando las fuerzas armadas son retiradas de la periferia para proteger el centro del poder. Todos los imperios han pasado por esta fase, pero ninguno ha podido controlar por mucho tiempo el proceso de desintegración (¡es imposible!), y ninguno se ha escapado del colapso (última etapa de la desintegración), ya que ello es parte del proceso de las civilizaciones de tipo imperial.

Por más horrible que pueda ser la noticia, lo que yo quiero recordar no es la “noticia”, sino los indicadores de una historia en movimiento; me refiero a «ver las noticias con perspectiva histórica”. Este indicador del momento de proceso del imperio nos muestra claramente que el colapso del imperio ha entrado en una nueva fase y que los líderes lo saben (dado que están repatriando a sus tropas). Ahora se están preparando para protegerse del enemigo interno (los suyos, es decir el pueblo). Por lo tanto, van a pedir mayor seguridad, más servicios secretos, un ejército más grande para protegerse a sí mismos, diciendo que así están protegiendo a la gente. Y cada «amenaza» real o sospechada (atentados, manifestaciones, riesgo de pandemia, desastres naturales, etc.) será una nueva oportunidad para reforzar la seguridad del centro de poder (que se reducirá más y más). Tenemos que prepararnos y no dejarnos desviar por sus reacciones ante el colapso, que ellos mismos han creado.

No tenía intención de ir a la manifestación, ya que fue organizada por la misma gente que ahora bombardea a decenas de miles de personas y destruyen a sus conciudadanos en el nombre del dios dinero, pero igualmente fui, diciéndome que sería una buena oportunidad para tomar la temperatura social. Fui allí con una pancarta y el primer eslogan que se me vino a la mente. Durante la manifestación, donde fui a ver cuál era el estado de ánimo de la gente, me sorprendí al ver que muchas personas pedían que me detenga para fotografiar mi pancarta, o para ser fotografiadas a mi lado. Algunos incluso le decían al fotógrafo que «sobre todo, es la pancarta la que debe ser fotografiada». En esta pancarta estaba escrita la frase: «Yo soy la Fraternidad».

¡Sí, el mundo tiene sed de fraternidad! El mundo tiene sed de amor (para citar a Arthur Rimbaud). El mundo tiene sed de justicia, el mundo tiene sed de paz, el mundo tiene sed de humanidad, y es la noble tarea de todos los humanistas del mundo de calmar esta sed, de trabajar para que, por último, la conciencia humana se libere de sus cadenas.

Jicé

Notas:

(1)          (http://french.irib.ir/analyses/item/267709-la-militarisation-de-l%27am%C3%A9rique,-par-bill-van-auken)