Por tercera noche continuaron las multitudinarias manifestaciones en toda Turquía tras la muerte de un manifestante de 22 años de edad el pasado martes. Según noticieros turcos, testigos afirman que Ahmet Atakan fue golpeado en la cabeza por una bomba de gas lacrimógeno durante una acción de protesta contra previos hechos de violencia por parte de la policía y contra los proyectos de construcción del gobierno. Por otra parte, funcionarios oficiales afirman que Atakan falleció tras haber caído de un edificio. El jueves, Amnistía Internacional exhortó a Estados Unidos y otros países a suspender los cargamentos de gases lacrimógenos y otros equipos policiales con destino a Turquía en el marco de lo que calificó como “uso abusivo de la fuerza” por parte de las autoridades.