Con la chulería que les caracteriza, en plena crisis del ébola, provocada por ellos mismos, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid (España) prosigue su plan de desmantelamiento y privatización de la sanidad, publicando hoy mismo en el Boletín Oficial, la formalización del contrato de obras para acabar de desmantelar el centro de referencia estatal para enfermedades infecciosas (Carlos III, en el que están ingresados la infectada por el virus, Teresa Romero, y siete personas más en observación por posible contagio), y convertirlo en un centro para pacientes crónicos (media/larga estancia), adjudicándoselo a la empresa “Copcisa, Sociedad Anónima” por 1,2 millones de €.

También hoy mismo, en Consejo de Gobierno, el Partido Popular (PP) ha continuado repartiendo a espuertas dinero público a empresas privadas, en lugar de dedicar esos fondos por ejemplo a comprar trajes de seguridad nivel 4 para los centros sanitarios, o por ejemplo, robots para realizar las tareas de limpieza y desinfección como ocurre en otros países de nuestro entorno, que solo cuestan 100.000 € cada uno (en EEUU  más de 250 hospitales disponen de ellos, en el estado español ninguno):

  • Un  millón de € para mamografías en centros privados.

  • 16,6 millones de € para “evolución y desarrollo de aplicaciones y análisis de datos sanitarios (MEDAS).

  • Casi 11 millones de € para la “·modificación nº 4 del contrato de gestión de servicio público del nuevo hospital privado de Villalba”.