“WikiLeaks ha confirmado que la identidad del Estado víctima es Afganistán”, señaló la organización en un comunicado que lleva la firma de su “editor en jefe”, Julian Assange, e identificó así al país cuyo nombre se evitó dar en la revelación del programa de espionaje Somalget.

El último lunes, el sitio The Intercept publicó un artículo elaborado a partir de documentos secretos obtenidos por el ex técnico de inteligencia Edward Snowden en el que se reveló que la NSA graba y almacena todas las llamadas de teléfonos móviles en (desde y hacia) Las Bahamas.

El artículo informaba que existe un segundo país en el que Estados Unidos aplica ese sistema, aunque evitó especificar cuál era por pedido del gobierno norteamericano -que consideraba que su publicación podría dar lugar a un ‘aumento de la violencia’-, y lo nombró simplemente “país X”.

“WikiLeaks no puede ser cómplice de la censura del Estado víctima X. El país en cuestión es Afganistán”, reafirmó el comunicado, que evitó revelar su fuente para protegerla.

“Tanto el Washington Post como The Intercept declararon que habían censurado el nombre del país víctima a petición del gobierno de los Estados Unidos. Tal censura le quita a una nación su derecho a la libre determinación sobre un asunto que afecta a toda su población”, describió el comunicado, y señaló que el papel de la prensa no debe ser el de ayudar a un gobierno a evadir el juicio por “un serio crimen contra la población”.

“Un permanente delito de espionaje masivo se está cometiendo contra el Estado víctima y su población. Al negar a toda una población el conocimiento de su propia victimización, este acto de censura le niega a cada individuo en ese país la oportunidad de buscar una solución efectiva, sea en los tribunales internacionales o en otro lugar”, agregó.

Por otro lado, Assange afirmó que “el sistema de espionaje masivo de la Agencia de Seguridad Nacional es un componente clave para elegir los blancos del programa drones de Estados Unidos”.

Este programa de aviones no tripulados “ha matado a miles de personas y cientos de mujeres y niños en Afganistán, Pakistán, Yemen y Somalia, en violación del derecho internacional. Censurar la identidad de un Estado víctima ayuda directamente a la matanza de personas inocentes”, agregó.

En febrero pasado, el periodista Glenn Greenwald -editor de The Intercept- dio a conocer que los militares estadounidenses eligen a los objetivos de sus aviones no tripulados a partir de la ubicación de los celulares de los sopsechosos, que son geolocalizados mediante un software, sin confirmar las identidades de quienes los usan.

Esa sería la razón de la gran cantidad de víctimas mortales “no deseadas” que dejan los ataques de los aviones no tripulados manejados a control remoto.

El programa de espionaje Somalget es un sistema que tiene la capacidad de grabar el contenido de todas las comunicaciones desde teléfonos móviles de un país y almacenarlas durante un mes, según reveló The Intercept.

A su vez, forma parte de un programa más amplio llamado Mystic, aplicado en México, Filipinas y Kenia, que rastrea las redes móviles para obtener los metadatos de las llamadas.

“Mientras Mystic rastrea las redes móviles para obtener la llamada ‘metadata’ -esa información que revela el horario, la fuente y el destino de las llamadas- Somalget es una herramienta de vanguardia que habilita a la NSA a recopilar y almacenar el contenido real de todas las conversaciones de un país entero”, afirmó Greenwald en The Intercept.

Si bien la existencia del programa se conocía desde marzo, recién esta semana se hicieron públicos los nombres de los países en los que se aplica.