Una vez más asistimos a una discusión, ante el nombramiento en la Subsecretaria de las Fuerzas Armadas de Carolina Echeverría, que no apunta al tema de fondo, centrando los cuestionamientos por su calidad de hija del Coronel ® Víctor Echeverría, reconocido por testigos como torturador en su paso por el Regimiento Buin de Santiago, centro de detención en dictadura.

La Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos ha sido enfática en denunciar la impunidad, que es y será el tema de fondo que transversaliza la sociedad chilena. Veinticuatro años de transición llamada democrática en que favorecer a los violadores de los derechos humanos es la tendencia.
Ejemplos hay muchos: la mesa de diálogo; la ley de secreto por 50 años de los nombres de quienes participaron en la tortura; creación de cárceles especiales; las condenas sin correlato con la brutalidad del crimen; el llamado pacto de silencio de parte de las FFAA y de Orden; la ninguna persecución de responsabilidad de los civiles que participaron de las políticas de terrorismo de estado; la vigencia de la Ley de amnistía de 1978, solo por mencionar algunas.

El cuestionamiento a la Señora Echeverría o a cualquier funcionario público, no tiene que ver con sus lazos consanguíneos, tiene que ver con su quehacer, con responsabilidades políticas, con la condena explícita al terrorismo de estado y a quienes participaron y lo avalaron, tanto civiles como militares, con actos que ética y moralmente estén reñidos con la justicia y es ahí precisamente en donde el nombramiento, en este caso particular carece del sustento, que permita creer en la nueva lectura que se hace del país, más empoderado, crítico y participativo.

Una denuncia seria efectuada, por personas que nos merecen todo nuestro respeto, como lo son la Familia Celedón-Bulnes y una organización como la de Marinos Constitucionalistas, no merecen ser descalificados tan burdamente por autoridades actuales y futuras, como ejerciendo un “deporte veraniego”.

Finalmente, no podemos sustraernos a los dichos del senador Jaime Quintana que no solo nos parecen ofensivos, si no que nos retrotraen a la ideología y al lenguaje, que ya creíamos superado de tratar a las víctimas y a los crímenes cometidos como “presuntos”.

A 40 años del golpe de estado, la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, proseguirá en su misma línea demandando por verdad y justicia y denunciando con toda la fuerza que nos dan los argumentos esgrimidos, a cualquier persona, venga de donde venga que favorezca la impunidad.

AGRUPACION DE FAMILIARES DE DETENIDOS DESAPARECIDOS
Santiago, 13 de febrero de 2014

Chile