Frente a los insólitos nombramientos del Ministro y Subsecretaria de Educación, quienes hemos sido protagonistas directos del MOVIMIENTO POR LA EDUCACIÓN no podemos permanecer callados o emitir tibias declaraciones ambiguas; mucho menos cabe respaldar o “valorar” esos nombramientos. Por el contrario, la lealtad con lo que representamos nos obliga a ser claros y categóricos.

Nombrar a dos economistas neoliberales en la cartera más sensible y delicada en este momento, solo puede ser leída como una señal para congraciarse con esos sectores que no desean transformaciones de fondo, que apuestan por cambios cosméticos, cambios que tengan más apariencia que realidad. Seguramente en esos sectores hoy se respira satisfacción con la decisión anunciada, pero es claro que en el mundo social existe disconformidad y molestia. Será muy difícil encontrar estudiantes, docentes, académicos, apoderados, que puedan sentirse interpretados por estos nombramientos. ¿es eso lo que se ha querido? ¿se privilegia el congraciarse con los poderes que están detrás de la “industria educativa” aún a costa del malestar del movimiento social?

Y como “guinda de la torta”, a pocas horas de su nombramiento, se van conociendo los severos conflictos de interés que presenta la futura Subsecretaria Claudia Peirano. Ella no solo es socia de una ATE (que hace negocios directos con el Mineduc), es también ex esposa y socia actual de uno de los más reconocido empresario de la educación; en ambas condiciones, ha obtenido millonarias utilidades en los últimos años; para peor, sus declaraciones en medio del conflicto por la educación muestran inequívocamente su postura contraria a las demandas ciudadanas en educación. Ella perfectamente pudo ser una Subsecretaria de Piñera ¿Cómo se explica su nombramiento de un gobierno supuestamente progresista y que apunta a cambios sustantivos? ¿es que solo fueron promesas electorales y no existe tal voluntad de cambios?

En lo personal, comparto las opiniones claras y sin ambigüedades que han realizado diferentes dirigentes y dirigentas estudiantiles, así como también discrepo profundamente de las erráticas declaraciones del Presidente del Colegio de Profesores quien ha apoyado el nombramiento del economista neoliberal Eyzaguirre como Ministro. Me consta que la gran mayoría de las profesoras y profesores rechazan estos nombramientos, incluso entre aquellos que legítimamente votaron por la próxima presidenta. Por ello, nos sumamos a la solicitud que han realizado diversos sectores en dejar sin efecto el nombramiento de la Sra. Peirano; estas han sido muy malas señales, todavía se puede rectificar, es el momento preciso para dar una señal en sentido inverso a la que se dio con estos insólitos nombramientos