En Alemania, hace poco más de tres meses,  el artista Jonathan  Meese fue acusado ante los tribunales de justicia por realizar el saludo nazi en medio de una performance artística.

Es que en Alemania, aunque hayan pasado más de 70 años, aún no olvidan los horrores de la 2da. guerra mundial ni la crueldad del régimen nazi. Por tal razón, la propia Constitución alemana prohíbe la mera exhibición de los símbolos que caracterizaron a tan cruento régimen.

En Chile, a 40 años  del 11 de Septiembre de 1973, aún hay algunos que hablan de Pronunciamiento en vez de Golpe Militar, de Régimen o Gobierno Militar en  lugar de Dictadura y califican como errores a los horrores cometidos con las torturas, asesinatos o desapariciones forzadas.

En los últimos días, la  derecha chilena se ha visto complicada luego que el Senador y Ex Presidente del derechista partido UDI, Hernán Larraín, pidiera perdón por “omitir lo que debía hacer”,  señalando (aunque  tímidamente)  que el régimen de Pinochet  había sido  “técnicamente una dictadura”.

Tales declaraciones generaron una espiral de apoyos y rechazos: “Yo tenía 20 años cuando fue el golpe, no tengo por qué pedir perdón”, señaló la candidata presidencial de la derecha Evelyn Matthei. Por su parte, el Presidente de la República, Sebastián Piñera señaló: “hubo muchos que fueron cómplices pasivos, que sabían y no hicieron nada o no quisieron saber y tampoco hicieron nada” , como si él no hubiese tenido nada que ver e  intentando maliciosamente desmarcarse del pinochetismo.

Pero más allá de la sinceridad, falsedad o calculado oportunismo de todas estas declaraciones, hay algo simple pero muy simbólico y  que todos han pasado por alto, soslayado u olvidado.

Resulta que en Chile,  en el momento de legalizarse, todo partido debe entregar un documento llamado Declaración de Principios, donde se detallan aquellos principios y valores que unen y fundamentan el accionar político de  todos los  militantes de ese partido.

Si uno se da el trabajo de leer las respectivas Declaraciones de Principios de los dos partidos de la derecha chilena, la Unión Demócrata Independiente y Renovación Nacional, resulta sorprendente y muy  indignante descubrir que tales documentos justifican por “INELUDIBLE el pronunciamiento militar” llegando  a  calificar al golpe militar como una “ACCIÓN LIBERTADORA”.  (ver declaración de principios UDI y RN).

Entonces, y mientras tales declaraciones de principios sigan vigentes, tanto el Presidente Piñera, por ser militante de RN,  como la candidata presidencial Evelyn Matthei, por ser militante de la UDI, adhieren, comparten y coinciden con tales definiciones del Golpe Militar.

Es decir, y más allá de lo que cacareen a la prensa, mientras no se cambien tales documentos, Piñera, Matthei y todos los ministros, senadores, diputados, candidatos y militantes de la UDI y RN,  siguen siendo  “técnicamente pinochetistas” o mejor dicho, “pinochetistas por principios”.

Y si realmente no están de acuerdo con el pinochetismo, lo mínimo que deben hacer – por decencia, pudor y, sobre todo, por consideración a las miles de víctimas – es rápidamente eliminar tan groseros párrafos de la declaración de principios de sus partidos.

Pero más allá de todo lo anterior, lo más sorprendente  es que en Chile se  permita a dos partidos declarar que, entre sus principios políticos más importantes, está la apología y legitimación de una Dictadura que hizo del asesinato, la tortura y la desaparición forzada, una macabra y habitual práctica política.

En Alemania, por mucho menos, un simple artista fue acusado ante la justicia.

En twitter:  @Efren_Osorio