El 2 de agosto de 2014 se creará en Constanza la »Iniciativa ecuménica para abolir la capellanía militar» en el marco de la celebración de »100 años de Movimiento Internacional de Reconciliación». Los ganadores del Premio Nobel de la Paz Mairead Corrigan Maguire y Adolfo Pérez Esquivel han anunciado su asistencia.

En la sátira antibelicista »Trampa-22» el capellán militar es aconsejado por su coronel superior que en sus oraciones antes de las operaciones no entre mucho en los temas »Dios» y »religión» y él traslada su alojamiento al bosque para estar más seguro y así no molestar a los soldados con la presencia del clérigo. Joseph Heller trata de una forma humorística la contradicción que existe entre el ejército, que es el negocio de la muerte, y la iglesia, que prohíbe expresamente la matanza. En todo el mundo, se bendice a los soldados y las armas antes de las operaciones de combate y cada ejército tiene su capellán, que justifica moralmente la lucha y las muertes con su sola presencia.

La iniciativa para la abolición de la capellanía militar pretende instigar una discusión dentro de la Iglesia en todo el mundo. La Iglesia debe orientarse nuevamente hacia Jesucristo y la no violencia. »Él tomó el camino de la no violencia y le dijo a sus discípulos que ellos también debían tomar ese camino», explica Rainer Schmid, sacerdote evangelista y un pilar fundamental de la iniciativa. La meta a largo plazo sería, según él, que el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y todas las iglesias del mundo dejaran de cooperar con el ejército.

No a la música eclesiástica tocada por bandas militares

A finales de abril la iniciativa »Músicos contra la música militar» ya había causado un gran revuelo por la protesta contra la misa militar en la Iglesia de Nuestra Señora de Dresde. Habían recopilado más de 800 firmas. La prensa, la radio y la televisión han informado sobre el acontecimiento y el ministro del Interior de Sajonia, Markus Ulbig, tuvo que declarar ante los medios.
En diciembre de 2013 también hubo manifestaciones contra el concierto militar de adviento en varias ciudades alemanas. El concierto se realizará de nuevo este año.

Una larga tradición, pero no la original

Las iglesias han cooperado con las autoridades y el ejército desde los cambios constantinianos en el Siglo IV. Antes de eso, hasta el Siglo III, los cristianos estaban muy en contra del ejército.
Desde los famosos padres de la Iglesia Tertuliano, Orígenes y otros, hay muchas citas que rechazan por completo el ejército. Pero según Schmid, a partir del Siglo IV el poder y el dinero eran demasiado tentadores. »Ahora, en el Siglo XXI, queremos que la Iglesia vuelva a su punto de origen (re-formarla). La Iglesia debe tomar nuevamente el camino de la no violencia, es decir, que debe volver a rechazar el ejército y la guerra».

En Alemania hay aproximadamente 100 capellanes militares evangelistas y también muchos católicos, con su respectivo obispo militar en ambos casos. Los capellanes están exentos de la Iglesia durante varios años y ejercen de funcionarios federales temporales con un sueldo que proviene de la Administración de Defensa. Viven en el cuartel y conducen coches oficiales del ejército alemán. La independencia en la actividad espiritual no está garantizada.

Según el artículo de Schmid para el periódico »Zeitung gegen den Krieg» (periódico contra la guerra), los argumentos de la Iglesia a favor de los capellanes militares serían que el mundo está lleno de violencia, así que no se puede hacer otra cosa que emplear también la violencia (tanto si se interviene en una guerra civil como si no, en ambos casos se es culpable), pecando así de manera consciente. Sin embargo, Schmid argumenta: »¿Cómo era el mundo en los tiempos de Jesús? ¿No estaba el mundo lleno de violencia también? Y aun así, Jesús predicaba y practicaba la no violencia.

Los métodos no violentos son el medio más sostenible en la resolución de conflictos

Rainer Schmid menciona también la inutilidad de la guerra como medio de resolución de conflictos y lo corrobora con estudios científicos. Erica Chenoweth y Maria J. Stephan habían mostrado en su estudio »Why civil resistance works» (New York 2011), que estadísticamente (se investigaron más de 300 conflictos internacionales) los métodos no violentos eran más sostenibles y efectivos y ocasionaban menos víctimas que los métodos militares.

El Movimiento Internacional de Reconciliación, fundado en 1914 en Constanza, estaba y está en contra de toda violencia y toda guerra sin excepción, declara Schmid. La violencia no es la solución y la guerra siempre se puede evitar. »Deberíamos invertir todo el dinero y todo el poder en la prevención de conflictos y la resolución no violenta de conflictos internacionales, y aprender la defensa y la resistencia no violenta de una manera tan intensa como aprendemos una asignatura importante en la escuela».

Schmid también destaca que »decimos que sí al cuidado espiritual de los soldados, pero el cuidado espiritual debe ser proporcionado por el clero que paga la Iglesia, que lleva una vestimenta eclesiástica o civil, y que tiene sus despachos en edificios civiles. Y sobre todo, que aconsejen a los soldados dejar las armas a un lado, ir a casa y buscarse un trabajo honrado».

Sitio web de la Red Global para la Abolición de la Capellanía Militar

Traducido del alemán por Míriam Sánchez Alcón