• El Movimiento Contra el Paro y la Precariedad (MCPP) está tratando de llamar la atención sobre la situación de pobreza, desempleo y exclusión que miles de familias están sufriendo en todo el estado español y pedir, como consecuencia, una renta básica universal.
  • Para ello, han entrado esta tarde  en la Catedral de la Almudena de Madrid, de la cual han sido expulsados.
  • Mientras, en Barcelona y Badajoz,  han entrado esta mañana y mantienen el encierro.

Por Gabriela Amaya y Tamara Juarros Antón

Tratando de negociar con uno de los sacerdotes de la Almudena

Tratando de negociar con uno de los sacerdotes de la Almudena

Miembros del MCPP han entrado esta tarde en la Catedral de la Almudena de Madrid con la idea de quedarse para llamar la atención sobre la situación terrible que viven miles de familias en este país y se han encontrado con el rechazo de los sacerdotes de la misma, quienes han manifestado que no era un lugar para reivindicaciones.

Es curioso que la iglesia católica, que tanto ha manifestado -a partir de la llegada del Papa Francisco- su posición al lado de los pobres, de los excluídos, etc. cuente con representantes que entienden que los templos son para rezos únicamente.

En contacto con esta agencia, portavoces del MCPP, nos han informado sobre sus intenciones con esta campaña y esta acción que han denominado «Montamos el belén» : “Queremos visibilizar -nos han explicado- la situación de pobreza, desempleo y exclusión que miles de familias están sufriendo en todo el estado español.

Si antes de la crisis, ya era lógico y coherente el establecimiento de una Renta Básica Universal, Incondicional, Individual y Suficiente para todos los ciudadanos, que supusiera el reparto de la riqueza que se produce y que queda acaparada en pocas manos, dotando de libertad e igualdad a la población, ahora es además urgente y necesario.

Esta crisis generada por los grandes capitales, los especuladores, la banca usurera, y los poderosos, que disciplina al 90% de la población a los mandatos del 10%. Es un esperpento que demuestra el absurdo de un sistema que revienta por su propia incoherencia.

No se trata de una cuestión de caridad con los desfavorecidos, sino de reestablecer los derechos humanos, que son de todos los que hemos nacido y estamos en el mundo, y no sólo de los que han nacido en mejores circunstancias, o tenido más fortuna en la ruleta del sistema».

Y han seguido «La burla que supone la administración de las rentas condicionadas, como la Renta Mínima de Inserción en las que miles de ciudadanos se ven atrapados en un proceso burocrático de meses y meses, y que acaba reiniciándose por obsolescencia del proceso, es un insulto a la dignidad humana, que desde aquí denunciamos ante la opinión pública.

Condicionar el derecho a la subsistencia de los ciudadanos al hecho de tener acceso a un empleo, es, además de ilógico y ridículo, inoperante e injusto. Si bien la crisis ha desorbitado el número de ciudadanos sin empleo, antes de ésta, el desempleo estructural y tecnológico comenzaban ya a hacer mella entre la población.

Si no es necesaria la mano de obra, pero la riqueza producida es mucho mayor, es urgente comprender que esa riqueza ha de ser repartida, porque es propiedad de todos y porque, si no se hace, la maquinaria social quedará detenida y el sinsentido, el sufrimiento y la violencia terminarán por imponerse en nuestra sociedad.

Por todo lo anterior, nos manifestamos contra la pobreza, el desempleo y la miseria y reclamamos un Madrid de los Derechos Humanos.
Porque TODOS tenemos derecho a vivir dignamente, exigimos una ¡Renta básica Ya!