Occidente está aplicando una indescriptible violencia física contra el mundo musulmán, al igual que el sistema económico occidental está aplicando una indescriptible violencia económica contra sus propias poblaciones. No es sorpresa que la indescriptible violencia física por parte de los «terroristas» en París, Londres, Nueva York, Madrid y otros lugares, es el resultado de lo anterior. Sin embargo, estas respuestas violentas son, en última instancia, inútiles, porque no van a funcionar.

¿Por qué es tan importante una respuesta no-violenta? Bueno, Gandhi y Luther King nos han demostrado el poder de la no-violencia activa en la práctica. Ellos han demostrado que es posible reducir a los sistemas aparentemente indestructibles sin lanzar una sola piedra o golpear a alguien. Para los partidarios de Gandhi y Luther King, lo primero que aprendieron fue cómo controlar las respuestas que daban frente a los estímulos violentos. Tuvieron que aprender a controlar su ira y canalizarla por otras vías para que pudiera ser eficaz.

No es sorprendente que la gente esté tan enojada hoy en día. Parece que la gente anduviera por la vida en un constante estado de irritación, lista para saltar con ira frente a cualquier noticia en cualquier instante. Para los que leen los periódicos o ven la televisión, parece que la ira es un problema endémico global. No solo se expresa la ira a menudo en las protestas sociales, sino que si miramos más cerca, también veremos que esta ira estalla en el hogar y en el trabajo. Incluso algo tan indefenso como una cena entre amigos puede convertirse en un campo de pelea si se toca el tema equivocado.

No importa quiénes somos, apuesto a que todos tenemos la experiencia de haber dado alguna respuesta con ira a una irritación intensa.

Que quede claro: ésta no es una respuesta «natural», es una respuesta aprendida y es también una respuesta que puede ser manipulada por otros para que sirvan a sus propios fines. Los ataques contra el personal de Charlie Hebdo ilustran este punto.

Cuando vemos manifestaciones violentas, banderas quemándose, sillas lanzadas por las ventanas, y piedras o bombas molotov lanzadas contra la policía, esta respuesta, esta acción fue realizada por un ser humano que, de hecho, era capaz de tomar una decisión diferente en el momento de responder. Puede ser que esa persona en particular no fuera consciente de que otras posibilidades estaban disponibles, pero esto se puede resolver.

Los que trabajan en el campo de la no-violencia se esfuerzan por dar a conocer el hecho de que hay diferentes maneras de responder frente a cualquier estímulo. Muchos de los que formamos parte de Pressenza hemos sido activistas en el campo de la no-violencia durante décadas; algunos de nosotros somos hijos de padres que han dedicado sus vidas al cambio social no-violento.

Así que frente a cualquier irritación, puedo elegir qué respuesta dar y puedo entender por qué he elegido ese tipo de respuesta. Con el fin de lograr esto, tengo que aprender ciertas técnicas.

En el Movimiento Humanista, con el que Pressenza se identifica, tenemos un pequeño manual llamado «Autoliberación», escrito por el autor y político argentino, Luis Ammann. Ammann, con el apoyo de un equipo, produjo el libro como un manual de desarrollo personal teniendo como base la investigación en el campo de la psicología emprendida en Corfú en 1975 y en las Islas Canarias en 1978, bajo la dirección del guía espiritual sudamericano, Silo.

La notable contribución de Silo al campo de la Psicología, en términos de la función de la «imagen» como portadora interna de cargas energéticas; la estructura de la percepción y la representación; la importancia de los sentidos internos y no solo los cinco sentidos externos, en la producción, traducción y transformación de impulsos; las características y diferencias entre los niveles y estados de conciencia; y el papel del «núcleo de ensueño» en la formación de la conducta, entre muchas otras cosas, permitió el desarrollo de una gran cantidad de técnicas puestas a disposición,  que permiten a cualquier ser humano tomar el control de sus vidas y elegir sus acciones intencionalmente.

Esta es una forma de despertar psicológico. Saber que hay opciones en CADA situación, saber que la violencia es una elección y que también existe una opción no-violenta, es una experiencia que cambia la vida.

Una de las técnicas que se describen en “Autoliberación”, se llama «Desconexión». Reproducimos aquí un extracto del ejercicio que se puede hacer con un compañero o en grupo. Si tiene usted dificultades con el manejo de la ira, pruebe la técnica por sí mismo y pronto descubrirá que no está a merced de una supuesta «naturaleza humana», sino que en cambio, usted puede tener completo control de todos los aspectos de su comportamiento.

En estos ejercicios trataremos de comprender cómo se liberan pequeñas pasiones por algunos estímulos y luego recurriremos a algunos medios para dominar tales expresiones.

A) Colóquese frente a frente con otro participante. Suavemente él empujará su cara hacia atrás, apoyándole una mano en medio de su rostro. Observe que esa pequeña molestia puede convertirse en indignación si se repite más violentamente el ejercicio. Cuando haya logrado un cierto nivel de desagrado recomience el ejercicio, pero ahora tratando de «desconectar» emotivamente al provocador que tiene adelante.

Para desconectar emocionalmente, mire a la otra persona como desde arriba, inclinando la cabeza hacia atrás ligeramente, y al mismo tiempo contrayendo los músculos que tiran de las orejas hacia atrás. Vea la otra persona simplemente como un «objeto», sin ningún tipo de carga emocional.

Repita el ejercicio A, conectando y experimentando la emoción desagradable conocida. Repita, pero desconecte. Compare ambos estados. Puede acentuarse el efecto de la desconexión, asumiendo una postura corporal correcta y realizando algunas “respiraciones completas” (*) rápidas. Repita varias veces el ejercicio hasta experimentar algún dominio, ya que puede serle de suma utilidad en la vida cotidiana frente a situaciones particularmente molestas.

B) Pida a los otros partícipes, que lo critiquen públicamente (no importa que las apreciaciones sean injustas, ya que se trata de trabajar esas molestias emotivas que movilizan pasiones, a veces descontroladas). Experimentada alguna molestia, desconecte. Repita el ejercicio varias veces.

Se debe entender que estos ejercicios deben ser realizados en un medio de relación que excluye todo exceso o grosería. La idea es clara, no se trata de excitar fuertes pasiones sino más bien de trabajar con las molestias emotivas que están a la base de aquellas. De esta manera usted irá dominando poco a poco el interesante y muy útil sistema de la desconexión emocional.

Practique la desconexión regularmente en la vida cotidiana y tome nota de cualquier dificultad que encuentre.

* Las posturas del cuerpo y la respiración completa, son otros ejercicios de “Autoliberación”.

Si cada uno de nosotros aprendiera a dar respuestas no-violentas, si todos pudiéramos darnos cuenta de la manipulación a la que estamos sometidos, si nuestras respuestas no-violentas pudieran canalizarse hacia la verdadera fuente de irritación: el sistema económico mundial, entonces cambiar el mundo es algo simple, y así como el muro de Berlín y el sistema comunista se derrumbaron sin necesidad de un apocalipsis global, así también lo hará la parte restante de un sistema inútil para los seres humanos.

Todas las organizaciones del Movimiento Humanista, incluyendo Pressenza, tienen personas con experiencia en estas técnicas y son entrenadas en la manera de enseñarlas. Si desea descargar una copia del libro, puede hacerlo desde esta página: http://www.materiales-mh.org/index.php?d=en&l=en&c=100-199, en una variedad de idiomas.