Rusia hará todo lo posible para resolver el conflicto en el sureste de Ucrania cuanto antes, subrayó hoy el presidente Vladimir Putin durante un discurso en Crimea ante legisladores y ministros de su país.

Putin calificó la situación en Ucrania como un caos sangriento y fraticida y aseguró que Moscú sigue de cerca los acontecimientos en la nación vecina, afectada en febrero pasado por un golpe anticonstitucional contra el presidente Víktor Yanukóvich.

Desde abril pasado, las tropas de Kiev ejecutan una fuerte ofensiva en varias regiones del sureste ucraniano contra milicias de autodefensa opuestas a los golpistas, que emplean la aviación y la artillería pesada.

En Ucrania se generó una catástrofe humanitaria de gran escala y la situación es cada vez más dramática, aseveró Putin.

Durante el discurso, el jefe de Estado también se refirió al paquete de sanciones aplicadas a Rusia por Occidente a causa de su posición en el conflicto ucraniano.

Putin apuntó que las sanciones contra su país son completamente injustificadas e ilegales.

Igualmente, recordó las contramedidas adoptadas por el Kremlin relativas a la reducción de las importaciones desde los países que decidieron participar en la agresión económica a Rusia.

Nuestra respuesta es, ante todo, una disposición para apoyar a los productores nacionales y abrir los mercados a los países que desean cooperar con Rusia y están listos para ello, insistió.

Según señaló esta jornada la televisora Russia Today, Moscú mantendrá la calma, evitará el aislamiento del mundo exterior y la ruptura de relaciones con sus socios, pero no permitirá agresiones ni desprecios.

El discurso de Putin en Crimea fue el punto final de una visita de trabajo a esa península, reunificada con Rusia en marzo pasado, luego de un referéndum que contó con el respaldo de casi el 97 por ciento de los crimeos.